Tan increíble como real, este sorprendente Newells de Gerardo ‘Tata‘ Martino, flamante campeón del torneo Final, comenzó su participación a principios de temporada el objetivo prioritario de zafar del descenso, al extremo que inició con un puntaje inferior al del descendido Independiente.
En el Torneo Inicial, Newells peleó el título hasta la fecha 17 hasta que perdió como local con All Boys (2-1) y Vélez, luego ganador del certamen, se le escapó en la punta.
Afianzado en sus convicciones futbolísticas, el ‘Tata‘ Martino reforzó el equipo con la apuesta fuerte de mandar al experimentado Sebastián Peratta al banco de suplentes para darle lugar a Nahuel Guzmán.
El ‘Patón‘, un arquero con tendencia a salir a buscar todas las pelotas, no le falló porque respaldó su decisión con una gran fortaleza en el juego aéreo y en los mano a mano, más allá de haber soportado algunos goles y de sufrir por esa saludable tendencia del técnico de forzar a jugar siempre la pelota por abajo como hace Barcelona.
La contratación del defensor paraguayo Marcos Cáceres fue otro gran acierto de Martino, dado que el guaraní, a quien el técnico conoce de su paso por el fútbol de aquel país, era suplente en Racing y en Newells jugó como un marcador de punta brasileño, con libertad para la proyección ofensiva permanente.
El primer marcador central Santiago Vergini fue otro de los puntales del equipo, junto a Gabriel Heinze, quien con Guzmán, Hernán Villalba, Maximiliano Rodríguez e Ignacio Scocco aparecen como jugadores clave del Newell‘s campeón.
El caso de Heinze fue llamativo porque tras emigrar del club en 1997 cuando era un pibe y apenas había jugado un puñado de cotejos en primera, en las épocas de la dictadura de Eduardo López, el defensor comenzó como suplente de Víctor López, quizá por su falta de estado físico, hasta que se consolidó como titular en honor a su dilatada trayectoria europea y en la selección nacional.
El ‘Mudo‘ Hernán Villalba fue el ‘pac man‘ del mediocampo, un jugador destinado a la recuperación y el auxilio permanente, quien hace la diferencia junto a la jerarquía de Maximiliano Rodríguez, un volante ofensivo inclasificable, y la asombrosa capacidad goleadora de Ignacio Scocco.
Martino también acertó en la elección de Milton Casco, el ignoto lateral izquierdo de Gimnasia y Esgrima La Plata que hizo olvidar rápidamente a Leonel ‘Piri‘ Vangioni, así como en respaldar al desequlibrante Víctor Figueroa, al intermitente Pablo Pérez y al pibe Martín Tonso, un delantero rebosante de potrero.
Así, a partir de la sapiencia del ‘Tata‘ Martino para acomodar y opitimizar a sus jugadores, la categoría internacional de Heinze, Rodríguez y Scocco; la base de Guzmán y Villalba, y el acompañamiento del resto, este Newell‘s que comenzó último en los promedios ganó inobjetablemente el Torneo Final y va por la semifinal de la Copa Libertadores.
Télam