Los números y la crisis golpean a Regatas como a cualquiera de las instituciones de Santa Fe. “Estamos apagados desde el 19 de marzo y no zafamos de pagar 50.000 pesos de luz”, es una de las frases que se escucha. O lo del gas, con una factura de 30.000 pesos que se agrava cuando explican a El Litoral que “todavía no empezó lo más duro del año en este rubro, que es cuando comenzamos a prender las calderas de las piletas”.
De esos 1.900 socios, entre los activos y los grupos familiares, apenas un 20 por ciento había podido cumplir con la cuota mensual. “La caída es violenta, esperábamos un cimbronazo, pero no tanto así”, argumentan.
Con lo que se pudo recaudar, entre convenios y aportes, se llegó a cubrir —con toda la furia— el 70 por ciento de los sueldos de los trabajadores del mes de marzo. El costo de la llamada planta estable de empleados es de 700.000 pesos. “No completamos el sueldo y no pagamos nada de cargas sociales; priorizamos el sueldo de bolsillo de la gente”, aseguran desde la Laguna.
A los gastos fijos habituales y los salarios, en el caso puntual de Regatas se suman otros 100.000 pesos mensuales de un plan de pagos para intentar regularizar una vieja deuda con la AFIP.
¿Cuál es la idea para abril?: “queremos intentar hacer lo mismo, pero contando con la asistencia del ATP del Estado”. Claro que el dato más preocupante es que en medio de esta pandemia el club quedó, por estos tiempos, con un déficit operativo de 900.000 pesos por mes al estar totalmente cerrado.
“El club siempre quedó abierto a la comunidad, no es que somos exclusivos de los socios de Regatas. Acá vienen de todos lados a usar las instalaciones, siempre existió un gran compromiso con el amplio tejido social y sus necesidades: escuelas, colegios, jardines, tercera edad, capacidades diferentes, etc. Incluso, las mismas instalaciones para alojar gente y delegaciones. Por eso es que pedimos la ayuda del Estado en esta crisis”, explican ante la producción especial de este diario.
El último dato es bastante “especial” y tiene que ver con una base de datos y estadísticas a nivel clubes en toda la provincia. Como si existiera un “simulador”, en el caso de Regatas se cree que el club —cuando pueda retomar las actividades— terminará con unos 400 socios menos por un tiempo más que importante. “Se calcula esa baja, que es lo que habrá que salir a recuperar lo más pronto posible”, explican.