En la segunda reunión del Consejo Directivo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), realizada este viernes, las negociaciones permitieron alcanzar un acuerdo parcial respecto al Plan de Modernización propuesto por el Gobierno, pero quedaron en suspenso puntos clave como la venta de inmuebles y los despidos de empleados, medidas que habían generado fuerte resistencia.
El Gobierno consiguió la aprobación para subastar el edificio de calle Cerviño, en el barrio porteño de Palermo. Este inmueble, con una base de seis millones de dólares, será rematado el próximo 23 de diciembre. Sin embargo, no logró que se avalara la venta de otros terrenos, como las 40 hectáreas de un predio en Salta, que finalmente se destinarán a un plan de viviendas impulsado por la provincia. En compensación, el INTA recibirá viviendas o su equivalente económico.
El Ejecutivo también había solicitado la intervención en las direcciones nacionales del INTA mediante el nombramiento de ocho personas, pero esta propuesta fue rechazada. En su lugar, se aceptó la creación de cuatro nuevas asesorías para el Consejo Nacional del INTA. Según trascendió, algunos de estos puestos podrían ser ocupados por miembros de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), organización vinculada al actual presidente del INTA, Nicolás Bronzovich, y a su vicepresidenta, María Beatriz Giraudo.
El Plan de Modernización que impulsaba el Gobierno quedó recortado. Pese a los avances en algunos aspectos, como la subasta del edificio en Palermo y los retiros voluntarios, las resistencias de las entidades participantes limitaron los cambios más controvertidos, como la venta de terrenos adicionales y los despidos.
Este resultado refleja un equilibrio entre las demandas del Ejecutivo y las preocupaciones de los sectores rurales y académicos, dejando abiertas futuras negociaciones sobre el destino del organismo y su estructura operativa.
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