El Litoral
Las tareas se dan en horarios pico de circulación en los barrios para generar presencia y cuidar a los vecinos.
El Litoral
Son las nueve de la mañana del viernes, la niebla ya se disipó y el cielo está claro. Dos horas antes entraron a trabajar los efectivos del escuadrón Santa Fe Norte II sabiendo que les toca “saturar” Coronel Dorrego. Tras alistarse, los gendarmes se subieron a las VW Amarok que tiene la fuerza y partieron a la tarea.
En el renovado bulevar French y Marcial Candioti se posiciona el primer control principal, cuenta con 7 suboficiales a cargo de un oficial que tienen la orden expresa de chequear “todo lo que se mueve”. En los controles nunca son menos de cuatro efectivos; es un tema de seguridad y apoyo de la situación.
La esquina mencionada es un señuelo, están visibles, buscan ser vistos. Así logran que los que tienen miedo de ser alcanzados doblen en la esquina anterior. Sin embargo, aquellos que eluden los gendarmes y conos no esperan encontrase con otro retén a las dos cuadras. “Se trabaja en cuadrículas para evitar que evadan los controles”, dijo el comandante Fabián Dutra que se desempeña como segundo jefe del Escuadrón Santa Fe Norte I en un recorrida que realizó El Litoral.
“Los operativos son efectivos” se vanaglorian. Al instalarse en un lugar determinado, se cuenta con el sistema de antecedentes de Gendarmería, Prefectura y Policía de la Provincia. Cuando se para una persona para consultar si tiene antecedentes, se busca en esas tres bases de datos que se manejan desde las oficinas en la Agrupación XXI Santa Fe Norte.
Estas “saturaciones” en los barrios son para darle seguridad a los vecinos en los horarios cruciales: entre las 5 y 7 de la mañana que se van a trabajar y alrededor de las 20 cuando regresan. “No se busca molestar al ciudadano”, explica Dutra.
Un factor exógeno a la gendarmería y que ayudó a la seguridad -dicen- son las obras en los barrios. Desde que llegó el pavimento y la iluminación, disminuyó mucho el delito; son claves para un mejor patrullaje y para que los vecinos del barrio puedan salir y entrar sin problemas.
Tres detenciones por día
“Se controlan todos los vehículos y personas que resultan sospechosas” de acuerdo a las investigaciones y la formación que tienen los gendarmes, afirmó el segundo jefe del escuadrón. Identificación de personas, de vehículos, pedido de antecedentes o secuestro son las principales actividades que desarrollan en los operativos diurnos. En otros momentos del día se realiza la inteligencia y una vez finalizada esa etapa, se allanan domicilios con un número considerable de efectivos.
Los controles no discriminan: autos cero kilómetros, usados, taxis, remises, repartidores y hasta colectivos de línea son parados para el control. ¿Los resultados? Cada mañana se detienen en promedio a tres personas, la mayoría por tener antecedentes. Además, los vecinos de los barrios mencionados agradecen la presencia de la Gendarmería porque le devolvió la tranquilidad al barrio.
Además de hacer las saturaciones, también se persigue al narcotráfico como premisa nacional. Desde la “Agrupación XXI Santa Fe Norte” sostienen que los procedimientos contra el narco se dan mayoritariamente sobre la modalidad de “narcomenudeo”. La Gendarmería detiene a los delincuentes y les incauta la droga; así los van corriendo del barrio y se mueven por toda la ciudad en un partido de ajedrez que muchas veces no tiene un ganador claro.