La asamblea del viernes en Colón tratará la aprobación de la Memoria y Balance del ejercicio que cerró el 30 de junio pasado y que arrojará un déficit que, de acuerdo a lo que se pudo saber de manera extraoficial, es de unos 70 millones de pesos.
Hay que juntar dinero urgente y por eso se adelanta la venta de abonos frente a la caida de la recaudación societaria. Moreno y Fabianesi junto con Pereyra deben empezar a armar el plantel para el 2025 y se necesita dinero.
La asamblea del viernes en Colón tratará la aprobación de la Memoria y Balance del ejercicio que cerró el 30 de junio pasado y que arrojará un déficit que, de acuerdo a lo que se pudo saber de manera extraoficial, es de unos 70 millones de pesos.
Si bien este número no es preocupante para el flujo de dinero que se maneja en una institución como Colón, hay algunos datos que son preocupantes y revelan el momento crítico por el que se atraviesa en lo económico.
Puntualmente, el desfasaje que existía al 30 de junio entre lo que había para cobrar y lo que se debía pagar, era casi de un ciento por ciento. Es decir que se debía el doble de lo que había por cobrar, representando un dato bastante elocuente de la situación.
Cuando se hicieron cargo los actuales dirigentes, se habló de una deuda de alrededor de 4 millones de dólares que había dejado la anterior comisión directiva. Pero al margen de eso, la realidad deportiva era que prácticamente no había plantel y se debía traer una buena cantidad de jugadores para armar el equipo – y en poco tiempo – generándose así un presupuesto que se convirtió en el más importante de la categoría (admitido por propios y extraños).
Esta situación se ha visto agravada por la baja en la recaudación que se produjo en los meses de noviembre y el que corre de diciembre. Y seguramente ocurrirá lo mismo con enero. Son tres meses sin fútbol, donde la gente entró en mora en el pago de la cuota societaria y eso le quitó ingresos importantes a la institución.
Fue por eso que se decidió rápidamente el inicio de una preventa de palcos y plateas para la próxima temporada, con facilidades para hacerlo en tres cuotas sin interés con todas las tarjetas (vía web) o también la sede social, agregándose con Naranja X en cinco cuotas sin intereses y con el Banco Santa Fe en seis cuotas sin intereses, hasta el 10 de marzo. Además, la dirigencia también contempló los Grupos familiares, con descuentos del 20 %, 25 % o 30 %.
El socio de Colón debe saber que contratando antes del 20 de diciembre, los valores de los abonos semestrales son los siguientes: plateas sur alta, 50.000 pesos; norte alta, 60.000; este codos, 60.000; este central baja y alta, 70.000; oeste, 105.000; oeste techada y A2, 123.000; palcos balcón y corporativo, 170.000; palcos VIP, 228.000; palcos super VIP, 265.000.
Los abonos anuales son los siguientes: sur alta, 99.000; norte alta y codos este, 117.000; este central baja y alta, 135.000; oeste, 196.000; oeste techada y A2, 234.000; palcos balcón y corporativo, 324.000; palcos VIP, 432.000 y Super VIP, 504.000.
En el caso de los palcos corporativos del sector sur, el abono semestral es el siguiente: por 12 butacas, 2.200.000 pesos; por 14, 2.400.000; por 16, 2.750.000; por 17, 2.850.000; por 18 butacas, 2.950.000 pesos.
El pago anual de los mismos palcos corporativos del sector sur, es el siguiente: por 12 butacas, 4.140.000 pesos; por 14, 4.680.000; por 16, 5.220.000; por 17, 5.400.000; por 18, 5.580.000 pesos.
Al margen de la generación de fondos, de la inexistencia hoy de jugadores para vender (fuente ineludible de ingresos genuinos que Colón no dispone a priori), de futbolistas que se pretende retener y por los que hay que negociar nuevos préstamos (como pasa con Guille y Giménez, por ejemplo) al margen de arreglar con ellos, también se procedió a convocar a colonistas que hoy están fuera de la institución para que se acerquen a colaborar con ideas que puedan generarle recursos económicos a la institución.
La idea es tratar de evitar lo ocurrido este año cuando se armó un plantel sin una base de jugadores, por lo que debió traerse mucha cantidad y no tanta calidad, porque hay algunos futbolistas que jugaron muy poco, no rindieron o directamente ni siquiera jugaron. Hay dos o tres aspectos que tienen que ver con el proyecto deportivo para 2025 que parecen claros:
* 1) Partir de una base de jugadores con contratos vigentes.
* 2) Reducir la cantidad de integrantes del plantel a no más de 26 o 27.
* 3) Traer 6 o 7 jugadores que se conviertan en verdaderos refuerzos.
* 4) Mirar hacia abajo con el objetivo de que los jugadores de inferiores no lleguen en situaciones de necesidad o urgencia.
* 5) Armar una estructura que asegure presencia, acompañamiento y profesionalización de áreas.
No es que esto último haya dejado de existir, porque Colón siempre tuvo acompañamiento dirigencial y se hicieron esfuerzos económicos en los viajes para que se hicieran en las mejores condiciones posible. Pero habrá que ver si esta estructura con dirección deportiva (Iván Moreno y Fabianesi), secretaría técnica (Rafael Maceratesi) y habrá que ver de qué manera se termina de conformar lo de inferiores con la llegada de Germán Rivarola, le agrega también un plus y un salto de calidad a toda la organización del fútbol.
Por lo pronto, un primer paso se ha dado: la contratación de Ariel Pereyra junto a Diego Castagno Suárez. Se desechó un camino (el de un entrenador con experiencia y conocimiento de la categoría) para transitar por otro, más emparentado con lo sentimental y con el sentido de pertenencia de dos ex jugadores sabaleros que han tenido lo suyo como entrenadores pero acompañando a dos “jefes”, como pasó con el Pata y Guillermo Barros Schelotto y Castagno Suárez con Gabriel Milito. Ellos saben muy bien adónde vienen, conocen la exigencia del hincha y cuál es el deber de Colón jugando una categoría de ascenso. Nada de lo que vean o les pase los podrá sorprender. Ni para bien ni para mal.
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