De la Redacción de El Litoral
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Hubo una suelta de globos.
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Familiares y amigos de Antonella Olmedo (21) marcharon ayer al atardecer hasta J.J. Paso al 2900 (y 4 de Enero), donde funcionaba la panadería Colella e Hijos en la que hace un año perdiera la vida la joven trabajadora, producto de las heridas sufridas por una explosión.
Hoy sólo quedan restos del local comercial, que permanece clausurado, con un cartelón publicitario al frente, el que fue graffiteado con consignas que reclaman justicia por Antonella. También cuelga un poco más arriba un pasacalles con el mismo pedido.
Los manifestantes, encabezados por Marcela, su madre, y sus hermanitos, realizaron una suelta de globos. Ya había caído el sol cuando retumbó en el barrio Sur el reclamo de justicia. “Quiero que los culpables de la muerte de mi hija estén presos”, expresó Marcela, “porque cada día que pasa es más duro”.
Cabe recordar que son cinco las personas imputadas por el fiscal Andrés Marchi en la causa, que les atribuyó el delito de “estrago culposo agravado por poner en peligro y causar la muerte de personas”. Marchi consideró que cada uno de los imputados (tres hombres y dos mujeres) tuvo responsabilidad en la muerte de la joven “por la imprudencia, negligencia, impericia en su arte o profesión e inobservancia de los reglamentos u ordenanzas vigentes”.
Uno de los cinco imputados es el propietario y administrador del local en el que se produjo la explosión. Se trata de un hombre de 43 años cuyas iniciales son MW. También fue imputado el titular de la panadería. Se trata de un hombre de 29 años cuyas iniciales son NFC. Otra de las imputadas es una mujer de 30 años cuyas iniciales son NS, quien era la encargada de los locales de venta de la panadería y tenía a su cargo a los empleados. Y los otros dos imputados son los titulares de un maxiquiosco ubicado en otro local cercano. Se trata de una mujer de 43 años cuyas iniciales son MFS, y de un hombre de 46 años cuyas iniciales son GAA.
Aquel domingo trágico
Antonella Olmedo murió el jueves 15 de octubre a raíz de una falla multiorgánica producida por las quemaduras que sufrió en el 65 por ciento de su cuerpo. La explosión que le produjo las lesiones ocurrió entre las 19.30 y las 20.15 del domingo 13 de septiembre, como consecuencia de una pérdida de gas natural que habría sido informada en febrero y en mayo por otras empleadas a la encargada de la empresa de una boca de alimentación sin artefacto conectado y sin tapón epoxi obturador de seguridad.
El gas produjo la ignición al entrar en contacto con una chispa que se produjo cuando la joven desenchufó una lámpara eléctrica mata-insectos. La deflagración generó la caída del cielorraso, rotura de vidrios, desprendimiento de las puertas de ingreso a la panadería y a los dos locales contiguos, afectación de enseres y mercaderías y corrimiento de los muebles de su lugar.
Además del fallecimiento de Antonella Olmedo, otras seis personas que estaban en el kiosco ubicado en el local número 3 y en la vía pública sufrieron lesiones de distinta consideración.