Bahía Blanca vive una de las tragedias climáticas más devastadoras de su historia. En la madrugada del 7 de marzo de 2025, un temporal de lluvias intensas arrasó la ciudad, dejando un saldo de al menos 10 personas fallecidas y 1.321 evacuados.
En menos de 12 horas cayeron 290 milímetros de agua, el equivalente a casi seis meses de precipitaciones. Autoridades trabajan en la asistencia.
Bahía Blanca vive una de las tragedias climáticas más devastadoras de su historia. En la madrugada del 7 de marzo de 2025, un temporal de lluvias intensas arrasó la ciudad, dejando un saldo de al menos 10 personas fallecidas y 1.321 evacuados.
En menos de 12 horas cayeron 290 milímetros de agua, el equivalente a casi seis meses de precipitaciones, superando el récord histórico de 1933, cuando se habían registrado 167,6 milímetros en un día.
El temporal comenzó alrededor de las 4 de la madrugada y alcanzó su máximo pico entre las 7 y las 11 de la mañana. Las calles de la ciudad se transformaron en ríos caudalosos, con vehículos flotando y casas anegadas.
Vecinos de las zonas más afectadas tuvieron que ser rescatados desde los techos de sus viviendas por los equipos de emergencia, que trabajaron contrarreloj para asistir a los damnificados.
Las autoridades locales decretaron la suspensión de todas las actividades en la ciudad y pidieron a la población que permanezca en sus hogares. Se habilitaron centros de evacuación en distintos puntos de Bahía Blanca, donde las familias reciben asistencia y provisiones.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, se trasladó a la zona para coordinar los operativos de emergencia junto al gobierno nacional y municipal.
La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, también arribó a la ciudad para supervisar el trabajo de las fuerzas federales, que participan en el rescate y asistencia a los afectados.
"Estamos ante un evento extraordinario. La prioridad es resguardar la vida de las personas y restablecer los servicios esenciales lo antes posible", declaró Kicillof.
El temporal afectó el suministro de energía eléctrica y agua potable en varias zonas de la ciudad. Las autoridades dispusieron cortes preventivos de electricidad en los barrios anegados para evitar riesgos mayores. Se recomendó a los habitantes restringir el uso del agua potable debido a la posible contaminación de las reservas.
El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció una asistencia económica de 10.000 millones de pesos para ayudar a reparar los daños en viviendas, infraestructuras y comercios afectados por el desastre.
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