Las ventas en los comercios minoristas de Rosario experimentaron un incremento del 11,1% interanual durante marzo, impulsadas por factores estacionales como el inicio del ciclo lectivo y la vuelta a la rutina tras las vacaciones. Si bien el dato es alentador, el sector aún no logra consolidar una recuperación sostenida.
En base a los datos oficiales a los que accedió El Litoral de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), el repunte registrado el mes pasado responde más a circunstancias puntuales que a una reactivación general del consumo.
La comparación interanual refleja una mejora, pero hay que considerar que marzo del año pasado había sido especialmente crítico en términos de ventas.
El movimiento comercial fue notorio especialmente en rubros vinculados al regreso a clases, como indumentaria, calzado, librería y tecnología. Las promociones bancarias, los planes de pago en cuotas y algunas rebajas selectivas también ayudaron a dinamizar las compras durante la primera quincena del mes.
A pesar del leve despegue, desde el sector comercial insisten en que las cifras actuales no alcanzan a compensar el retroceso acumulado en los últimos doce meses. Comerciantes consultados coinciden en que la demanda sigue contenida, con consumidores que priorizan precios y optan por compras planificadas o más acotadas.
En ese marco, algunos rubros siguen rezagados. Electrodomésticos, artículos para el hogar y productos de mayor valor continúan mostrando niveles de ventas bajos.
Uno de los factores que sigue condicionando al sector es la pérdida de poder adquisitivo. A pesar de que en marzo hubo una leve mejora en algunos indicadores de consumo, la mayoría de los comerciantes locales advierte que el bolsillo del cliente promedio sigue resentido.
Otro aspecto que preocupa es el aumento de costos fijos: alquileres, tarifas, impuestos y logística se mantienen en alza y afectan la rentabilidad, especialmente en negocios pequeños y medianos. Esta situación obliga a muchos a ajustar su estructura o buscar alternativas para sostenerse.
Desde las entidades que nuclean al comercio rosarino se mantiene la expectativa de que abril permita sostener o incluso mejorar los niveles alcanzados en marzo. Sin embargo, la mirada es prudente, y se reconoce que la recuperación será paulatina y dependerá de múltiples factores externos.
También se observa un cambio de hábito en los consumidores, que optan por canales de venta digitales, comparan precios en distintas plataformas y priorizan opciones con financiación o beneficios concretos. Este comportamiento exige una mayor adaptación de los comercios tradicionales.
El sector necesita consolidar varios meses de crecimiento sostenido para dejar atrás la inestabilidad que viene arrastrando.
La clave, coinciden distintos actores del rubro, será seguir generando condiciones que incentiven el consumo y devuelvan previsibilidad a la actividad comercial. Solo así podrá revertirse una tendencia que, por ahora, muestra señales alentadoras pero frágiles.
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