En Las Flores II, el carnaval late al ritmo que imponen los niños y las niñas del barrio. Sus protagonistas son la murga "Chicharritas", que transformó las tardes de juego en energía candombera, desplegando color y alegría.
Lo que comenzó como un juego se convirtió en un proyecto artístico que hoy integran 30 niños y niñas del barrio al norte de la ciudad de Santa Fe. Con el apoyo de vecinos y educadores, el grupo tendrá este sábado su gran estreno en la actividad que organiza la Municipalidad.
En Las Flores II, el carnaval late al ritmo que imponen los niños y las niñas del barrio. Sus protagonistas son la murga "Chicharritas", que transformó las tardes de juego en energía candombera, desplegando color y alegría.
El grupo, que nació al calor de la comunidad y hoy ya cuenta con 30 integrantes, tendrá este sábado 22 de febrero la primera presentación en el marco de los Carnabarriales, una de las propuestas más celebradas en el verano de la ciudad de Santa Fe.
Será durante el cuarto fin de semana de la actividad. Tendrá lugar en el barrio Cabal, durante la tarde-noche, con una recorrida a lo largo de la calle Servando Bayo, desde Boneo hasta Castelli.
El origen de la murga se remonta a octubre de 2024, cuando la agrupación murguera Al Trote visitó la Plaza Chicharritas -un espacio recuperado del populoso barrio al norte de la ciudad-, despertando en los niños la chispa del carnaval. A partir de ahí, valiéndose de tarros y latas que tenían en casa, comenzaron a ensayar los primeros compases.
"Nos empezamos a juntar espontáneamente, haciéndole honor al nombre de la plaza, como chicharritas en verano. Así, poco a poco, le fuimos ganando al silencio, ese de la siesta de los grandes", recuerdan Eugenia Zorzi, profesora de educación física, y Mariano Mariani, profesor de filosofía, quienes fueron testigos de ese nacimiento, y decidieron ser parte del equipo que alentó a los niños, dándole forma a sus ensayos.
En pocos días, lo que comenzó como un juego se volvió un hábito. Para noviembre ya eran más de diez los niños que se reunían periódicamente, tardes a tarde, para hacer sonar sus ritmos.
Fue entonces cuando Escuela Lúdica y un grupo de educadores del barrio se sumaron para acompañar el proceso. Es que, en palabras de Zorzi, "la murga es un espacio donde los chicos pueden expresarse, aprender del otro y sentir que forman parte de algo grande". "No somos sin los otros y, en comunidad, podemos lograr cosas maravillosas", reflexiona la docente.
Entre los primeros integrantes estaban Alan, Luciano, Bauti, Francesco, Valen, Leandro, Agus, Joaquín, Tiziano, Cachete y Lolo. "Era un movimiento natural de la cofradía y el compañerismo", recuerdan los adultos que los acompañaron en esos días de descubrimiento entre los que estuvieron Hugo Venencia, Paola Serrani y la familia Lozano.
A fines de 2024, más que motivados con el grupo, los chicos pudieron recibir la visita de Al Trote y La Mueca del Rejunte, dos reconocidas agrupaciones murgueras de la ciudad que los guiaron en los ritmos y pasos de baile.
En ese camino, comenzaron de a poco a confeccionar sus primeros chalecos, dejando atrás los tarros improvisados para dar paso a instrumentos de percusión, algunos donados y otros prestados por la comunidad.
El crecimiento fue imparable. Para enero de este año, la murga ya tenía su identidad definida: su nombre, inspirado en la plaza que los cobijó desde el primer día; su logo, diseñado por los propios chicos; y su disciplina de ensayos semanales todos los martes a las 18.30 hs. "El compromiso que demostraron es emocionante. Los ves llegar con ganas, esperando ese momento en el que la música los une", cuenta Zorzi.
El sueño colectivo encontró un horizonte concreto: los Carnabarriales organizados por el Movimiento de Organizaciones Murgueras del Oeste, que cuentan con el apoyo de la Municipalidad de Santa Fe y del gobierno de la Provincia.
La invitación que recibieron las Chicharritas fue el motor que consolidó el proyecto y sumó a nuevos integrantes. En las primeras semanas de febrero, el grupo creció a 30 niños y niñas, entre instrumentistas y bailarines, ensayando dos veces por semana con la mirada puesta en su debut.
Para los chicos de Las Flores II, la murga no es solo música y carnaval: es un espacio de encuentro, amistad y comunidad. "Este barrio siempre tuvo identidad de lucha y resistencia. La murga es parte de eso: nos recuerda que el arte, la cultura y el juego también son una forma de construir futuro", destaca Mariani.
Así, este sábado 22 de febrero, cuando las Chicharritas hagan su primera presentación en el Carnabarrial, no será solo una murga debutando. Será la celebración de un sueño compartido, el resultado de un barrio que apostó por el encuentro y la alegría como forma de transformación. Un sueño que, como ellos mismos expresan, no concluye sino que "continuará".
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.