Manet y "El almuerzo sobre la hierba": la provocación que modernizó la pintura
Una mujer desnuda, dos hombres vestidos y un picnic en gran formato: la fórmula con la que el pintor franés Edouard Manet redefinió las reglas del arte a mediados del siglo XIX.
Fragmento de “El almuerzo sobre la hierba”, que generó polémicas en el siglo XIX. Foto: Museo de Orsay
“El Almuerzo sobre la hierba” (en el francés original, “Le Déjeuner sur l'herbe”) es la obra más conocida del artista francés Édouard Manet, creada en 1863. La obra mide 208 cm de alto por 264,5 cm de ancho y se encuentra resguardada en el Museo de Orsay, en París. Se trata de una pintura al óleo considerada un engranaje fundamental dentro de lo que se conoce como el movimiento preimpresionista.
Ya sus dimensiones son completamente atípicas: nunca antes se había pintado un cuadro tan grande relacionado a una temática que era considerada “menor”, como un picnic. De acuerdo a lo que señala Regina Sienra, “hasta Manet, los artistas solían reservar lienzos de este tamaño para pinturas académicas inspiradas en la alegoría, la historia y la mitología”.
Obra de Manet. Foto: National Gallery Londres
De modo que, sigue la especialista, al retratar una escena ordinaria a una escala tan grande, Manet “validó los temas aparentemente mundanos, inspirando a impresionistas como Claude Monet y Auguste Renoir a hacer lo mismo con Nenúfares y Almuerzo de los remeros, respectivamente”.
“El almuerzo sobre la hierba” generó escándalo en la sociedad parisina. Es que representa a una mujer desnuda que comparte una comida al aire libre con dos hombres vestidos. Hasta ese momento, los desnudos servían para referencias mitológicas o alegóricas, las cuales no están presentes en este caso. Todo un desafío a las normas morales de la época.
Obra de Manet. Foto: Museo de Orsay
Tal como señalan los datos sobre la obra que constan en la página del Museo de Orsay, “la presencia de una mujer desnuda en medio de hombres vestidos no está justificada por ningún pretexto mitológico o alegórico. La modernidad de los personajes hace obscena, a los ojos de sus contemporáneos, esta escena casi irreal”. Lo cierto es que este paso de audacia llevó a que la obra fuera rechazada en el Salón Oficial y expuesta en el Salón de los Rechazados.
La figura femenina, que en otro gesto de osadía, mira directamente al espectador, se destaca por su desnudez y por su representación realista. Los personajes masculinos son reconocibles y pertenecen al círculo íntimo de Manet, lo que agrega una capa personal a la obra. Los expertos verifican en esta figura influencias de Tiziano y Rafael.
Obra de Manet. Foto: Instituto de Arte Courtauld
Influencias
Manet. que nació un día como hoy, 23 de enero de 1832, empleó una técnica que combina elementos del realismo con un estilo impresionista, pero todavía incipiente. Se vale de una luz fotográfica que da a cada figura un aspecto casi desconectado entre sí, creando una sensación de collage. Además, la perspectiva es manipulada intencionalmente: la mujer del fondo es grande en comparación con los personajes del primer plano. Tal ruptura con las reglas de composición y perspectiva fue central para abrir camino al arte moderno.
Miguel Calvo Santos sostiene que es una obra preimpresionista por varias razones. “Manet usa un motivo de su entorno inmediato, no oculta las pinceladas, parece inacabada en algunas zonas. Y la nueva generación de pintores franceses considerarían a Manet un héroe, un tipo dispuesto a romper con las normas del arte tradicional. Era el pintor de la vida moderna, como diría Baudelaire”.
Pablo Picasso, "Le déjeuner sur l'herbe d'après Manet" 1960. Foto: Museo Picasso París
La influencia de "El Almuerzo sobre la hierba" se extiende a lo largo del tiempo, al punto que fue reconocida por artistas de distintas vertientes. Pablo Picasso, por ejemplo, se inspiró en esta obra para crear varias piezas diferentes. De hecho, en los archivos del Museo de Orsay, consta que en el dorso de un sobre de la galería Simon el español escribió: “Cuando veo el Almuerzo sobre la hierba de Manet, me digo dolores para el futuro”. Queda claro, entonces, que Manet abrió el camino para movimientos futuros como el cubismo y el surrealismo.
Pablo Picasso "Le déjeuner sur l'herbe d'après Manet", 1962. Foto: Museo Picasso París
Samuel Martínez lo dejó claro en un artículo de su autoría: “los futuros impresionistas no lo dudaron ni un segundo. Había que seguir la estela de Manet, que rápidamente se convirtió en una de las máximas influencias de los Renoir, Degas, Sisley o Pissarro”.
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