Para el Kily, "el partido con Gimnasia será la final del mundo para nosotros"
Unión es, después de Aldosivi y Vélez, el equipo que menos puntos sumó de los 30 que juegan en la máxima categoría del fútbol argentino. Se esperaba mucho más, teniendo en cuenta que el técnico pudo traer todo lo que quiso.
La salida de los jugadores y el Kily en cancha de Huracán. El técnico rojiblanco camina hacia el túnel junto a sus dos colaboradores y se suman Gamba, Mauro Pittón y Ham en el pequeño grupo. Crédito: Juan Manuel Foglia
Se acercaba la medianoche del domingo y el Kily González, entrenador de Unión, hablaba sin ocultar su fastidio e incomodidad por la nueva derrota de visitante. El equipo -su equipo- no consigue arrancar y más allá de que en varias ocasiones de la charla habló de la injusticia del resultado ante Huracán (lo cual es muy cierto), también catalogó de "muy buena" a la actuación del equipo, concepto que no se comparte.
De todos modos, hay algo que el Kily señaló y que no se puede objetar respecto de que Unión mereció otro resultado y no la injusta derrota ante el equipo de Darío Kudelka. Pero perdió, el equipo no arranca, ya van seis fechas, se consumió el 40 por ciento del torneo, está a seis puntos de Huracán, que es el último clasificado, convirtió apenas dos goles en esos seis partidos y dos empates (como local ante Boca e Instituto).
La cosecha es magra y la disputa de un torneo corto (son apenas 16 fechas) con ocho equipos sobre 15 que podrán clasificar para jugar los play off que definirán el campeón, le crean una obligación a aquellos equipos que luchan por algo más que no sea el de sacar puntos para mantener la categoría. Y este es el caso de Unión, que armó un plantel con un doble objetivo: afrontar la Copa Sudamericana y dar un nuevo salto de calidad en este 2025. El magro comienzo y la fragilidad futbolística se han convertido en un común denominador y hasta dieron lugar a otra frase del Kily en la noche de Parque Patricios: "Hay gente que ya no cree en nosotros".
Lucas Gamba cae ante la marca de un defensor del Globo. Al delantero le sigue costando mucho encontrar ese muy buen nivel que tuvo en otros momentos de su trayectoria en Unión. Crédito: Juan Manuel Foglia
A todo esto, hay algo que el técnico no puede discutir y es que, hasta ahora, ha tenido una fuerte "banca" de la gente. El hincha de Unión le reconoce a Cristian González lo que hizo y sintió una identificación con el equipo del año pasado (sobre todo por la entrega e intensidad) que lo hizo crecer en popularidad. No hay reproches, al menos generalizados. El Kily es un hombre de fútbol y sabe que es muy difícil conseguir eso cuando los resultados no respaldan. Y también debe saber que hay un límite y él mismo lo experimentó de la manera en que se fue de Rosario Central.
"Yo seré el primero en darme cuenta cuando el equipo no me responda", fue otra de sus frases. Pues su gran objetivo debe ser, precisamente, el de hacer todo lo que esté a su alcance para que se dé todo lo contrario. Es decir, justamente para que su equipo funcione y para que pueda finalmente encontrar una línea futbolística y un nivel que le permita, cuánto menos, empezar a cosechar buenos resultados.
Unión va a jugar la Copa Sudamericana y también iniciará en breve su participación en la Copa Argentina (un torneo siempre esquivo hasta ahora para el club). Sin dudas que la conformación del plantel se pensó en el volumen de la competencia, al margen de la calidad (no es lo mismo estar en una copa internacional que no estarlo) y de ese objetivo de crecimiento y salto de calidad que siempre debe perseguirse. Pero si Unión no clasifica entre los 8 primeros de los 15 de su zona, será un golpe duro que solamente podría en parte resarcirse o suavizarse si le va muy bien en la Sudamericana o en la Copa Argentina.
Este Unión no tiene, hasta ahora, las cualidades del equipo del torneo pasado. El Kily dijo luego de Huracán que "los chicos se vaciaron", utilizando un término que, como adjetivo calificativo, fue bastante utilizado en el torneo pasado. Pero ese "dejar todo en la cancha" que implica el término "vaciarse", no deja las mismas sensaciones de antes. Uno tiene la impresión y la esperanza de que tiene que dar más en todos los aspectos del juego, tanto desde lo técnico, desde lo táctico y también desde el punto de vista físico de la entrega.
Gerometta y Ham en un primer plano del trabajo precompetitivo del domingo pasado en cancha de Huracán. Crédito: Juan Manuel Foglia
Unión viene pagando muy caro los errores puntuales que lo terminan condicionando. Se desperdician situaciones de gol que pueden modificar el curso de los partidos, se cometen fallas increíbles como la jugada del penal y gol de Huracán, la intempestiva acción de Pardo que le costó la expulsión contra Instituto cuando faltaba más de un tiempo, fueron suficientes para que Unión pierda la chance de sumar un poco más y no de estar allá abajo en la tabla de su zona. Después de Aldosivi y Vélez, Unión es el equipo que menos sumó en un concierto de 30 equipos. Van seis fechas y faltan diez por jugarse. A diferencia del torneo pasado, hubo un mercado de pases en el que Unión estuvo muy activo con las nueve incorporaciones y un gasto de alrededor de 4,5 millones de dólares. El fútbol no tiene lógica entre dinero invertido y logros, no hay una relación directa. Pero la llegada de tantos jugadores ha generado una expectativa que hasta el momento ha defraudado. Se esperaba más de un equipo que no dio señales sólidas. Y esto va más allá de los resultados, porque el juego mismo no convence y no está muy claro -hasta ahora- cuál es el perfil y la identidad de este equipo.
¿En San Nicolás?
El miércoles 5 de marzo, Unión deberá enfrentarse con Colegiales por la fase de 32avos de final de la Copa Argentina. El partido aún no tiene sede confirmada, pero de acuerdo a lo averiguado por El Litoral, hay muchísimas chances de que sea en San Nicolás. También se barajó la sede de Junín, donde Unión quedó eliminado el año pasado a manos de Gimnasia y Esgrima de Mendoza, pero todo indica que será en San Nicolás. Este partido se jugará luego de que Unión reciba a Gimnasia y Esgrima La Plata (sábado 1 a las 21.30 en la avenida) y antes de que visite a Independiente Rivadavia, en Mendoza, el lunes 10 de marzo a las 21.15.
¿Por qué contra Gimnasia?
A muchos podrá llamarle la atención que Unión tenga que jugar en la octava fecha ante Gimnasia y Esgrima La Plata, siendo que Gimnasia no está en la zona de Unión, sino en la otra.
El Lobo viene de ganarle a San Martín de San Juan por 1 a 0. Crédito: Prensa Gimnasia
Por empezar, Gimnasia no es el interzonal de Unión ya que, como no podía ser de otra manera, ese partido es el clásico con Estudiantes. En el caso de Unión, el interzonal fue el partido de la quinta fecha, cuando recibió en su cancha a Instituto.
Para agregar una fecha más, la Liga Profesional dispuso que haya una fecha que se juegue íntegramente con partidos interzonales, pero sin tomar en cuenta ninguna otra variable que no sea la de enfrentar a un equipo de la A contra uno de la B. Así, a Unión le tocó Gimnasia, mientras que, por ejemplo, a River (que está en la zona de Gimnasia) le tocó Estudiantes (que está en la de Unión). Esa fechas será la que se disputará la semana que viene y en la que Unión jugará el sábado 1 de marzo a las 21.30 con el Lobo platense.
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