¿En qué andaban Colón y Unión en el Golpe Militar del 24 de marzo del 76?
El domingo previo, Colón goleó a Rosario Central en Junín (a su estadio lo estaban arreglando para ser sede del Mundial) y Unión hizo lo propio con Newell’s en el 15 de Abril. Ambos estaban en Primera y venían de un gran año: 1975.
Daniel Vicente Aricó, un zurdo que le pegaba "como los dioses" a la pelota, autor de muchos goles de tiro libre y penales y Oscar Víctor Trossero, autor de muchos goles en Unión. Terminó jugando en River y encontró la muerte en el vestuario de la cancha de Rosario Central luego de un partido.
El fútbol santafesino todavía mantenía muy fresco el recuerdo del año anterior. Es que ese 1975 fue histórico y no había pasado tanto tiempo en aquél 24 de marzo de 1976. Sólo algunos meses. El Toto Lorenzo por un lado y el Gitano Juárez por el otro, habían dejado su improntam en los dos clubes de Santa Fe. Ese año, 1975, debía ser de River. Y fue de River. Llevaba 18 años sin ganar un título. Y con Angel Labruna se armó un equipazo. Fue un bicampeón indiscutido. Pero allí estuvieron Colón y Unión dando batalla durante todo el año, cada cuál con su estilo, a cancha llena y rociando con jerarquía las canchas del país.
A Unión había llegado Urben José Farías como entrenador en el 76, con el aval y la recomendación del Toto, que se había ido a Boca a ganar todo. A Colón, el retorno de José Yudica, que ya había estado en el club y que el doctor Marcolín fue a buscar con la convicción que se iba a mantener la línea futbolística clara e identificatoria del fútbol bien jugado que había pregonado el Gitano Juárez, ahora en Huracán.
Días antes del Golpe Militar, Colón había anunciado la construcción de una tribuna de cemento (la norte, la que da a Jota Jota Paso) que iba a agrandar considerablemente la capacidad del estadio. En ese momento, allí había una tribuna de madera en la que se ubicaba la tradicional barra “Santa Rosa de Lima”. Se hacía totalmente necesario agrandar el estadio, algo que también desarrollaba Unión apuntando a desmontar las tribunas de madera que aún quedaban en pie, para convertir a Cándido Pujato en un sector de populares de cemento y colocar plateas en la redonda, que por ese entonces todavía era popular.
El domingo previo al Golpe, los resultados fueron muy satisfactorios. Colón goléo a Rosario Central en Junín por 4 a 1, con una estupenda actuación de “Cococho” Alvarez, convertido en figura preponderante del partido. Luraschi; Araos, Di Plácido, Mariano y Fernández; Villarruel, Roldán y Alvarez; Juan Carlos López, Saldaño y Aricó fueron los 11 que puso Yudica, quien hizo ingresar a Daniel Borgna en lugar de Villarruel. Los goles de Pascuttini en contra, Juan Carlos López, Saldaño y Aricó le dieron la victoria por goleada a Colón, ante un Central que era dirigido por José María Silvero (había sido DT sabalero).
Así lo mostraron los diarios.
Unión había enfrentado, en Santa Fe, a Newell’s. Y le ganó con un 3 a 0 que exime de comentarios. Perico Pérez; Silguero, Regenhardt, Merlo y Bottaniz; Raschia, Telch y Marchetti; Moreno, Oscar Víctor Trossero y Garello fueron los 11 de Farías frente a un Newell’s que fue dirigido por un ex entrenador de Unión: César Castagno. Los tres goles de Unión llegaron en el complemento, a través de Trossero, Rafael Domingo Moreno y Bianchini, que ingresó en el segundo tiempo.
Ese Metropolitano, que terminó ganando Boca, estaba dividido en dos zonas. En la A jugaba Colón y el puntero hasta ese momento era Huracán. En la B estaba Unión, cerquita del líder en esa octava fecha, que era Quilmes.
Así lo mostraron los diarios.
Ese mismo día del Golpe Militar, la selección argentina jugó ante Polonia y ganó con goles del Gringo Scotta (oriundo de San Justo y con aparición rutilante en Unión antes de irse a San Lorenzo) y René Houseman. Al equipo lo dirigía el Flaco Menotti, previamente le había ganado a la Unión Soviética por 1 a 0 con gol de Kempes en un partido muy recordado porque se jugó con mucha nieve y después llegó el encuentro con los polacos. Argentina alistó a Gatti; Tarantini, Olguín, Killer y Carrascosa; Trobbiani, Gallego y Bochini; Scotta, Luque y Kempes. Todos se enteraron una vez terminado el partido que el país estaba, desde ese mismo día, bajo un regimen militar.
Al domingo siguiente, Colón recibió en su cancha la visita de Estudiantes de La Plata, que ya era dirigido por Carlos Bilardo. La victoria le perteneció a Colón, que goleó 4 a 3 (ocho goles en dos partidos convirtió en ese momento), con dos goles de Aricó, uno de Saldaño y el restante de Juan Carlos López. Unión debió viajar a La Plata para jugar con Gimnasia, pero la suerte le fue esquiva: perdió 1 a 0 y, con ese resultado, Gimnasia pasó a comandar el grupo B de ese torneo Metropolitano.
En eso andaban Colón y Unión en aquél 1976 que no pasa desapercibido en la historia de los clásicos, pues en aquél año se enfrentaron en cinco oportunidades teniendo en cuenta la disputa de los dos torneos (el Metropolitano y el Nacional). Algo que jamás volvió a repetirse y difícilmente pueda ocurrir, al menos jugándose encuentros oficiales.
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