EL Litoral
El peso argentino se devaluó un 8,4% pese a que el Gobierno intervino en los mercados y subió las tasas de interés de referencia a siete días a 33,25%.
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Télam / DPA
El dólar registró este jueves un espectacular salto de 1,85 pesos respecto al cierre de la víspera, al cerrar en el Banco Nación a un nuevo valor récord de 22,70 pesos para la compra y 23,30 pesos para la venta, en una jornada en la que el Banco Central volvió a aumentar en 300 puntos básicos la tasa de política monetaria, a 33,25 por ciento.
Por debajo de la cotización de cierre del Banco Nación, el promedio del mercado -según el relevamiento diario realizado por el Banco Central- fue de 22,986 pesos para la venta.
En el mercado mayorista, la divisa estadounidense subió hoy 1,80 pesos respecto a la víspera, en 23 pesos para la venta, lo que representó una devaluación del peso frente al dólar de 8,50 por ciento entre un cierre y otro.
Según los analistas, el precio final fue producto de una operación registrada en los últimos minutos de la rueda en el mercado mayorista, donde se convalidó una suba de 70 centavos al llevar la cotización desde 22,30 pesos a 23 pesos.
El presidente de la entidad, Federico Sturzenegger, reunió de imprevisto por fuera del cronograma habitual, por segunda vez en una semana, al Comité de Política Monetaria para analizar medidas que frenaran la presión sobre la moneda local. El jueves ya había subido las tasas de 27,30 a 28 por ciento.
El Gobierno intentó llevar este jueves calma a los mercados. "Tenemos la situación bajo control", aseguró el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, ante la incertidumbre que reinaba en el mercado de cambios.
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, pidió en tanto "tranquilidad". "Las situaciones de volatilidad no nos tienen que asustar: tienen que ser parte del aprendizaje de vivir con un tipo de cambio flotante. Si no tuviéramos la flotación o no hubiera correcciones tendríamos atraso cambiario que afectaría al empleo y la producción", sostuvo Peña.
El ministro coordinador explicó que "muchas monedas de la región y del mundo han tenido movimientos en los últimos días" y que, en consecuencia, la suba del dólar que se registró en Argentina "es parte de vivir integrados en un mundo que tiene volatilidades".
La presión sobre el peso argentino se acentuó en las últimas semanas, en las que el Banco Central cambió de política y comenzó a intervenir activamente en el Mercado Único y Libre de Cambios, con la inyección de varios miles de millones de dólares para satisfacer la demanda de divisas y evitar una disparada de la cotización de la moneda estadounidense.
También influyeron en las presiones alcistas el aumento de los tipos de interés en Estados Unidos.
El Gobierno buscaba sostener el valor del dólar como una de las medidas para controlar la inflación, que en los primeros tres meses del año superó el 6,7 por ciento, casi la mitad del 15 por ciento proyectado para todo el año. Según consultoras privadas, en abril se habría registrado una inflación de 2,4 por ciento.