Seguro se lo escuchaste decir a algún conocido: "No me ducho todos los días para cuidar el medio ambiente". Y puede que alguno lo use como argumento porque le da pereza meterse bajo el agua, pero también hay quienes lo creen. Por eso les preguntamos a expertos: ¿es necesario saltearse la ducha? ¿Dónde está la clave del ahorro doméstico?
"No bañarse algunos días de la semana en situaciones más extremas de escasez puede ser necesario pero no es deseable. En situaciones normales, sin embargo, se espera que las personas puedan bañarse todas las veces que consideren necesarias para mantener su higiene, pero regulando el consumo de agua a la cantidad justa", explicó Miguel Doria, hidrólogo regional del Programa Hidrológico Internacional de la Oficina de Ciencias de la Unesco para América Latina y el Caribe.
Danilo Ríos, magíster en Ingeniería Ambiental y docente de la Universidad de la República de Uruguay, coincide en que no es aconsejable suprimir el baño. "Hay muchas cosas antes", apunta, y explica que esa medida por sí sola podría considerarse "irrelevante" en comparación con otras áreas en las que se puede ahorrar.
No se trata de que el ahorro doméstico no importe, de hecho es fundamental según expertos. "Las acciones individuales suman y son importantes, particularmente en situaciones de escasez hídrica", dice Doria. Díaz coincide en que "en los hogares definitivamente hay un epicentro de cambio gigantesco". ¿Pero dónde?
Antes de responder esta pregunta, un apunte: mientras hablamos sobre cuánto deberíamos ducharnos, es importante recordar que, en realidad, poder ducharse es en sí un privilegio. El agua está considerada un derecho y sin embargo 2.200 millones de personas no tienen acceso a servicios de agua potable, según la ONU. "Uno de los focos (en el trabajo sobre el agua), sin dudas, debería estar puesto en asegurar que todos tengan acceso y lograr una distribución justa del recurso", explica Doria, y agrega que incluso quienes sí tienen acceso "no siempre tienen un suministros continuo, de calidad y cantidad".
El aporte determinante que podemos hacer como individuos, según Díaz de WWF Colombia, está lejos de la ducha: es reducir el desperdicio de alimentos. ¿Cuál es el vínculo? Cerca del 70% del agua dulce que se utiliza va para la producción de alimentos. Y cerca del 40% de los alimentos se desperdician en las diferentes partes del proceso. Eso quiere decir que, además, se desperdicia el agua que se usó en su producción.
Las granjas desperdician 1.000 millones de toneladas de alimentos por año. Y eso es desastroso para el clima Por tanto, las decisiones de compra, cocina y consumo de alimentos son clave. En este sentido, Díaz sugiere que es ideal una dieta variada que privilegie el consumo de frutas y verduras, que representan cerca del 60% de los alimentos desperdiciados.
También recomienda elegir productos que estén cerca de la fecha de vencimiento y no descartar frutas y verduras por su aspecto. En la discusión de ducha vs. consumo de alimentos, las cifras son el argumento más contundente. Un ejemplo: Díaz explica que, en promedio, "para producir un banano grande se usan cerca de 160 litros de agua, el equivalente a ducharse durante 17 minutos. Esto es lo que se pierde cuando botamos un banano".
Para Díaz es clave adaptar nuestros hábitos al hecho de que los recursos son limitados. "No podemos seguir actuando como si viviéramos en un mundo donde los recursos son infinitos", explica.
¿Qué cosas sí debería tomar en cuenta al ducharme?
Si necesitas esa ducha, adelante. Pero ten en cuenta algunas recomendaciones. "En lugar de no bañarse, se pueden adoptar hábitos como cerrar el grifo mientras uno se enjabona, evitar los baños de inmersión o limitar el uso de la ducha a cinco minutos. Por ejemplo, en algunas comunidades donde el agua del baño se calienta con fuego a leña, las personas logran bañarse con cerca de cinco litros de agua", explica Doria de la Unesco. Otro consejo es utilizar aireadores o dispersores, dicen Doria y Ríos, ya que estos permiten economizar el agua. En el baño otro elemento a optimizar son los inodoros: es deseable usar los de bajo flujo y descarga dual, dice Doria.
La escasez de agua no es una amenaza de futuro, es un problema presente
Tres cifras relevadas por la ONU muestran hasta qué punto la escasez es un problema del presente: cerca de 4.000 millones de personas experimentan escasez de agua grave durante al menos un mes del año, unos 2.000 millones viven en países con problemas de escasez de agua y, para 2030, unos 700 millones podrían quedar desplazadas por la escasez grave.
De acuerdo a un estudio publicado en agosto en la revista Nature Communications, 933 millones de residentes urbanos habitaban en regiones con escasez de agua en 2016, aproximadamente un 30% de la población urbana total. India, China, Estados Unidos y México encabezaban la lista.
De acuerdo con las proyecciones, el problema de la escasez de agua se agravará considerablemente. Entre las poblaciones urbanas, el estudio de Nature Communications estima que poco más de 2.065 millones de personas enfrentarán escasez de agua para 2050.
Detrás de este problema hay varios factores, según el estudio: el crecimiento de la población, la urbanización, el desarrollo socioeconómico que hace que aumente la demanda y el cambio climático, que impactará en la distribución espacial y disponibilidad de agua.
"La situación de los recursos hídricos es preocupante en varias partes del mundo y de la región: tenemos glaciares que están retrocediendo, sequías e inundaciones cada vez más intensas. El aumento demográfico implica también la reducción de la cantidad de agua disponible per cápita y la urbanización puede generar una mayor densidad poblacional en las cuencas. Todo esto torna el manejo de los recursos hídricos bastante más complejo", explica Doria.
Qué dicen los expertos en salud sobre la necesidad de ducharse todos los días
¿Es necesario ducharse todos los días por salud? En el caso de los adultos, la respuesta depende de las actividades diarias, dijo recientemente Elaine Larson, profesora residente de la Academia de Medicina de Nueva York y catedrática emérita de Epidemiología de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia.
La experta dice que, por ejemplo, la ducha diaria no es necesaria si pasas la mayor parte del día dentro de tu casa y no entras en contacto con gérmenes desconocidos. Y afirma que esto vale en especial para los adultos mayores, cuya piel se seca con el lavado frecuente y puede terminar siendo contraproducente.
No se mantienen las mismas recomendaciones para todos las edades. Los bebés, los niños y los adolescentes tienen necesidades diferentes, según el Dr. Andrew Doyle, pediatra de Wellstar Health System en Marietta, Georgia.