La mamá de Marianela abrió un sitio en Facebook. Allí Graciela dejó en claro todo su sentir.
“Hechos como éstos no son aislados. Son parte de esta sociedad que vive y pervive con su suciedad y su zoociedad (habría que pedir perdón a los animales). No miro este hecho como aislado de una gran sucesión diaria de episodios. Se suscitan con demasiada frecuencia, con cada vez más saña. No miro este hecho... esta vez es él quien me mira... Es como si el rencor lacerante reinara y se adueñara de nuestro derecho más sagrado: el derecho a vivir, sanamente y en libertad, y no puedo esquivarle los ojos..., algo debiera sacarle.
“Que la pena equipare a la fortaleza, transformándola en un clamor de dignidad y justicia. Esa es la lucha mía y espero que los ecos no se apaguen en el silencio o el olvido. Ésta es mi sensación y no otra”.