Las sabias palabras de Julio Falcioni en la conferencia de prensa, son el reflejo de lo que ha pasado con los dos equipos. Hasta el cansancio se dijo que Colón y Unión eran un espejo: excelente participación en los torneos continentales (resultados y juego), pero flojo a la hora de "ponerse el overol" en el torneo local. Los dos desperdiciaron una oportunidad muy buena para meterse en el octogonal final. Colón por culpa de los diez partidos sin victorias (ahora 11 por el empate en Tucumán) y Unión por las cinco derrotas consecutivas (ahora seis por haber perdido frente a Tigre).
Ese espejo del que se habla, tiene que ver con formaciones que prácticamente se fueron repitiendo o por lo menos utilizando a casi los mismos jugadores. En Colón, estuvo clara la prioridad que le dio Falcioni a la Libertadores (cuando tuvo que rotar, lo hizo en el torneo local); en Unión, sólo el partido de visitante ante Oriente Petrolero fue el que motivó cambios a granel, porque Munúa trató de repetir buena parte del equipo y en el torneo local puso todo, salvo en el último partido ante Argentinos Juniors, ya con la eliminación consumada.
* ¿Falcioni pone al Pulga?. "Ya está bien, será considerado para la formación del próximo partido pero en este me dio la sensación de que no era un partido para que entre", fue lo que dijo el técnico sabalero en la siesta tucumana, el sábado pasado después del empate con Atlético. Y parece que el Pulga Rodríguez se mete en el equipo, provocando la salida de Teutén. Es una posibilidad, porque tal cual lo dijo en la charla con la prensa, lo definirá el sábado. Pero seguramente ya lo tiene en mente. "He probado una serie de variantes porque tuvimos una semana larga", dijo Julio. Y en realidad, la "serie de variantes", se limitó solamente al ingreso del Pulga. El resto, más allá de un hematoma provocado por un golpe que sufrió Rodrigo Aliendro (las versiones de que se va a Independiente son muy fuertes), es el mismo de la formación estable. Conclusión: Burián; Meza, Garcés, Novillo y Delgado; Aliendro, Lértora y Bernardi; Farías, Beltrán y Rodríguez sería la formación, posiblemente con Farías tirado por derecha (por el sector en el que viene jugando), con Bernardi por izquierda y con el Pulga jugando sin posición fija, detrás de Beltrán, que será el más adelantado de todos. 4-2-3-1, es una chance cierta, desde lo táctico, para jugar el clásico.
* ¿Munúa mete a Polenta?. En Unión, pasa más o menos lo mismo. Diego Polenta ya entró un rato el otro día ante Tigre y es una fija que jugará el clásico. Es una reaparición esperada, sobre todo por lo que puede significar no sólo desde lo defensivo sino desde lo temperamental. Una voz de experiencia necesaria para esta clase de partidos. ¿Y después?, no mucho por esperar. Algunos creen que podría haber algún otro retoque, en el medio y que podría ser el ingreso de Nardoni. De lo que hay seguridad es que jugará Álvez, no sólo porque está mucho mejor del golpe sufrido en el empeine, sino porque no quiere perderse por nada este partido (como le ocurrió en el encuentro clásico del 19 de marzo pasado). Conclusión: Mele; Brítez, Calderón, Polenta y Corvalán; Peralta Bauer, Roldán, Portillo y Zenón; Luna Diale y Álvez son los que tienen mayores chances de jugar el domingo en el Centenario.
Para seguir explicando esto de dos equipos "espejo" y con muchas coincidencias, hay que reconocer la continuidad que le dieron los técnicos a los equipos titulares. Si bien en Unión hay tres o cuatro jugadores que alternaron bastante (es el caso de Vera y Nardoni, por ejemplo), quizás en Colón no se encuentren tantos casos de jugadores que estuvieron a la altura del titular. Con Goltz afuera se da la chance para Novillo y ahora que entraría el Pulga, saldría Teutén, quien de todos modos se adaptó y bien a esa posición de carrilero por izquierda, sector en el que Colón fue más "convencional" por contar con un marcador de punta y un volante bien abierto por allí, cosa que no ocurre por derecha, a no ser que Farías sea el que abra la cancha, con fuerte tendencia a meter diagonales hacia el medio.
En síntesis, con Polenta de un lado y con el Pulga del otro, los entrenadores recuperarán a dos jugadores que pueden resultar clave -cada cual a su estilo y en su lugar- en un partido que no sólo se debe jugar con las piernas, sino también con la cabeza, la experiencia y el corazón.