“Si se eliminaran completamente los subsidios energéticos, podría recortarse en 7 puntos la alícuota del Impuesto al Valor Agregado o más que quintuplicarse la Asignación Universal por Hijo, ya focalizada en las familias de menores recursos”.
Lo que cuesta no incrementar las tarifas eléctricas a su costo -lo que reparte beneficios indiscriminados- equivale a 5 veces la inversión en la AUH o a 7 puntos del IVA.
“Si se eliminaran completamente los subsidios energéticos, podría recortarse en 7 puntos la alícuota del Impuesto al Valor Agregado o más que quintuplicarse la Asignación Universal por Hijo, ya focalizada en las familias de menores recursos”.
La frase es parte de un informe de Ecolatina -la consultora que fundara Roberto Lavagna- que es parte de un análisis de Chequeado, que califica como “verdadera” la afirmación de Martín Guzmán, quien calificó a los subsidios como “pro- ricos”.
“Tenemos que ser autocríticos. Los subsidios energéticos son pro-ricos en un país con un 57% de pobreza infantil. Estamos gastando subsidios de luz y de gas en un sector que no es prioritario, en barrios donde vive gente de altos ingresos”, dijo el ministro de Economía.
Fue en medio de la disputa con el subsecretario de Energía, Federico Basualdo, quien se negó a aumentar tarifas eléctricas en el Amba en dos cuotas del 9% como pretendía Economía. La limitación fue a instancias de Cristina y supone un incremento de los subsidios que paga todo el país, para beneficio de usuarios del Amba.
Dice Chequeado en base a la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), que en el primer trimestre de 2021 se destinaron $ 71,1 mil millones a Cammesa, la empresa dedicada a la generación de energía eléctrica que le vende la energía a distribuidoras como Edenor y Edesur. Este monto implica un incremento interanual del 189%, muy por encima de la inflación del período.
“Para todo el año se prevén fondos por $ 446 mil millones, que sirven en gran medida para afrontar los costos que no llegan a ser cubiertos por las tarifas. Un estudio del Instituto Argentino de Energía General Mosconi (IAE) muestra que entre 2010 y 2020 el Estado destinó más de U$ S 129 mil millones al sector energético. De ese total, el 85% fueron para gastos corrientes, mientras que sólo el 15% fueron transferencias de capital, es decir, para inversiones”.
El sector eléctrico es el más demandante de subsidios: representan el 71,5% del total de los subsidios a la energía, según el Presupuesto 2021, y un 55,4% de los subsidios totales (incluyendo al transporte).
Chequeado señala además en base a un informe del Cedlas publicado en 2020, que “aunque la tarifa social es relativamente favorable a los pobres (…) existen algunos errores de exclusión en los deciles de ingresos bajos y grandes errores de inclusión en los deciles de ingresos medios y altos”.