- ¿En qué consiste la terapia de ibuprofeno inhalado?
El profesional explica de qué manera actúa sobre pacientes con Covid-19 y por qué se podría utilizar en otras patologías una vez que esté autorizada por la Anmat. Una aclaración urgente y una invitación a cuidarnos que bien podría tener ritmo de cumbia.
- ¿En qué consiste la terapia de ibuprofeno inhalado?
- Quiero aclarar antes que nada que no tiene nada que ver con el ibuprofeno en comprimidos, que se compra en farmacias. El Ibuprofeno inhalado es una formulación líquida, única que se utiliza para nebulizar a pacientes con fibrosis quística o problemas neumonales del tipo neumonía o que estén afectados por Covid-19. Es un estudio de investigación compasivo y por eso debe aprobarlo para su uso la autoridad y el médico que esté a cargo del paciente. Para ello se utiliza una capucha o capota para nebulizar por 20 minutos, tres veces por día. Este es el procedimiento. Lo que buscamos, como en toda investigación, es la eficacia. La eficacia vista hasta ahora en los pacientes controlados desde el punto de vista clínico, de laboratorio y de imágenes como radiografía y tomografía de tórax, ha sido muy buena.
- ¿En qué sentido es muy buena esa eficacia? ¿Qué es lo que están midiendo?
- No podemos hablar nunca de excelencia porque hablamos de malo, regular, bueno o muy bueno que significa la mejoría rápida de los pacientes. Como parámetros incluimos en este estudio a pacientes con una baja saturación de oxígeno y que tienen mucha disnea, mucha agitación. Vemos que al cabo de entre 3 y 5 días se negativizan aquellos que son positivos, disminuye notablemente la disnea y mejora la saturación de oxígeno. Esto quiere decir que la eficacia es muy buena.
- ¿Qué significa que sea un tratamiento compasivo?
- Un tratamiento compasivo significa que es una droga que está investigando el médico con aval de las autoridades de la provincia. Porque una vez que completemos esta etapa, y ya está prácticamente en su presentación ante la Anmat, se va a pasar a la fase 2. Eso significa que va a ser un estudio randomizado (aleatorio), que va a estar regulado por autoridades como la Anmat y va a ser un estudio doble ciego (paciente y médico desconocen la asignación de la medicación o un placebo), es decir, que en esta fase dos habrá que incluir unos 200 pacientes para controlar la evolución y pasar a una fase 3. En este momento, compasión significa que lo estamos usando porque no hay un tratamiento definitivo, específico ni nada que cure. Lo que hemos visto con este pre-ensayo clínico es que los parámetros de control mejoraron notablemente, que es de lo que hablamos cuando hablamos de eficacia. Y por otro lado hemos visto que no hubo efectos adversos; es decir, ningún evento secundario que haya sufrido el paciente con esta medicación.
En más de 200 casos tuvimos solamente tres fallecimientos, pero son pacientes que estaban en una etapa de síndrome de respuesta inflamatoria, con shock y distrés respiratorio que se produce en una fase muy agresiva de la enfermedad donde no va a haber respuesta con ningún tipo de medicamentos.
- ¿Córdoba es pionera en la aplicación de esta terapia?
- Somos pioneros en el sentido de que fuimos los primeros en incluir a los pacientes. Y después lo hicieron con pacientes en Buenos Aires, Jujuy, Mendoza y nos están requiriendo prácticamente de todo el país, dados los buenos comentarios respecto del tratamiento. Es una droga de investigación en Córdoba, donde está involucrado Ceprocor, el Conicet y el laboratorio Luar.
- ¿Es un tratamiento que se podría utilizar en otras enfermedades?
- Si. Como infectólogo e investigador de hace muchos años, veo que dentro de la evolución va a ser bastante interesante esta terapia en el uso de diversos tipos de neumonía, no solo por Covid, sino que para otro tipo de neumonía de cualquier otra etiología. Porque la droga actúa a nivel íntimo de las células alveolares, o sea sobre esta membrana hialina que se forma dentro del alvéolo pulmonar cuando se desencadena el cuadro inflamatorio. Va a tener mucho futuro en diversas enfermedades infecciosas pulmonares, sobre todo bacterianas, virales, y de otro etiología que no sea Covid.
- En el plano personal, ¿cómo lo tomó esta situación tan novedosa y desconcertante que es el Covid? ¿En qué estaba trabajando y cómo tuvo que "recalcular" ese trabajo?
- Nos encontramos con un virus que sabíamos que iba a llegar porque Argentina no iba a estar exenta de esta pandemia. Tengamos en cuenta que los primeros casos que se desencadenan en el país fueron a partir de viajeros; por lo tanto, era lógico que iba a llegar. Las primeras medidas que tomó el gobierno nacional estuvieron muy bien; diría casi perfectas. Pero a mi juicio hubo un error y esta es una opinión personal: en esa primera cuarentena deberíamos haber preparado a la comunidad para el futuro. Porque cuando empezamos con las distintas cuarentenas, el encerramiento y la gente sin preparar, empezaron a ocurrir otros problemas como con el transporte, sobre todo en Buenos Aires, que estaba lleno. En Córdoba fue menos porque justo hubo un paro del transporte. Entonces, en líneas generales, la pandemia era esperable y creo que a la gente se la debería haber preparado en las primeras semanas. Hay algo fundamental: en el consultorio, cuando los pacientes no preguntan por la enfermedad es porque ya no les interesa y no quieren que le expliquen nada. Entonces, si se hubiese insistido con que "hasta ahora los cuidamos nosotros" -pidiendo que usen barbijo, que estén distanciados, que se laven las manos con agua y jabón o alcohol-, y "ahora debe cuidarse usted", la gente hacía caso. Pero para eso hay que prepararla.
- Y ahora, a seis meses de la primera cuarentena, y con la curva de casos que sigue creciendo, al menos en Santa Fe, ¿qué hacemos?
- Soy asesor en el ministerio (de Salud, de la provincia de Córdoba). Siempre propuse que hay que llegar a la comunidad. Hay que buscar personajes en Santa Fe. En Santa Fe, está el conjunto...
- Los Palmeras me va a decir.
- Exacto, Los Palmeras, que tienen tanta llegada no solo a Santa Fe sino al país. Ellos pueden salir en un breve spot publicitario diciendo "ahora debemos cuidarnos nosotros", "Estemos distanciados", "Usemos el barbijo, lavémonos las manos". Si lo dicen, no tenga dudas de que la comunidad lo va a aceptar. Porque después de seis meses nadie quiere creer en las autoridades. Por eso es importante que estos personajes, que en Santa Fe deben ser muchos más y en Córdoba también, lleguen a la población.
Cuando el gobierno hace una obra está la televisión la radio; están todos. Utilicemos este tiempo en que no hay obras que inaugurar para enseñar protección a la comunidad. Tenemos que amigarnos con la comunidad después de seis meses.
- Y la comunidad tendrá que amigarse con el virus porque se va a quedar por mucho tiempo.
- Exactamente. En definitiva, tenemos que ayudar a la comunidad a convivir con este que es un personaje más pero, si me cuido, lo puedo solucionar. Si estoy distanciado, el virus no llega; si hablo sin gritar, tampoco; si no tengo contacto con quien me cruzo en la calle y si en el supermercado mantengo la distancia, tampoco. Para el contagio se necesita contacto directo, sin barbijo, 15 minutos y estar hablando permanentemente. Es fácil y simple la explicación y se lo debemos a la comunidad.
Día por día
Ambasch es Prof. de Infectología "de toda la vida", fue jefe de Departamento del Hospital San Roque y actualmente lo es del Sanatorio Mayo. Además, presidió la Asociación Panamericana de Infectología.
- Con semejante trayectoria, ¿se imaginó que íbamos a estar atravesando esta situación?
- No. He pasado por otras epidemias: gripe y meningococo en 1975; la de gripe de 2009. En esta pandemia, cuando se la compara con otras, se trata de un virus mucho mas contagioso o fácilmente contagioso con un porcentaje de mortalidad que no es alto. Por suerte la mayoría de los casos, el 85 ó 90 %, son ambulatorios y los graves un 5 %. Son las cifras mundiales y en nuestro país son similares.
Hace unos meses fui bastante optimista en un primer momento, cuando se hizo la primera cuarentena. Y cuando vi que nos seguían encerrando pero nadie educaba, me empecé a preocupar. Evidentemente vemos esto.
- ¿Cómo lo interpela como profesional? Porque es un desafío enorme.
- Es un desafío día a día, donde estamos analizando más casos hoy, menos casos mañana. En Córdoba, tenemos más casos en el interior que en la capital. Dentro de todo lo que estamos viviendo en la provincia no estamos tan mal; estamos esperando para esta semana y la próxima un pico mayor y después empezar a tener un descenso. Si vemos lo que pasa en Buenos Aires, Capital lo está manejando bastante bien y Provincia no tan bien. Y en Santa Fe, Salta, Jujuy están en un crecimiento de casos.
Creo que si educamos a la población, vamos a poder controlar la situación. No hay otra. Esto no depende hoy de ninguna vacuna porque para eso vamos a tener que esperar por todas las fases de investigación. Hoy lo más importante es la educación de la población.
Germán Ambasch
Médico Infectólogo e investigador. Es el actual Jefe de servicio de Infectología del Sanatorio Mayo (Córdoba), ex presidente de la Asociación Panamericana de Infectología y ex presidente de la Sociedad de Investigación Clínica de Córdoba. Académico correspondiente extranjero de la Real Academia, ex jefe de Departamento de Medicina en el Hospital San Roque (Córdoba) y ex profesor de Infectología de la Facultad de Medicina de la UNC y UCC.
Informar y educar
"Yo hago dos diferencias: informar y educar", aclara el Dr. Germán Ambasch.
"Lo que estamos haciendo (con esta entrevista) es informar; educar es un cambio de conductas. Lo que estoy informando es valedero pero lo que tengo que decir a la comunidad es que cambie las conductas porque va a tener que usar un barbijo que antes no usaba, y va a tener que estar distanciada y tendrá que cuidarse en las reuniones sociales como antes no lo hacía".
En definitiva, para el profesional "educar es instruir a la comunidad que necesita un cambio de conducta".