Estaba claro que el campeón podía relajarse, plancharse y perder intensidad. Si, además, uno considera que los rivales juegan, la encontraron la vuelta y en Colón aparecieron bajas por lesiones, el combo es letal. Por eso apenas 3 unidades de los últimos 15 puntos que se pusieron en juego. Así, ya van cinco fechas sin alegrías. No hay dudas: llegó el momento de despertar. Este domingo, a la hora de la siesta, el campeón deberá ponerse el despertador. Sí o sí. Enfrente, un revitalizado Central Córdoba de Santiago del Estero.
El doble 0-3 (Aldosivi e Independiente) y el 0-0 con el peor Arsenal en Sarandí arruinaron lo que era un ADN del campeón: jugar mejor de visitante que de local. Los empates en casa, con sabor a nada, frente a Sarmiento de Junín y Newell's Old Boys de Rosario terminaron de completar el cuadro de preocupación en el sur de la ciudad. Es por eso que este domingo, desde las 15.45 y frente a los santiagueños, es momento de ponerle punto final a la siestita del campeón.
"El juego se va a definir por detalles", dijo el tucumano Soraire, jugador de Central Córdoba . A partir de esa frase, no hay dudas del plan de juego del "Huevo" Sergio Rondina en el Cementerio de los Elefantes: partido "largo", mucha táctica y especial cuidado en las pelotas detenidas. Hoy, a priori, Colón no está para batallas tan extensas y duras como antes. Por lo tanto, necesitará el campeón pegar primero y poder manejar nervios, tiempos y cada contragolpe.
Se hace demasiado foco en que el equipo campeón extraña los goles del "Pulga" Rodríguez, acaso como sobre-exigiendo las presiones sobre "El Niño" Facundo Farías, cada vez más solo en los metros finales. Puede que sea así con PR10, peor más allá del Deja Vú con el nacido en Simoca, Colón extraña otras cosas: defender bien, correr más que el rival y lastimar. No hay muchas excusas: bajaron mucho el nivel los jugadores que eran determinantes en cada línea, desaparecieron las victorias y aparecieron las dudas. Menos mal que, por ahora, el entrenador campeón mantiene la calma. No se enloquece.
Catalogado como "un DT jugadorista" (en muchos casos tiene apenas un puñado de años menos de los jugadores que dirige), la receta del "Barba" sigue pasando por creer en los players, bancarlos, renovarle la confianza y darle la titularidad para que despierten. Por ahora, nada de cuchillo al hueso ni temblor. No se advierte que alguien patee el tablero.
En consecuencia, el "Barba" quiere salir de la tormenta con los mismos que lo llevaron a lo más alto del fútbol argentino. Algún solitario retoque, obligado por lesión, y nada más. Así las cosas, Colón estará obligado a poner el despertador aunque sea domingo. Llegan los santiagueños, que ganaron después de siete fechas con mucha sequía. El campeón, con 3 de 15 y cinco sin ganar, deberá ponerle punto final a la siestita.