Cuini Amelio Ortiz (desde Berlín)
Se trata de una "Una Escuela en Cerro Hueso" de Betania Cappato.
Cuini Amelio Ortiz (desde Berlín)
Es extraño no compartir la sala de cine para prensa con los colegas de todos los años. Me falta la necesaria charla en los pasillo luego de la proyección. En la soledad de mi escritorio el recurso es chequear los medios donde trabajan mis conocidos a ver que vieron y que les pareció.
Y fue con gran emoción ver la repercusión que tuvo “Una escuela en Cerro Hueso” en varios de los medios consultados. Es la ópera prima de la santafesina Betania Capatto, quién aclara que la historia está basada en una experiencia familiar. “Una escuela en Cerro Hueso” es un film profundamente humano e intensamente poético. Nos habla – en estos tiempos difíciles – de solidaridad y empatía. La historia se narra desde el silencio de una niña, Ema, que es autista, y por este motivo, cumplida la edad de ser escolarizada, no es aceptada en ninguna escuela. 17 son los rechazos acumulados. La tan ansiada respuesta positiva llega de Cerro Hueso. Una escuelita de campo que se encuentra a algunos km. de Santa Fe, a orillas del Paraná. Allí se muda la familia a enfrentar un futuro incierto, en el intento de dar a Ema la posibilidad que las instituciones le niegan. Conmovedora, intimista y honesta esta joyita del cine nos llega al alma. Mi vivo deseo es que se vea en un futuro muy próximo en un cine lleno de gente. La película lo merece.
En la sección Series de la Berlinale se presentaron dos capítulos de otro trabajo argentino: la serie “Entre Hombres”, dirigida por Pablo Fendrik con guion basado en la novela de Germán Maggiori quién colaboró en el mismo junto al director . La serie se realizó para la cadena HBO América Latina. Debo decir que está impecablemente hecha. Pero es la primera vez en mi vida que veo un trabajo que no me permitió identificarme con ninguno de sus protagonistas… que son detestables todos. Y esto es lo mas insólito: a pesar de ello no hay forma de despegarse de la pantalla. Está ambientada en el bajo fondo porteño año 1996, con policías y criminales tan infames que uno les desea lo peor, y las víctimas, con las que uno podría desarrollar alguna empatía, las liquidan tan rápido que no nos deja tiempo. Serie fuerte, violenta y dura. Muy bien hecha. “Entre hombres”. ¡Qué felicidad ser mujer!