Romina Gaetani disparó contra dos de los galanes con los que le tocó trabajar: Luciano Castro y Facundo Arana.
Romina Gaetani disparó contra dos de los galanes con los que le tocó trabajar: Luciano Castro y Facundo Arana.
La actriz contó cómo fue su desembarco en el mundo de Cris Morena, cuando se incorporó en Verano del ‘98, interpretando a la desquiciada Carla, y luego pasó a Chiquititas. “Yo venía de trabajar con Pepito Cibrián. Los dos tienen en común que son bastante militantes del laburo, de la puntualidad, de llegar perfumado, prolijo, con la letra sabida, saber, brillar, el tema de saber competir bien... Fue difícil Chiquititas, porque a mí los chicos no me gustaban en esa época, nada. Y aprendí un montón de todos ellos. Aprendí a pararme adelante de la cámara, cómo soltarme, a tener paciencia, a estar más tranquila y más confiada”, recordó.
También hizo referencia a su papel junto a Nicolás Cabré en Botineras. “Es que al principio me quería hacer la guacha botinera y Cabré me quedaba acá”, recordó, entre risas, la actriz, señalando su pecho. “Entonces, empecé a usar botitas chatitas. Pero él jamás me lo pidió. ¡Jamás! Pero sí me ha tocado algún actor que me ha dicho: ‘Uh, te pusiste esos zapatos...”, agregó.
Por supuesto que las panelistas quisieron saber a quién se refería, pero ella se limitó a dar pistas: “Tiene ojos celestes... ¡Me va a matar!”, expresó, y negó que se tratara de Facundo Arana. Ante la insistencia, muerta de risa, terminó revelando el nombre: “¡Guillermo Francella! Y, para suavizar, expresó: “Lo que aprendés con él es tremendo. Grabé con él dos capítulos de El hombre de mi vida y él te marca, te dirige, está muy bien”.
“Me acuerdo perfectamente. Yo me fui de Noche y día porque realmente estaba mal de salud, independientemente de que había fallecido mi padre unos meses atrás. Uno a veces cree que ante la muerte el trabajo salva, y a veces el show no debe continuar. Mi familia pensó que esa era la mejor opción. Yo estaba con ataques de pánico que me agarraban a la madrugada. Lloraba y lloraba. E iba a grabar con la cara así. Estaba muy flaca... Y con Facu a mí me pasan dos cosas lindas: somos muy parecidos, muy fogosos, muy tanos, muy expresivos; y a mí me encanta la pareja que hicimos. No tendría ningún problema en volver a trabajar con él, porque me quedé con ganas al haberme ido de la tira al cuarto mes”, comenzó explicando.
Y agregó: “Estaba realmente en una. No estaba bien. Y cuando saco un videoclip que habla puntualmente de la adicción, pero es una historia de amor, lo que pienso es: “¡Qué pena que Facundo no pudo ver la obra! Porque realmente era una bellísima canción y solamente focalizó en la palabra ‘falopa’. Me acuerdo que esa noche de estreno, siendo yo una intérprete independiente que pongo todo de mi bolsillo, mandé el link del video a mi lista de contactos, entre ellos a Facundo. A las dos de la mañana estaba con mis amigas, brindando y contestándole a todo el mundo, y me llega un mensaje suyo. Y quizás el malentendido estuvo acá... Me dijo: ‘¿Querés que mañana esté todo el mundo hablando de esto?’. Yo le dije: ‘¡Sí, dale!’ Él me manda un choclo de texto a las dos y pico de la mañana y yo lo leí por arriba. Y ahí está la confusión... Yo no sé si ya lo había posteado o para que yo lo apruebe. A mí me dio pena que no no hiciera hincapié en la canción y que me comparara con Amy y Janis Joplin. Por eso, mi chiste es que nunca escuchó a Janis, porque si fuera como ellas... Me parece que ese posteo habló más de él que de mí, y por eso no me ofendió el posteo ni tuve la necesidad de salir a aclarar nada. No me iba a morir. Un ataque de pánico no mata a nadie”.
Para el final, la actriz reveló que la relación con el rubio galán nunca fue un lecho de rosas. “Viví situaciones no gratas con él dentro de la novela. Me encontré con una cierta violencia de su parte que no estuvo buena. No está bueno entrar en detalles, pero él tuvo actitudes violentas conmigo y ese posteo lo termina de demostrar, casi un año después. Griterío, palabras que no está bueno que te digan, golpes en la mesa. Hay testigos, de hecho, que lo han visto en la motorhome en estas discusiones. Eran cuestiones de trabajo, opinábamos distinto sobre alguna escena, y de repente tenía un arranque abrupto que no estaba bueno, o te decía una palabra... Que alguien te diga: ‘Si fueras hombre te cagaría a trompadas’ es un montón”, reveló.