Con una extensa y celebrada obra construida a lo largo de toda la vida, la santafesina Graciela Maturo deja un legado importante, pleno de aportes para la literatura americana y argentina.
Había nacido en la capital provincial el 15 de agosto de 1928, ciudad a la que siempre recordó con cariño, aunque desarrolló toda su carrera como investigadora y escritora en Buenos Aires, donde falleció el 11 de septiembre, el Día del Maestro. Por años, sus trabajos influyeron en la cátedra. Y así como era rigurosa ensayista; también fue una inspirada y sensible poeta.
Con una extensa y celebrada obra construida a lo largo de toda la vida, la santafesina Graciela Maturo deja un legado importante, pleno de aportes para la literatura americana y argentina.
Nacida en Santa Fe, ciudad que amaba y a la que regresaba de cuando en cuando, estudió Letras en la Universidad de Cuyo, pero su desarrollo profesional encontró expresión plena en Buenos Aires, donde fue docente en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y en la Universidad Católica Argentina (UCA), desde donde ejerció enorme influencia con su infatigable aporte, especialmente en el estudio de autores emblemáticos como Julio Cortázar, Marechal, García Márquez, entre otros.
Fue también fundadora del Centro de Estudios Poéticos Alétheia y miembro honorario del Centro de Estudios Filosóficos “Eugenio Pucciarelli” en la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires.
Humanista y americanista, suelen ser calificativos asociados a la figura de Maturo, pero son incompletos a la hora de contener una actividad intelectual de más de treinta títulos, entre ensayo y poesía. Se le reconocen aportes decisivos para el estudio de la literatura hispanoamericana y argentina: “La literatura hispanoamericana, De la utopía al Paraíso”; “La identidad hispanoamericana. Problemas y destino de una comunidad”; “Julio Cortázar y el Hombre Nuevo”; “Claves Simbólicas de García Márquez”; “Marechal: el camino de la belleza”; “El humanismo indiano”; “El surrealismo en la poesía argentina”, entre otros.
Recibió numerosas distinciones y reconocimientos a lo largo de su larga vida. Entre ellas, por ejemplo, la Asociación Santafesina de Escritores (Asde) le entregó el Premio a la Labor Literaria 2012.
Graciela Maturo falleció en Buenos Aires, el 11 de septiembre de 2024, en el Día del maestro y, desde entonces, son incontables las muestras de afecto y respeto que le tributan figuras importantes de la cultura nacional a través de posteos en redes.
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