Según el informe, en el primer trimestre de 2025, se espera que la producción de carne vacuna caiga un 2% por debajo de los resultados del mismo período del año pasado, y que los volúmenes del segundo trimestre caigan otro 3% interanual.
La semana pasada, se dio a conocer el primer reporte trimestral del año elaborado por el Departamento de Research del Rabobank. “Este pone números y precisiones a lo ya esperado: un escenario de contracción de la oferta de carne vacuna a nivel mundial, frente a una fuerte demanda, resultando en un balance ciertamente ajustado para el año en curso”, destaca el informe del ROSGAN.
Según el informe, en el primer trimestre de 2025, se espera que la producción de carne vacuna caiga un 2% por debajo de los resultados del mismo período del año pasado, y que los volúmenes del segundo trimestre caigan otro 3% interanual.
Números que, en principio, muestran una primera mitad del año aún más ajustada de la prevista por el USDA, cuyas previsiones anuales indican una contracción del 1% interanual.
Bajo estos guarismos, el banco holandés pone especial foco en el rol de Sudamérica y su creciente participación en los mercados mundiales de carne vacuna.
Según su análisis, en los últimos ciclos, esta creciente demanda internacional, especialmente liderada por China, no ha estado acompañada por un crecimiento de los rodeos ganaderos, llevando a los países de la región a priorizar las exportaciones por sobre sus mercados internos, lo que ha agudizado a su vez los niveles de extracción.
Desde finales de 2018, pero agudizado aún más a partir de 2019 y 2020, la irrupción de China en el mercado de carne vacuna ha llevado a los principales productores a forzar sus saldos exportables por sobre el crecimiento de su producción.
Este comportamiento se observa de manera muy marcada en Sudamérica, en particular en Brasil, Argentina y Uruguay, países que, en conjunto, en 2024 llegaron a suministrar el 76% de las importaciones totales de carne vacuna de China, representando, a su vez, el 38% del comercio mundial, 10 puntos más de lo aportado al inicio de este período.
Sin embargo, en los últimos dos años, la demanda internacional no estuvo dinamizada exclusivamente por China. Estados Unidos se ha posicionado como un actor clave en el escenario mundial.
La caída ininterrumpida que han registrado sus stocks ganaderos en los últimos 3 a 4 años, producto de la sequía, lo ha llevado a incrementar sus importaciones por encima de sus propios saldos exportables.
Según el último informe de Proyecciones a Largo Plazo hasta 2034, elaborado por el USDA, las compras de carne vacuna en el exterior alcanzarían este año más de 2 millones de toneladas, para luego descender hasta los 1,36 millones de toneladas en 2029, como resultado de la reconstrucción del rodeo vacuno y la consecuente recuperación de la producción.
Asimismo, el USDA proyecta que las exportaciones volverán a caer un 12% este año, a menos de 1,2 millones de toneladas, continuando con esa misma tendencia hasta 2027, cuando alcanzarían un piso de menos de 1 millón de toneladas, para luego recuperarse a más de 1,4 millones de toneladas recién hacia 2030.
En suma, para el año en curso, el organismo proyecta una balanza comercial deficitaria cercana a las 830 mil toneladas, las cuales presionarán sobre una producción global que será casi 500 mil toneladas inferior.
Sumado a ello, la suba de aranceles impuestos por la nueva administración estadounidense a China y su inmediata respuesta por parte del gobierno asiático han introducido un elevado grado de incertidumbre a nivel comercial.
Recordemos que, a partir de marzo, el presidente Trump dispuso la entrada en vigencia de un arancel adicional del 10% a productos chinos, lo que activó la respuesta inmediata de su par chino, incrementando sus tasas de ingreso para una serie de productos agrícolas, entre los que se encuentra la carne vacuna, ahora gravada con un 10%.
Asimismo, el presidente norteamericano también ha planteado la posibilidad de imponer aranceles del 25% a las importaciones de la Unión Europea, en cuyo caso se espera una política recíproca por parte del bloque.
En definitiva, las políticas comerciales del presidente Trump han supuesto todo un cambio de paradigma en el ordenamiento del comercio mundial.
Si bien, claramente, el endurecimiento de una guerra comercial no es un escenario deseable para el comercio internacional, lo cierto es que, específicamente para el caso de la carne vacuna, donde la mayor tensión se centra entre países del hemisferio norte, los productores de Sudamérica, especialmente Brasil y Argentina, podrían quedar muy bien posicionados dado el potencial de crecimiento de sus ganaderías.
De acuerdo con las cifras del USDA, los países que integran el MERCOSUR, llegarían a representar este año cerca del 42% del comercio mundial de carne vacuna.
En efecto, en el caso de Brasil, si tomamos las últimas actualizaciones elaboradas por su delegación local en Brasilia, el organismo proyecta otro año récord con exportaciones que rondarían los 3,88 millones de toneladas, superando los 3,6 millones previstos en su proyección global del mes de octubre.
De confirmarse, este dato implicaría superar en un 7% los 3,63 millones de 2024 llevando al boque a una participación del 44% a nivel global.
Para 2025, si bien el organismo norteamericano proyecta un nuevo crecimiento en exportaciones del orden del 5%, localmente se reconoce que el país aún tiene grandes condicionantes internos que limitan este potencial.
Por su parte, Argentina también ha registrado su segundo año consecutivo con exportaciones récord. Aún con algunos problemas de competitividad en el caso Argentino, se espera un buen año para el sector.
Los datos recientemente publicados por la FAO respecto de la evolución de los precios internacionales de la carne muestran, para la carne bovina, una importante recuperación de valores en los últimos meses, luego del descenso observado el año pasado.
En efecto, el índice de precios de febrero, construido a partir del promedio de las cotizaciones de referencia para EE.UU., Brasil y Australia, muestra una recuperación del 5% en los últimos tres meses, ubicándose a menos de 4 puntos porcentuales por debajo de los máximos históricos alcanzados a inicios de 2022.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.