Juntó su familia y se vino con 1.000 dólares en el bolsillo escapando de la inseguridad
Nacido en Santa Rosa de Lima, vivía en Santo Tomé y sufría reiterados robos en su casa. Se la vendió a Ana Viglione, funcionaria de Seguridad. Y a los pocos días, ¡le entraron también a ella!
Sobrevivió a un accidente en San Luis y lo cuenta con lujo de detalles. Créditos: El Litoral
Sobrevivió a un accidente en San Luis y lo cuenta con lujo de detalles. “Me operaron sin anestesia, tenía el brazo destrozado y hasta corrí peligro de que me lo amputaran. Mi corazón parecía que no iba a aguantar. Después, uno de los doctores Calvo me operó la rodilla, porque ahí tenía de todo: rotura de ligamentos cruzados, desplazamiento de la rótula, los meniscos destrozados. Me acuerdo lo que me hizo sufrir el Tano Porta en la rehabilitación (se ríe). Y entre él y Alcides Píccoli, que hacía una rehabilitación conmigo, lograron que a los seis meses vuelva a hacer vida normal y a jugar al fútbol”. Gabriel Scheffer es un santafesino nacido en Santa Rosa de Lima, fanático hasta las entrañas de Colón, que llegó a Tampa hace diez años con su familia. Y tiene una historia muy particular que contar.
-¿Por qué te viniste a Estados Unidos?
“Es triste decirlo pero la inseguridad me obligó a dejar la ciudad, el país y las raíces nuestras. Vine de cero, apenas con 1.000 dólares en el bolsillo. Este es un país de oportunidades. Las que no pude tener en mi país. Le pude dar educación a mis hijas, una es contadora y la otra estudia abogacía.
-¿Qué episodio de inseguridad viviste?
-Yo vivía en una casa que estaba en la 19 y Luján, detrás de un taller de repuestos, en Santo Tomé. Me robaron varias veces. Entonces, decidí venderla y apareció una funcionaria de Seguridad, Ana Viglione, que me la compró. Y a los pocos días, entraron a la casa para robarle. Pero bueno, ella con más influencias que yo, consiguió que le devolvieran todo lo que le habían sacado… Sin dudas que la casa estaba marcada.
-Así que entraron a robar a la casa de la funcionaria de Seguridad…
Se vé que los ladrones no sabían que ella había comprado la casa… Puso el grito en el cielo y le devolvieron todo, hasta las cosas mías.
Nacido en Santa Rosa de Lima, vivía en Santo Tomé y sufría reiterados robos en su casa. Créditos: El Litoral
-¿Volviste a Santa Fe?
-Llevo diez años y no he regresado a Santa Fe. Tengo planeado ir para visitar a la familia, porque se extraña mucho a la ciudad y a los amigos. Es el único motivo que me haría volver a la ciudad, pero sólo para visitar, porque no está en nuestros planes la vuelta.
-¿Cómo fue el inicio de la vida acá?
-Vine con mi esposa, Verónica y mis hijas Camila y Ludmila. También tengo otro hijo, Gabriel, pero él no vino acá. Además, tengo un nieto, Benjamín, que es la locura de todos… Cuando nosotros llegamos, nos costó casi un año adaptarnos. Estados Unidos es frío, acá la gente trabaja desde las 8 o 9 de la mañana hasta las 5 o 6 de la tarde y no queda tiempo de compartir con nadie, llegás a tu casa cansado y querés relajarte un poco. La rutina es muy diferente acá.
-Si algo no podés extrañar es el clima porque es parecido al de Santa Fe…
-Por el calor y los mosquitos… Aparte, hay muchos campos de fútbol, tenemos torneos los viernes de fútbol cinco, jugamos un picadito entre amigos los miércoles y por supuesto que sigo de cerca a Colón, que es mi pasión. Veo todos los partidos. En todo eso sigo muy enganchado con Santa Fe.
-Y la cercanía con Miami… Te lo pregunto por Messi.
-Con la Messimanía seguimos al Inter Miami, mucho más cuando juega en Orlando, que lo tenemos acá cerquita. Yo nunca me desprendí de las noticias de Argentina en general y de Santa Fe en particular, nunca me salí de la ciudad en ese aspecto.
Se fue con su esposa e hijas. Créditos: El Litoral
-¿Cuál es tu imagen del país?
_ Hablando de política, está por un buen camino. Desde acá se ve otra Argentina que allá no ven. Yo no sigo ninguna campaña política, no tengo una preferencia por nadie y por eso hablo sin tapujos, a libro abierto, y digo que Argentina está por un buen camino, las cosas van a mejorar.
-Es un análisis muy optimista el tuyo. ¿Por qué?
-Porque Milei se decidió a cambiar el sistema económico, había mucha gente que se llevaba mucho dinero, empezando por los políticos y el recorte que hizo en el gasto del Estado era necesario.
-¿En qué se destaca Estados Unidos?
-Lo que tiene Estados Unidos es la educación y el respeto. Acá es como tiene que ser. Todo es correcto. Y si te adaptas a esa vida, vas por el camino correcto. Y en lo económico, no es difícil. Trabajo hay. Y el que trabaja, vive bien… Te terminás enamorando de Estados Unidos, en serio te lo digo.
-¿Alcanzaste a conocer la cancha de Colón totalmente terminada?, ¿hay algo que no hayas conocido de Colón desde el momento en que te viniste?
-Sí… ¡Los dirigentes!... Cuando me vine, la cancha estaba terminada. Supe ir a todos lados, pero a lo último iba a la platea oeste… Vos sabés que en mi familia son casi todos hinchas de Unión, mi papá, mis abuelos y mis hermanos. Y un tío, un día, me llevó a un partido con Atlético Tucumán, Colón ganó 2 a 0 ese día, era allá por el 86 u 87, allí me hice hincha de Colón. Y es la pasión que me acompañará por siempre.
Tampa es húmeda y calurosa como Santa Fe. Acá vive Mario Alberto Kempes, el Matador y también Martín Gramática, el único argentino y sudamericano en haberse coronado campeón de la NFL, la Liga Profesional de fútbol americano que tanto seduce a los habitantes de este país. Y acá también reside este santafesino de Santa Rosa de Lima, que un día, con apenas 1.000 dólares en el bolsillo, se trajo a toda su familia e inició la aventura de triunfar en este país. Y con mucho trabajo y haciendo de todo –y aprendiendo de todo- lo consiguió.
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