Rubén Rossi: "Me preocupa que Argentina o Brasil se conviertan en importadores de jugadores"
Hoy instructor de Fifa y Conmebol, dedica su vida a cómo mejorar la formación de futbolistas. Habló de los coordinadores de Colón y Unión. También critica algunos métodos que se emplean: "¿A vos te parece que Villarruel o Abdeneve aprendieron a jugar a la pelota corriendo con un paracaídas en la arena o haciendo pesas?".
Rubén Rossi disertando ante la atenta mirada de gente del fútbol. Es instructor Fifa y Conmebol, brinda charlas en todo el continente y siempre es enriquecedor su mensaje.
Si algo no se le puede discutir a Rubén Rossi es que dedicó su vida al fútbol y, sobre todo, a la formación de jugadores. Luego de terminada su etapa de jugador, tuvo bien en claro que su lugar estaba en ese sector tan vulnerable de las divisiones inferiores que, en su gran mayoría, los clubes defenestran, lo condenan al destrato y al olvido, pero del que luego se nutren cuando aparece un jugador que la "rompe" y al que venden por muchos dólares que sirven para tapar los agujeros económicos que se generan. Y si algo tampoco se le puede discutir a Rubén Rossi es que ha mantenido inalterable aquellos conceptos y forma de ver las cosas que seguramente aprendió de tantas charlas y momentos vividos con Menotti.
-Hace poco, en enero, se cumplieron 29 años de la muerte de tu papá, el Pato Rossi, y el año pasado se te fue otro de tus maestros, como lo fue el Flaco Menotti...
-Yo tuve tres maestros muy importantes. El único que está presente conmigo hoy es Fernando Signorini. Y los otros dos son mi papá, que me enseñó el amor por la pelota; y el Flaco Menotti, que me enseñó a jugar al fútbol y como hacer digna esta profesión. El Flaco fue el que me convenció para siempre que no es lo mismo ganar por ser el mejor que ganar de cualquier forma.
-¿Por qué Brasil aventaja a todos en América a la hora de hablar de clubes?, ¿es una cuestión económica?, ¿tiene que ver con la formación o es el resultado de una mejor base futbolística?
-Es una mezcla de todo. Yo vengo diciendo que ser campeón no es un obligación, sino una aspiración. Y que a veces te lo exige la historia del club al cual representás. Pero me pregunto: si no salgo campeón, ¿qué hago?, ¿me suicido? Entonces, ser campeón es la resultante de tiempo, de proyectos, de identidad, que es algo de lo que cada vez se habla menos, de sentido de pertenencia… Cuando uno cumple con todo eso, esa ambición, ese anhelo de ser campeón va a estar más cerca.
-¿Se complica cuando el objetivo es salir campeón a cualquier costo?
-Esos clubes traen 200 jugadores y eso es una lotería… Cuando yo vuelvo a traer jugadores a la institución como ha pasado con los que retornan después de un tiempo de estar afuera, es también porque la institución no está preparada para generar jugadores que impidan esa política de traer mucho. Capaz que también lo hacen por una cuestión de negocio, porque los nombres generan expectativa, como ocurre en River con todos los que volvieron y algunos de ellos con la gloria de ser campeones del mundo. Pero desde lo estrictamente futbolístico, no sé si todos los jugadores que vuelven o que llegan con determinada edad, van a aportar todo lo que se supone... Argentina y Brasil son exportadores, no importadores. Si nos convertimos en importadores, es preocupante.
Rubén es otro de los santafesinos, junto a Nery Pumpido y Gustavo Rossi, que forma parte del staff de gente del fútbol que trabaja por el crecimiento de la Conmebol.
-Viajando por América, como lo hacés, ¿con qué panorama te encontrás en cuanto a los proyectos futbolísticos?
-Yo estoy afectado a Fifa y Conmebol, viajo por toda América y veo que hay una gran influencia con todo lo que tiene que ver con Europa. En lugar de entender que por algo los europeos venían a buscar jugadores argentinos, estamos fijándonos en lo que ellos hacen. Y eso no es más que cercenar la impronta y el modelo del jugador argentino.
-Es cierto, parece que en Europa hacen las cosas bien y que en esta parte del mundo se hace todo mal...
-Hace un par de años di una conferencia en La Masía, que es el lugar del que salió Messi y un montón de grandes futbolistas en Barcelona. Y dije algo que yo lo tengo muy claro: de las cinco coronas que tiene el fútbol, hay cuatro que son sudamericanas y una sola que es europea. Las coronas del fútbol las tienen Di Stéfano, Pelé, Maradona, Messi y Cruyff. Entonces, les pregunté: ¿cómo puede ser que ustedes pretendan que se siga el modelo europeo, si cinco de los mejores futbolistas de la historia son sudamericanos?
-Y volviendo al tema Brasil, ¿qué ves cuando vas allá?
-Ahora veo que uno de los clubes que más jugadores promueve es Palmeiras... ¿Sabés cómo entrenan los juveniles de Palmeiras?, dos días a la semana hacen fútbol libre y otros dos días van a jugar con los niños de las favelas. Pero entendeme bien: no van a jugar contra los niños de la favela sino con los niños, que es algo totalmente diferente. Y acá siguen con el método, el modelo, la tecnología... Y eso no tiene ni pie ni cabeza.
En el predio de Afa, en el rincón dedicado a los campeones del mundo de 1979 en una selección juvenil, con Maradona, que él integró y es inolvidable.
-¿Entonces...?
-Entonces hay que prestarle mucha atención a los formadores, ahí hay que poner el ojo en este momento. ¿Cómo crees que se evalúan a los formadores en los clubes?, si ganan partidos o campeonatos… ¡No!… ¡Esto no es así! A los formadores hay que evaluarlos por cómo forman a los chicos y no si ganan o pierden campeonatos… Lo que hay que analizar es la evolución de los futbolistas, si mejoran, si aprenden a resolver en la cancha y si tienen herramientas para hacerlo… Si no se logra eso en la formación, no sirve…
-Imagino que achicás el margen de error si se elige a los mejores. Y a veces cuesta encontrarlos...
-Es que yo no puedo aparecer dirigiendo a Colón porque fui campeón del mundo, como tampoco puede aparecer alguien que por ser amigo de algún dirigente o porque lo impone la prensa, tenga la chance de dirigir a un equipo… Formadores de vocación hay muy pocos y eso es básico: el formador es el que tiene amor por la enseñanza… Mirá, si a los chicos de 9 o 10 años se los empieza a presionar y si a los formadores de inferiores se los evalúa por los títulos que ganan o pierden, estamos errando el diagnóstico y no sé adónde vamos a terminar.
-No te gusta hablar de los clubes en los que trabajaste, pero, ¿cómo vivís el proceso de Colón, con pocos jugadores de inferiores en el torneo pasado y sin ventas, salvo Farías?
-Un dogma de vida mío es no hablar de los clubes en los que trabajé y no vuelvo tampoco a trabajar en los clubes en los que trabajé. No soy de hacer politiquería, ni me gusta hablar con los dirigentes ni con empresarios para pedirle que me lleven a tal o cual lugar. No puedo opinar de lo que me preguntás porque tendría que estar metido ahí adentro, pero voy a hablar de los clubes en general y no de Colón, Unión, River o Quilmes que son los clubes en los que trabajé.
-Te escucho...
-El fútbol formativo no es gasto, sino inversión. Y a eso no se lo entiende como tal. Si yo traigo un jugador para el plantel superior, me tengo que gastar 30.000 dólares por mes en sueldos, alquileres, etcétera, pero resulta que cuando voy a pedirle a los dirigentes que le paguen el pasaje a un chico de Santiago del Estero que se viene a probar, te dicen que no. Para que le den una beca, poco menos que te tenés que casar con un dirigente. Y cuando le pedís un sueldo para un formador, te dicen que no y traen 200 jugadores que después no les pagan y generan una deuda. El problema es que en la Argentina no se analiza el éxito como se lo debiera analizar, porque ahí también te vas a encontrar con muchas miserias. Yo nunca saqué a a ningún futbolista, porque a los futbolistas lo sacan entre todos los que en algún momento lo tuvieron. Hoy Unión tiene como 10 u 11 formadores que salieron de Universidad Nacional del Litoral y en Colón pasa lo mismo… ¡Hay que apostar por las divisiones formativas, entiéndanlo! Yo he escuchado a los dirigentes decir esto: "Yo no pongo un peso en inferiores, total los jugadores siguen saliendo...". Y yo les contesto lo siguiente: "Está bien, aplicá esa política, pero mirá que esto, algún día, se termina, eh?...". ¿Qué sentido de pertenencia va a tener un chico si cuando está en inferiores no le dan nada?… No tienen sentido de pertenencia, tienen sentido de revancha. " No me diste ropa, no me trataste bien, me pusiste a cualquiera para que me dirija, ¿y ahora querés que me porte bien con el club?...", es lo que pasa por la cabeza de cualquier pibe.
-¿Se traslada a otros países aquello de que las inferiores son un gasto y no una inversión?
_Algunos paises lo entienden… Yo en Perú he visto a chicos corriendo con un paracaidas en la arena y en Puerto Ordaz a uno de 7 años, en una cancha de fútbol 5, haciendo pesas… ¿Vos conocés a alguien que haya aprendido a jugar al fútbol corriendo con un paracaidas en la arena?… ¿Vos creés que Maradona, el Huguito Villarruel, Luis Abdeneve, la Chiva Di Meola o Mario Zanabria aprendieron a jugar al fútbol haciendo esas cosas?… Yo conozco entrenadores que le tiran cubiertas a los chicos… ¿Qué es eso?… Mirá, el 95 por ciento de los dirigentes del fútbol argentino son los responsables de las cosas que pasan… En el fondo no apuestan a las inferiores, no saben cuál es el proyecto, no saben cómo se trabaja… No les importa a nadie.
-¿Cómo pensás que se puede hacer, desde adentro, para que el dirigente entienda que es necesario apostar a los de abajo, tanto jugadores como entrenadores?
-Yo puedo ser un gran coordinador y un mal entrenador, o al revés. Lo que tengo que dejar en claro es que si soy coordinador, no voy a dirigir en Primera División. En Unión, el único entrenador que hay es el Kily González y en Colón el Pata Pereyra. Los demás son todos formadores y facilitadores, no directores técnicos… Una vez Ángel Malvicino me preguntó cómo elegir un coordinador y yo le dije que le pregunte, a la persona elegida, qué hace un coordinador… Al arquitecto le preguntás qué hace y te contesta, el ingeniero lo mismo, pero al coordinador le preguntás qué es coordinar y a veces contestan cualquier cosa… Los que sacan a los futbolistas son los entrenadores y no el coordinador, pero el coordinador es el que baja la idea, el que establece los lineamientos, el que dice que la etapa lúdica es la infantil y la etapa conceptual es la juvenil, y es el que establece de qué manera hay que trabajar para cumplir esos objetivos.
-¿Y qué más podés hacer?
-Te tenés que pelear con los dirigentes cuando te vienen a exigir resultados. Todos jugamos para ganar, yo lo hacía desde que jugaba en la canchita del puente en Barranquitas… Pero hay que entender que en las divisiones formativas se compite para aprender a jugar y no para aprender a ganar… El otro día, escuché a alguien que decía que para jugar al fútbol hay que estar bien de la cabeza… Se lo comenté a Ángel Cappa y me dijo: "Rubén, yo estuve siempre bien de la cabeza y como jugador no pasé de Villa Mitre de Bahía Blanca"... Hay que terminar con eso del esfuerzo y la responsabilidad en chicos de 12 años, porque estamos perdidos… ¿A vos te parece que a los chicos de 10 años se le puede enseñar a que salgan jugando como lo hacen los equipos de Guardiola, con los centrales abiertos, los laterales en el mediocampo y el 5 metiéndose entre los centrales?… Es una barbaridad.
-Hablando de coordinadores, ¿Conocés a Daniel Camusso y a Nicolás Vazzoler, que están en Colón y Unión?
-Daniel Camusso fue jugador mío, estuvo cenando una vez en la casa de mi suegro. A Vazzoler lo conozco de antes de su llegada a Unión y estuvo en un curso en Conmebol. Ellos tienen que tener en claro qué es lo que buscan. Si lo que buscan es que están preocupados por el campeonato de la novena, estamos perdidos… Mirá, yo no hago política en ningún club, pero muy pocas veces se sentaron conmigo para que podamos armar un modelo y apuntar a la evaluación de los formadores… Ponemos a cualquiera, total da lo mismo… Y después vienen todos los arrepentimientos.
-Siempre tenés inquietudes y te gusta mucho escribir. Ahora estás detrás de un concepto cuyo nombre llama la atención. ¿Qué es el "neuro potrero"?
-Como soy un "viejo" inquieto, un día Cappa me tiró esa palabra y se me dio por escribir algo que posiblemente saldrá en forma de libro. Y apunta a demostrar cómo las neuro ciencias han venido a confirmar lo que hacían los grandes formadores que hubo, por ejemplo, en Santa Fe, como mi papá, Neato Grasso, Tonono Franco, el Manco Pino, don Raimundo Panetto, por mencionar a algunos… Las neuro ciencias vienen a confirmar lo que ellos hacían hace tantos años, porque lo dijo Teruel: "sólo se puede aprender aquello que se ama o aquello que enamora". El juego es el disfraz del aprendizaje y en el fútbol no se hace. Entonces, lo que se comprueba a través de las ciencias es que desde ese lugar, desde el potrero, salieron los mejores jugadores de todos los tiempos. Y nadie habla de que en el potrero, si algo no se coartaba, era la libertad… Y esa palabra, libertad, es cada vez menor en el fútbol.
-¿Te gusta ser instructor en Fifa y Conmebol?
-¡Sí!… Me encanta ayudar a los formadores, darle información correcta de las cualidades que debieran tener y de cómo llegarle al niño… Hace poco leí en un apunte algo que es maravilloso: "No conocer cómo es el cerebro de un niño que aprende es como querer construir un guante sin saber lo que es una mano"... Hace muchos años el Flaco Menotti me dijo que el único futuro del fútbol está en su pasado. Y yo estoy totalmente de acuerdo con eso.