Tomás Rodríguez | (Especial para El Litoral)
Fue el 7 de noviembre de 1970 en el Palazzo Dello Sport de Roma. Monzón derrotaba a Nino Benvenuti y se consagraba campeón del mundo de los medianos. Nacía una leyenda.
Tomás Rodríguez | (Especial para El Litoral)
Hace 48 años en una actuación inolvidable el pugilista Carlos Monzón, campeón argentino y sudamericano y número uno del escalafón de la categoría Mediano al aplicar un derechazo en el rostro de Giovanni Benvenutti derribó por toda la cuenta al monarca y conmovió al país, adjudicándose el cetro universal de esa división.
El acontecimiento tuvo lugar el sábado 7 de noviembre de 1970, en el asalto número 12 en el “Palazo dello Sport” de la capital italiana, entró en las estadísticas como el fin de un reinado legendario. Este Nino que enfrentó al santafesino no pudo descifrar un enigma que lo había perturbado, la derecha de Monzón impuso respeto desde su llegada a la Ciudad Eterna cuando lo vieron trabajar en el gimnasio y conocieron su palmarés.
Para la prensa mundial el escenario, construido en las afueras de Roma, era una obra de arte en pequeñas dimensiones, donde se dieron cita cerca de 20 mil personas, recaudándose 100 millones de liras por entradas y 40 millones más por derechos de televisión.
El natural de San Javier, astuto, hábil, bien dirigido y entrenado magníficamente por el Maestro Amilcar Oreste Brusa, apoyó su acción durante toda la pelea con la mano izquierda que causó estragos en el campeón y que le impidió poder usar la inteligencia, su mayor atributo.
En la última vuelta, la duodécima de un combate pactado a 15, fue un avasallamiento total por parte del retador, entero y cada vez más lúcido, dueño absoluto del cuadrilátero y de la situación, llegando a jugar y a correr por todo el ring al boxeador italiano.
A los dos minutos exactos llegó la hora esperada; una zurda arriba y una derecha cruzada, hicieron retroceder a Benvenuti, un uno-dos perfecto lanzado por Monzón con absoluta seguridad y destino exacto. Nino se fue contra el encordado, después de cruzar el cuadrilátero caminando hacia atrás y para evitar otra zurda del santafesino, se agachó, girando hacia la derecha, Monzón que ya había “olfateado” esa única salida del boxeador local, cercado por las cuerdas, envió con todo su famosa derecha que llegó justa, neta, exacta al costado de la boca de su antagonista, que cayó fulminado.
El púgil sudamericano se dirigió al rincón neutral casi sin mirar su notable obra, el juez francés Drust se apresuró a contar, Nino quedó de rodillas, con la mandíbula apoyada en el tapiz. El italiano intentó reaccionar cuando la cuenta llegaba al fin y se volvió a caer; el out llegó implacable; podían haberle seguido contando un rato más.
Una persona ingresó al ring intentando perturbar el difícil momento del local, pero hasta eso era demasiado tarde. Nino había caído vencido sin atenuantes, fulminado por el certero golpe del retador, tardando un rato en reaccionar; pero más tardó el público que impactado por la definición espectacular no lo podía creer.
“Escopeta” Monzón fue al centro del ring y el árbitro germano le levantó la mano decretándolo ganador por K.O. en el 12º asalto, erigiéndose como el primer boxeador natural de la provincia de Santa Fe campeón mundial, ante la alegría indescriptible de los 200 argentinos que estaban en el “Palazzo dello Sport” celebraban la notable victoria del púpilo de Brusa.
Cabe señalar que allí, en Roma, donde Benvenutti era el patrón y nunca había perdido en su tierra natal, Monzón escribió la conquista más brillante de toda la historia del boxeo argentino. Fue un nocaut notable, buscado sin desesperación y como epílogo un certero golpe de la mano que había hecho hablar a toda Italia desde su llegada a la Ciudad Eterna.
El niño humilde de San Javier
Carlos Monzón nació en la localidad de San Javier, en la provincia de Santa Fe, el 7 de agosto de 1942. Fue el quinto hijo de Amalia Ledesma y Roque Monzón, de orígenes humildes y de ascendencia mocoví.
Cuando se encontraba en el tercer grado de la educación primaria abandonó los estudios para comenzar a trabajar y colaborar con el sustento familiar.
Se desempeñó como sodero (repartidor de aguas gasificadas), lechero (distribuía leche en botella a los clientes) y canillita (vendedor de diarios), al tiempo que, interesado por el boxeo, ingresó a los gimnasios para participar en lel ámbito amateur.
Su primer combate en esta categoría fue el 2 de octubre de 1959 y el último, antes de hacerse profesional, el 12 de diciembre de 1962 como boxeador de peso medio.
Su principal entrenador fue Amílcar Brusa, quien murió el 27 de octubre de 2011. Cuando lo conoció, tenía siete peleas como aficionado y había perdido dos; con este prestigioso adiestrador realizó 80 peleas más como aficionado.
Debutó en 1963 como profesional
El 6 de febrero de 1963 hizo su debut como profesional, al enfrentarse a Ramón Montenegro, a quien derrotó por KO. Su fama fue creciendo sostenidamente, hasta su primera consagración al participar en un certamen organizado en el famoso estadio porteño Luna Park por el promotor Juan Carlos “Tito” Lectoure.
Tras adjudicarse dicho certamen obtuvo dos consagratorias victorias contra Jorge José Fernández, “El Torito de Pompeya”, aguerrido boxeador de entonces, despojándolo de los títulos nacional y sudamericano. Esto hizo que el promotor del Luna Park y manager, Juan Carlos Lectoure se fijara en él y comenzara a organizar encuentros internacionales para foguearlo, en su mayoría contra pugilistas estadounidenses.
Previamente, entre 1963 y 1964 sufrió algunas derrotas producto de su inexperiencia y la calidad de sus rivales, pero a partir de 1965 su suerte y su pericia para este deporte dieron un vuelco y fueron todas victorias.
El 1 de febrero de 1966 fue declarado campeón de peso mediano de su provincia, Santa Fe, y el 3 de septiembre del mismo año ganó su pelea contra Jorge "Gallego" Fernández, obteniendo el título de Campeón Argentino de Peso Mediano.
Al año siguiente y frente al mismo pugilista obtuvo el Cetro Sudamericano de dicha división, que le abrió las puertas a disputar el cetro mundial que por entonces ostentaba el italiano Giovanni “Nino” Benvenutti. A partir de ese momento hizo 14 defensas de su título contra los grandes boxeadores de la época, ganándolas todas hasta su retiro en 1977.
De esta manera, concluyó su carrera con 100 combates de los que solo perdió tres de los cuales fueron solo por decisión y que esos rivales perderian frente a Monzón en revanchas. En 1980 recibió el Premio Konex de Platino como el mejor boxeador de la historia en Argentina.
Su incursión en el cine
También incursionó en la pantalla grande. En 1974 filmó con la actriz argentina Susana Giménez la película “La Mary”, comenzando un tortuoso romance con la actriz, que lo llevó a divorciarse de su esposa. A su nueva conviviente le disgustaba el boxeo, causando varios conflictos entre Monzón, su conductor Amilcar Oreste Brusa y el promotor Juan Carlos “Tito” Lectoure.
En forma paradójica, su romance con la actriz terminó poco tiempo después de su retiro. A partir de entonces, malas compañías y el abuso del alcohol entraron en su vida.
También participó en las películas “Soñar, soñar” de Leonardo Favio; “Amigos para la aventura” y “Las Locuras del profesor”, de Palito Ortega; “Los hijos de López” y “Un loco en acción”, de Enrique Dawi. Además participó en varios filmes en Europa
La película “Carlos Monzón, el segundo juicio de Gabriel Arbós describe el lugar y los hechos procesales que provocaron el encarcelamiento del boxeador.
Mensaje del gobernador
El gobernador de facto de la provincia de Santa Fe, Gral. Guillermo R. Sánchez Almeyra, remitió un mensaje al término de la justa celebrada en Roma, felicitando al nuevo titular de la categoría Mediano del mundo, Carlos Monzón.
El hombre que ocupaba el sillón del Brig. Gral. Estanislo López comenzó manifestando por Canal 13 Santa Fe de la Vera Cruz y LT 9 Radio Brig. Estanislao López” que “soy muy aficionado al boxeo”.
“Veo todos los miércoles por Canal 13 de Buenos Aires el programa 'Entre las Sogas'. El triunfo de Carlos Monzón me llena de satisfacción como argentino y sobre todo como santafesino”, señalaba el militar.
Enfatizó seguidamente que “nuestro coterráneo hizo un peleón, muy bien dirigido desde su rincón por Amílcar Brusa, durante nueve rounds se dedicó a quitarle piernas a su rival que constituía su mayor esperanza”.
Al propio tiempo, reveló que “en el décimo tuve la esperanza que Monzón sería campeón. El KO fue impecable cuando aplicó por segunda vez su derecha en el rostro del destruido monarca italiano”.
Finalmente apuntó “el gobierno y pueblo de Santa Fe le brindarán al flamante campeón mundial de peso Medio la recepción que se merece”, concluyó Sánchez Almeyra.
La repercusión en Italia
El espectacular triunfo de Carlos Monzón sobre el campeón mundial Giovanni Benvenutti, adjudicándose el cinturón y el titulo de la categoría Mediano de la Asociación (AMB) y el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) al día siguiente fue considerado “Dramático” por la prensa italiana.
En la primera página, “Corriere Dello Sport” tituló: “Dramático. Nino puesto KO. Monzón victorioso en el duodécimo es el nuevo campeón mundial de los Medianos”.
El periodista Franco Dominia escribió: “el derechazo de Carlos Monzón llegó al blanco, era el duodécimo asalto. Era la última vez que la derecha de Monzón martillaba sobre la cara de Nino. Era la definitiva vez que Monzón se constituía campeón mundial de los Medianos. Benvenutti caía ruidosamente en su ángulo”.
“Drama en el Palacio de los Deportes, Benvenutti K.O. ('Il Mesagero'). Fulminado por Carlos Monzón con gusto sagrado lo persiguió y lo aplastó”, aseguró.