La opción de pago con QR continúa ganando terreno en Argentina, de la mano de promociones y beneficios, exhibiendo un crecimiento del 212% interanual en el último cuatrimestre de 2024, según reveló un informe de la procesadora de pagos COELSA.
Un informe reveló que las operaciones vía QR crecieron por encima del 200% en el último cuatrimestre del año.
La opción de pago con QR continúa ganando terreno en Argentina, de la mano de promociones y beneficios, exhibiendo un crecimiento del 212% interanual en el último cuatrimestre de 2024, según reveló un informe de la procesadora de pagos COELSA.
Entre septiembre y diciembre del año pasado se registraron 157 millones de operaciones por esta vía, destacándose una mayor actividad en los almacenes y supermercados, que se vieron beneficiados por los descuentos que ofrecían los bancos y las billeteras virtuales.
Las ofertas repartidas a lo largo de la semana, que en algunos casos no tenían tope de reintegro, generaron que el rubro de supermercados y almacenes sea el que más aportó al crecimiento de los pagos con QR, al representar un 32% de las compras que se hicieron a través de dicho medio. Esta cifra significa un 15% más respecto a la del periodo previo.
El monto promedio de las operaciones en estos centros comerciales fue de $17.539,95. Los sectores que le siguieron en cantidad de transacciones fueron pequeños comercios (20%), gastronomía (18%) y estaciones de servicio (8%). Más atrás aparecen los consumos en farmacias (6%), servicios profesionales y autónomos (5%), servicios públicos y privados (3%), indumentaria (2%), y en turismo y entretenimiento (1%).
El boom de este medio de pago también se vio reflejado en las fiestas de fin de año, cuando el uso de QR se disparó un 197% en comparación con 2023, alcanzando un récord de 71 millones de transacciones procesadas por COELSA en solo dos semanas.
El informe precisó que el 62% de los usuarios de QR son hombres y el 38% mujeres. Además, reveló que los Millennials encabezan el uso de esta tecnología con el 62%, seguidos por la Generación X con un 25%.
Asimismo, detalló que el 68% de las transacciones fueron realizadas por usuarios de los niveles socioeconómicos más bajos (D1, D2 y E), mientras que el 27% correspondió a personas de nivel medio (C2 y C3). En contraste, solo el 5% de las operaciones fueron efectuadas por quienes pertenecen al segmento de mayores ingresos (ABC1).
Uno de los factores que están vinculados al crecimiento de las operaciones por QR es el aumento de las cuentas bancarias y no bancarias, que entre diciembre de 2023 y diciembre de 2024, crecieron en un 48%. A su vez, también aumentaron las transferencias inmediatas como forma de envío de dinero entre cuentas, tanto de bancos como de fintech: subieron un 47% respecto al último cuatrimestre del año pasado.
El Instituto para el Desarrollo Social Argentino planteó la "necesidad de hablar más de impuestos que de atraso cambiario", en línea con el planteo del presidente Javier Milei, quien cuestionó a economistas "por reiterar alertas sobre el atraso cambiario". Para el centro de estudios que dirige el economista Jorge Colina, "el principal argumento es que comparar el nivel actual del tipo de cambio con el promedio histórico o con algún momento en particular es un planteo incorrecto ya que las condiciones actuales son muy diferentes a las del pasado".
Idesa recuerda que en la actualidad hay equilibrio fiscal, mientras que el sector de hidrocarburos y minería tienen un enorme potencial generador de divisas, lo que "justificaría un dólar más barato". Pero además advierte -en comparación con la époica de la convertibilidad- los potenciales dólares de los proyectos de petróleo, gas, litio y cobre "le dan al tipo de cambio actual mayor sostenibilidad".
"La pregunta que cabe hacerse es cuáles son otras condiciones que diferencian del pasado la competitividad, como pueden ser –por ejemplo– los impuestos. En este sentido, según datos del Ministerio de Economía se observa que: el impuesto al Cheque en los '90 no existía, en el 2024 generó 1,6% del PBI; los Derechos de Exportación en la década de los '90 representaban el 0,01% del PBI, mientras que en el 2024 pusieron una presión impositiva de 1% del PBI; con Ingresos Brutos las provincias recaudaban en la década de los '90 el 2% del PBI, mientras que en el 2024 recaudaron el 4% del PBI".
Para Idesa, "estos datos muestran que, en términos de impuestos distorsivos, que son los que destruyen la competitividad, la década de los '90 fue muy diferente a la actual. En la convertibilidad no había impuesto al Cheque y prácticamente tampoco Derechos de Exportación. El impuesto a los Ingresos Brutos provinciales imponía una presión impositiva que era la mitad de la actual. Además, en la década de los '90 no existían los sistemas de retenciones y percepciones de Ingresos Brutos que generan alta burocracia e inseguridad jurídica. A esto hay que agregarle el impuesto a los Sellos y el vertiginoso crecimiento de las tasas municipales de industria y comercio con impactos más distorsivos que Ingresos Brutos".
Según Idesa, "hay que avanzar en la baja de la presión impositiva haciendo que los impuestos más neutrales absorban a los impuestos más distorsivos. Por ejemplo, que el IVA absorba a Ingresos Brutos y tasas municipales. Solo de esta manera es posible eliminar los dos impuestos más distorsivos que destruyen la competitividad de la producción nacional. Como plantea el presidente Milei, no es conducente insistir con el atraso cambiario. Lo pertinente es hablar y trabajar en rever los factores que quitan competitividad a la producción nacional, como son los impuestos distorsivos".
El Instituto para el Desarrollo Social Argentino planteó la "necesidad de hablar más de impuestos que de atraso cambiario", en línea con el planteo del presidente Javier Milei, quien cuestionó a economistas "por reiterar alertas sobre el atraso cambiario". Para el centro de estudios que dirige el economista Jorge Colina, "el principal argumento es que comparar el nivel actual del tipo de cambio con el promedio histórico o con algún momento en particular es un planteo incorrecto ya que las condiciones actuales son muy diferentes a las del pasado".
Idesa recuerda que en la actualidad hay equilibrio fiscal, mientras que el sector de hidrocarburos y minería tienen un enorme potencial generador de divisas, lo que "justificaría un dólar más barato". Pero además advierte -en comparación con la époica de la convertibilidad- los potenciales dólares de los proyectos de petróleo, gas, litio y cobre "le dan al tipo de cambio actual mayor sostenibilidad".
"La pregunta que cabe hacerse es cuáles son otras condiciones que diferencian del pasado la competitividad, como pueden ser –por ejemplo– los impuestos. En este sentido, según datos del Ministerio de Economía se observa que: el impuesto al Cheque en los '90 no existía, en el 2024 generó 1,6% del PBI; los Derechos de Exportación en la década de los '90 representaban el 0,01% del PBI, mientras que en el 2024 pusieron una presión impositiva de 1% del PBI; con Ingresos Brutos las provincias recaudaban en la década de los '90 el 2% del PBI, mientras que en el 2024 recaudaron el 4% del PBI".
Para Idesa, "estos datos muestran que, en términos de impuestos distorsivos, que son los que destruyen la competitividad, la década de los '90 fue muy diferente a la actual. En la convertibilidad no había impuesto al Cheque y prácticamente tampoco Derechos de Exportación. El impuesto a los Ingresos Brutos provinciales imponía una presión impositiva que era la mitad de la actual. Además, en la década de los '90 no existían los sistemas de retenciones y percepciones de Ingresos Brutos que generan alta burocracia e inseguridad jurídica. A esto hay que agregarle el impuesto a los Sellos y el vertiginoso crecimiento de las tasas municipales de industria y comercio con impactos más distorsivos que Ingresos Brutos".
Según Idesa, "hay que avanzar en la baja de la presión impositiva haciendo que los impuestos más neutrales absorban a los impuestos más distorsivos. Por ejemplo, que el IVA absorba a Ingresos Brutos y tasas municipales. Solo de esta manera es posible eliminar los dos impuestos más distorsivos que destruyen la competitividad de la producción nacional. Como plantea el presidente Milei, no es conducente insistir con el atraso cambiario. Lo pertinente es hablar y trabajar en rever los factores que quitan competitividad a la producción nacional, como son los impuestos distorsivos".
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.