Ni Comesaña ni Domínguez van a desnudar por anticipado sus pretensiones, ni tampoco sus cartas.
Descartada, en principio, la posibilidad de jugar con cinco atrás, Domínguez deshoja la margarita entre jugar con el mismo esquema (4-4-2) o agregar un volante al medio y atacar con un solo delantero neto.
Ni Comesaña ni Domínguez van a desnudar por anticipado sus pretensiones, ni tampoco sus cartas.
¿Sorprenderá el técnico sabalero como lo hizo en San Pablo?, no se sabe. Por ejemplo, es muy difícil que utilice el mismo esquema. Sin Ortiz y con Jonathan Galván lesionado, no tiene a priori las cartas como para apostar a una línea de cinco defensores, salvo que improvise. Y esta clase de partidos no son para improvisar.
El mismo técnico de Junior se da cuenta de cosas que ocurren en Colón. Habla de que se trata de “un equipo en construcción” y que “sólo en el partido ante San Pablo lograron ganar a punta de táctica”. Comesaña advierte que se trata de un equipo que cambia. Y vaya si lo hizo en el último partido, inclusive jugando a un ritmo distinto, con esa verticalidad y agresividad futbolística que muchas veces se le reclamó y que pocas veces llegó, a pesar de que los resultados casi siempre le dieron un guiño positivo a Domínguez.
La misma sensación que tienen los hinchas es la que tenemos nosotros. Más que sensación, la misma disyuntiva. Seguramente, cada uno optará por una u otra alternativa. La de jugar con Alan Ruiz y armar un esquema con cinco volantes y un solo punta neto; o apostar al mismo equipo del viernes pasado, aunque tratando de que el ritmo no sea tan de ida y vuelta, en un cambio de “palos” que puede resultar perjudicial.
Está claro que, a priori, Junior no tiene la misma chapa del San Pablo. Ni por historia ni tampoco por presente. Pero ha recuperado algo de lo que había perdido: capacidad de gol. Para ello fueron clave los goles que marcó Yonny González en el partido del domingo ante La Equidad ante una lluvia torrencial. Pero Teo Gutiérrez está disponible y por allí pasa también una de las grandes dudas de Comesaña.
Entonces, Domínguez tiene que elegir cómo jugar el partido. Ante San Pablo, la elección fue clarita: retroceso, línea de cinco para ocupar todo el ancho de la cancha y no dejarse desbordar, reducción de espacios cerca del área propia y aprovechar al ciento por ciento las chances que se presenten. Contra San Pablo salió muy bien en el Morumbí y se aguantó el partido hasta que el rival convirtió un gol desde afuera del área, pero creándole un par de situaciones que con un poco de precisión, hubiesen hasta impedido que se llegue a los penales.
Domínguez piensa en el partido que viene teniendo no muy en cuenta los últimos antecedentes. Por eso repitió pocas veces el equipo, pero también porque no encontró la respuesta que posiblemente pretendía. Y acá se plantea la disyuntiva. ¿Error del técnico o de los jugadores?, ¿por qué los mejores partidos, los más rescatables, se dieron con circunstancias muy especiales?, ¿por qué se ganó en San Pablo con un esquema que no es el habitual y por qué se le ganó a Godoy Cruz con jugadores que no siempre son titulares?. Esto es parte de un análisis mucho más global, en el que hay culpas compartidas y el que genera esta disyuntiva que Domínguez tendrá que resolver.
Se habla de la posibilidad de que juegue Clemente Rodríguez. ¿Razones?, seguramente apelar a la experiencia de un hombre que tiene partidos internacionales como muy pocos. Y algunos se aventuran también a que Mariano González puede ser otra alternativa. En este caso, es inevitable pensar en la salida de uno delos dos volantes que fueron clave ante Godoy Cruz: Heredia o Zucculini. ¿Desaprovechará el técnico este envión que tuvieron y aportaron estos dos jugadores?. Domínguez nos acostumbró a que un partido no es igual a otro para él y que el equipo se arma en función de lo que el rival propone. Hay titulares indiscutidos, caso Estigarribia y Fritzler en ese mediocampo. A partir de allí, todo es posible. ¿Jugará con el empuje, el ritmo y el envión que le dieron Heredia y Zucculini?, ¿apostará a la pausa que le puede dar Alan Ruiz?, ¿a un Mariano González para priorizar tenencia por encima de vértigo? Preguntas que sólo se podrán contestar este miércoles, a partir de las 19.15 de aquí, las 21.15 de allá en la querida Santa Fe.
En cifras:
32 grados, es la temperatura estimada a la hora del partido de este miércoles en la húmeda y calurosa Barranquilla.