“Más santafesino que el Puente Colgante”, dice el dicho. Y sí, cómo negarlo. El Puente Colgante es un símbolo indiscutible de la ciudad. El mismo que se cayó en 1983 y volvió a erigirse entre 2001 y 2002, en octubre de 2014 se convierte en Monumento Histórico Nacional. La noticia que enorgullece a los santafesinos se inicia hace dos años atrás, con la convocatoria del senador por el Departamento La Capital, Hugo Marcucci, a la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos. Ese pedido -acompañado entonces por el intendente José Corral-, tuvo respuesta favorable basándose en que “la relación entre la ciudad de Santa Fe y el Puente Colgante conforma una imagen simbólica que es parte inseparable de la identidad e idiosincrasia de la región”.
“Es un orgullo para los santafesinos que el Puente Colgante, que es el símbolo de la ciudad, sea reconocido como Monumento Histórico Nacional. Apoyamos desde un principio las gestiones del senador Hugo Marcucci para que este reconocimiento sea realidad”, indicó José Corral esta mañana. En ese sentido, el intendente agregó que “el Puente Colgante es una postal de la ciudad. Es aquello que nos identifica como imagen, y no es casualidad porque tiene un encanto especial y un valor arquitectónico por sí mismo. Pero a su vez tiene que ver con la historia de la ciudad”.
Gestiones
Cabe recordar que en el mes de marzo se concretó un encuentro entre el senador y el mandatario para impulsar la iniciativa que acaba de concretase. De aquel encuentro, que se realizó en el Palacio Municipal, participaron además representantes de la Universidad Nacional del Litoral, del Ministerio de Innovación y Cultura de la Provincia, de la Universidad Católica, de la UTN Facultad Regional Santa Fe, del Colegio de Profesionales de la Ingeniería Civil, del Colegio de Arquitectos de Santa Fe, entre otras instituciones.
Historia de un símbolo
El Puente fue construido a principios del siglo XX (1924). Nació como acueducto para trasladar el agua desde el río Colastiné, pero desde su inauguración significó el símbolo de la unión de los pueblos con una arquitectura de jerarquía internacional. Y fue desde siempre el símbolo de esa entrañable relación que tiene nuestra ciudad con el río. Cabe recordar, que fue el único paso vehicular hacia el Este hasta la construcción del viaducto Oroño, comenzado en 1968 y concluido en 1971. Ambos puentes se encuentran apenas separados entre sí.
“El ícono arquitectónico es la demostración de que cuando hay decisión, trabajo e inteligencia es posible superar los más complejos desafíos y, junto al Túnel Subfluvial, nos identifica como santafesinos”, remarcó José Corral sobre el Puente Colgante, y no dejó de señalar que “también nos recuerda la gran inundación de 1983, cuando el agua lo hizo caer y la desidia lo abandonó por mucho tiempo. Hasta que fue reconstruido y hoy es el emblema de la ciudad y del país”.
Obra maestra
El Puente Colgante es una estructura semirrígida, construido por el Sistema Gischard, de tres tramos, con dos pilares trucados a 26,20 m de profundidad. El viaducto cruza la Laguna Setúbal, uniendo las avenidas Costanera Oeste y Este que bordean ambas márgenes, y es nexo del resto de las localidades ubicadas hacia el este (La Guardia, Colastiné, Rincón o Paraná).
Construido en el año 1924, se convirtió en un símbolo de esta capital. El 28 de septiembre de 1983, ante la mirada atónita de vecinos y periodistas, cayó parte del puente al no poder sostenerse de pie ante una de las peores inundaciones. Un segmento del puente quedó hundido en la Laguna Setúbal y se recuperó en 1984. Partes de la estructura, que durmieron algunos años en el puerto, fueron vendidas durante la administración que encabezó el justicialista José María Vernet.
Recién en 2001, la ciudad recuperó su emblema. El puente, una vez reconstruido, preservó los elementos originales, integrándolos a los nuevos y contrastándolos, sin romper la unidad visual de la obra. El detalle sobresaliente es que la antena oeste es la original, armada en el año 1924. La nueva antena se diferencia de la antigua es que carece de remaches, siendo sus uniones realizadas por soldadura. (MCSF)