A raíz de la publicación de la nota "Santo Tomé proyecta una zona de countries con 35 mil a 40 mil personas en veinte años", en la que se vierten conceptos del secretario municipal de Obras Públicas, Sergio Trevisani, algunos vecinos del sector, conocido como Distrito de Urbanizaciones Especiales (DUE 23), quisieron brindar su punto de vista, en total discordancia. Lo hicieron a través de un escrito, en el que muestran su desacuerdo con lo reflejado en aquella ocasión.
Entre los residentes que avalan el texto puede mencionarse a Luis Agramunt, Fernando Aguiló, Alejandro Alleso, Dario Clariá y Simón González. Todos habitan la zona norte de Santo Tomé, que incluye las llamadas urbanizaciones especiales (Aires del Llano, Altos de La Ribera, Dos Lagunas, El Paso, El Pinar, La Tatenguita, Las Almenas, Solares del Paucke), así como los barrios Costa Azul, El Chaparral y Santo Tomás de Aquino. Ellos, aseguran que no se sienten identificados por lo expuesto por el funcionario municipal, fundamentalmente porque "se plantea a esta zona como una región planificada, integrada y con un sin número de servicios".
Por el contrario, señalan, "sentimos que lejos de planificar, integrar y proveer servicios básicos, el municipio no tiene presencia en esta zona de su ejido municipal, la que crece y se desarrolla como puede, por el esfuerzo de sus vecinos y la inversión privada". "Gran parte de esta zona norte no tiene los servicios básicos -como agua de red, cloacas, Internet de calidad-, tampoco dispone de un servicio público de transporte que una esta parte de la ciudad con el resto de la misma, ni de una posta sanitaria", agregan.
Los pocos caminos asfaltados, continúan, "están en muy malas condiciones con muy bajo mantenimiento". En la nota -recuerdan-, "se habla solamente de un desarrollo conocido como Santomás, pero, ¿Y con el resto de los vecinos y los barrios qué pasa? ¿Seguiremos en el abandono? ¿Sin servicios?". A la vez, se preguntan: "¿Esta nueva urbanización aprovecha la inversión que hace más de cuarenta años están haciendo los vecinos de la zona y nada de la plusvalía que generará este desarrollo se volcará en el resto del sector?".
Los vecinos reconocen que "existe un gran potencial para vecinos de Santo Tomé que quieran desarrollar sus actividades laborales en esta zona, ya que el sector mueve más de 2.000 personas por día (contratistas, albañiles, empleadas domésticas, jardineros), pero, producto de la mala comunicación que existe -con un camino en muy mal estado y la falta de transporte público-, es muy baja la afluencia de santomesinos que trabajan en esta zona".
"Solo dos de cada diez trabajadores son de Santo Tomé", puntualizan, a la vez que recuerdan que la población de Costa Azul acarrear la dificultad de tener que movilizarse a pie para ir a la escuela, hacer las compras o ir a un centro de salud. Ante esta situación, agregan, los vecinos "priorizan la interconexión con la ciudad de Santa Fe para hacer sus compras, contratar servicios y realizar sus actividades".
Existe "un gran potencial de trabajo para realizar, que beneficiaría a los vecinos de la zona norte de la ciudad, pero también al resto, con mayores compras, contrataciones y la interacción entre las dos partes de la ciudad desconectadas", explican después. "No hablamos de un sanatorio o de un hospital público, ni siquiera existe una posta sanitaria", subrayan. "Pregunten a vecinos de El Chaparral hasta dónde tienen que caminar para poder atenderse, porque a veces no tienen una bicicleta para trasladarse hasta allí", resaltan.
"El municipio no ha planificado ni ha reservado espacios para el desarrollo futuro de infraestructura y espacios públicos, como ser plazas, centro de salud, policía y demás", prosiguen. Hoy, acotan, "el sector carece de presencia del Estado: no hay ni dispensario, ni un destacamento policial, ni escuela, ni una plaza. El municipio ni siquiera cubre con parte de los servicios de alumbrado, recolección de residuos y corte de yuyos", aseguran.
"Para que nos cambien un foco de la calle, los mismos vecinos tenemos que comprarlos", ejemplifican. Pero eso sí, añaden, "a la hora de recaudar, la zona paga una tasa diferencial que es la más alta del municipio, ya que lo que pagan menos del 10% de los vecinos de Santo Tomé representa más del 35% del total recaudado por el municipio en dicho concepto". Aun así, insisten, "nada o prácticamente nada de esto vuelve en obras, mantenimiento o mejores servicios".
"Sentimos que no nos tiene en cuenta"
En su escrito, los vecinos del DUE 23 sostienen que los barrios del norte santotomesino ya podrían haberse constituido en una ciudad por separado. "Tenemos cerca de 8.000 habitantes entre todos los barrios y las proyecciones hablan que llegaremos a ser 40.000, pero sentimos que no nos tienen en cuenta", explican.
"Nos hemos juntado en muchas ocasiones con la intendenta y nos ha escuchado, pero luego no vemos avances ni soluciones… Por eso mismo se había propuesto la posibilidad de generar una localidad nueva, llamada Villa Pai Sumé", amplían. "Entendemos- prosiguen- que posiblemente el municipio tenga otras prioridades o urgencias, con lo cual le pedimos que nos deje gestionar nuestros recursos para incrementar la calidad de vida de los vecinos de este sector de la ciudad y sacarle un problema al municipio de Santo Tomé".
"Los vecinos entienden que después de décadas sin contar prácticamente con ninguna asistencia del Estado municipal y debiendo resolver sus problemas de la manera que le ha sido posible, esta zona, que tiene un notable crecimiento poblacional y constante desarrollo, tiene el derecho de gestionarse por sí misma", completan. "Podemos entender que el sector no sea prioritario en la agenda de la Intendencia, pero lo cierto es que en los últimos cuarenta años el municipio no ha realizado ninguna inversión importante en la zona, a pesar del continuo desarrollo, pago de plusvalías, tasas e impuesto", concluyen.