La historia de Colón y San Martín de Tucumán tiene su epicentro en aquella definición por el ascenso de 1995.
El “Buche” ascendió dos veces a San Martín, en uno de ellos lo llevó directamente de la tercera categoría a Primera sin paso previo por el Nacional B y fue el responsable de la vuelta de Colón a Primera en 1995.
La historia de Colón y San Martín de Tucumán tiene su epicentro en aquella definición por el ascenso de 1995.
Colón depositó aquellos sueños del retorno a Primera que se le postergó durante muchos años en Nelson Chabay, que años antes había llevado dos veces a San Martín a jugar en Primera; y en San Martín, el entrenador era un hombre que luego fue técnico de Colón y desarrolló una notable carrera que aún mantiene: Ricardo Gareca.
Nelson Chabay fue el responsable de la irrupción futbolística de San Martín en el fútbol grande.
Se dio en 1988, cuando desde la Liga ascendió a Primera al ganarle la final a Chaco For Ever, en un hecho sin precedentes para el fútbol (tenía en sus manos el ascenso a la Primera Nacional desde lo que hoy es el Federal, pero la reglamentación le permitiió disputar el Reducido por el ascenso a Primera antes de jugar el torneo de la B Nacional y logró el salto a la A de manera inédita).
Y la hazaña fue repetida en el 92 para dar la vuelta en Amirante Brown y volver a escribir con su nombre otro de los capítulos más gloriosos de la historia del Santo tucumano, siempre con Nelson Chabay de entrenador y aquellos jugadores tan recordados como:
José Humberto Noriega, el uruguayo Julio César Jiménez, Ricardo Troitiño, Héctor Chazarreta y Dante Unali, que se especializó en ascensos, ya que llegó a Colón y lo logró en el 95, manteniéndose luego durante muchos años como dueño absoluto del lateral izquierdo en Colón.
Esos dos partidos decisivos de 1995 fueron ganados por Colón. Uno fue con el golazo de Chupete Marini en la cancha de San Martín. El otro, un triunfo por 3 a 1 en el Centenario que rubricó aquel soñado ascenso a Primera con el equipo en el que brillaban, entre otros, el Pampa Gambier, el Loco González, Javier López, el “Robot” Kuzemka, Leo Díaz, el Coco Ameli, Pedrito Uliambre y el Negro Ibarra.
Son muchos los nombres en común de jugadores. Inclusive, hay muchos entrenadores que estuvieron en ese banco “caliente” de clubes tan populares como Colón y San Martín.
Entre los arqueros, Miguelucci, Puentedura, Carranza y Juan Carlos Piccard. De los defensores se puede mencionar a Alexis Ferrero, José Montelongo, Wilfredo Olivera, Franco Quiroz, José Salinas, Ismael Banegas, Hernán Lopes, César Bartolomei, Dante Unali, Lucas Acevedo, “Pichón” Juárez, Héctor Schmidt, Guillermo Ferracutti, Sergio Míguez, Ismael Quilez y Gonzalo Bettini.
Son muchos también los mediocampistas en común: Jorge Vázquez, Facundo Silva, Sebastián Prediger, Leandro Gracián, Federico Jourdan, Emanuel Centurión, Gabriel Graciani, Mauro Bellone, Juan Carlos Lo Bello, Omar Marchese, Gerardo Solana, Pablo Cantero, Cristian Llama, Ricardo Solbes, Erasmo Doroni, Juan Casado, Lihué Prichoda y Carlos Morales Santos.
Entre los delanteros, Raúl Chaparro (aunque en Colón era enganche), Raúl Agüero (también jugaba de 10 en Colón), Antonio Vidal González, Claudio Bieler, Adriano Tomás Custodio Mendes, Claudio Carnevali, Juan José Morales y Nicolás Delgadillo.
Lo sorpresivo es la cantidad de entrenadores en común que dirigieron a Colón y a San Martín de Tucumán: Juan José Pizzuti, Nelson Chabay, Iván Delfino, Rubén Forestello, Jorge Ginarte, Federico Sacchi, Ricardo Gareca, Enzo Trossero y Francisco Ferraro.
Pero este recorrido histórico no puede prescindir de aquel primer partido que jugaron en la historia. Fue en 1968, en el Nacional de tan buena actuación por parte de Colón, que terminó a tres puntos de Vélez, River y Racing que lo definieron en el famoso triangular de aquel partido de la mano de Gallo (River con Vélez) que Nimo no observó.
Colón había goleado a Racing (que el año anterior fue campeón del mundo) por 4 a 2 en el Centenario en una brillante actuación. Y fue a jugar el último partido a Tucumán contra San Martín. Lo ganó 3 a 2, con goles del Mencho Balbuena, Can Can Ceballo y el Beto Tardivo.
Ese día, Colón formó con Mellit, Lezcano, Sanitá y Mareque; Colman, Tardivo y Lo Bello; Balbuena, Orlando Medina y Ceballo. Luego entró Jauregui y al partido, justamente, lo dirigió Guillermo Nimo.
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