“El Litoral. Diario de la tarde: informativo, impersonal e independiente. Director: Salvador Caputto; Oficinas: San Martín 781. Aparecerá en breve”, rezaba un viejo anuncio de 1918. El 7 de agosto de aquel año se materializó la primera edición. 106 años después, el medio llega a toda la provincia, se expande en la región e inaugura su moderno y novedoso edificio, el quinto a lo largo de su extensa vida.
La información, de cara al río
El nuevo edificio fue concebido como un bloque compacto de oficinas, con tres pisos de plantas libres de 450 m2 cada uno. Estas plantas se complementan con un núcleo húmedo que incluye baños y cocina, los cuales se anexan al bloque utilizando otro tipo de materialidad para resaltar su diferenciación dentro de la estructura.
El diseño en tira aprovecha la longitud del terreno, lo que permite una mejor distribución del espacio y optimiza su uso. Este formato proporciona a cada sector de la empresa la flexibilidad de disponer libremente de las áreas.
En el cuarto piso, se ubica el área destinada al directorio, con expansiones al aire libre que ofrecen una vista panorámica de 180° hacia el puerto de Santa Fe, lo que aporta un valor adicional en cuanto a ambiente y confort.
Mención especial y dato simbólico si los hay: los cielorrasos de cada planta están realizados con material reciclado de papel de diario. Este elemento es sustentable, lo que otorga eficiencia energética y constructiva. Es así que millones de noticias estarán posadas sobre las cabezas de periodistas, administrativos, ejecutivos y gerentes.
Recorrido
Entender el largo camino que significó desembarcar a orillas del río Santa Fe necesariamente requiere conocer la historia del diario que cambió para siempre las formas de contar las noticias en la región.
Aquella primera redacción estaba emplazada en lo que hoy es San Martín casi Juan de Garay a metros de la peatonal. Esa ubicación pintó de cuerpo entero la situación: el diario nació a pocas cuadras de la casa de gobierno y del centro comercial; todo un mensaje. A ese público se apuntó, al poder político, a la fuerza productiva y a los sectores pujantes de una capital provincial en pleno desarrollo.
Anuncio ante el arribo del nuevo diario.
La ciudad de aquel entonces estaba en pleno crecimiento. "Santa Fe tenía un poco más de 77.000 habitantes, apenas 92 automóviles patentados, 210 coches de plaza y 190 bicicletas. Las rentas municipales alcanzaban en el año a pesos 1.169.481 y contaba con 3 diarios bien escritos y prestigiosos: "Nueva Época', 'Santa Fe’ y 'El Imparcial", describió un antiguo artículo.
La línea del tiempo ubica a 1922 como el año de la primera expansión edilicia. La firma ocupó una casa contigua que hasta entonces pertenecía a Juan Nigro. Allí se instalaron las oficinas de redacción y administración. El mismo año se adquirió la primera linotipo (aún en funcionamiento y el 3 de agosto queda inaugurado el servicio informativo del exterior, que transmite la agencia Austral, vinculada al diario La Nación de Buenos Aires.
Una de las pocas imágenes que se guardan del primer edificio de El Litoral.
Tiempos de cambios
El año ‘29 significó la primera gran mudanza. La empresa se estableció en la casona de calle San Martín entre las calles Rioja y Catamarca, a media cuadra de la basílica de Nuestra Señora del Carmen.
Para la década de 1940, la empresa dio un enorme salto empresarial y tecnológico en su historia. Construyó en ese predio un edificio moderno pensado para alojar a un diario en desarrollo, que llegó a constituirse en un hito referencial de la principal arteria de la ciudad.
El edificio de calle San Martín, cuando todavía no era peatonal.
Por un lado, las oficinas de redacción y administración, con mucha luz y aire, doble sistema de escaleras y ascensor con una amplitud necesaria que acompañó el creciente desarrollo de las actividades periodísticas.
Por otro lado, el taller de impresión, en donde se instaló un enorme máquina Marinoni de origen francés compuesta por dos rotativas superpuestas y doble boca de salida de ejemplares. Este novedoso edificio albergó durante las siguientes cuatro décadas a sucesivas generaciones de periodistas, administrativos y gráficos.
La redacción de calle San Martín
Los 80 y la modernización
A mediados de la década de 1980, El Litoral marcó otro hito en su ya rica historia. El constante crecimiento de la ciudad de Santa Fe hizo que el gran edificio de calle San Martín quede “incómodo”, por su tamaño y la maquinaria que albergaba.
De eso dio cuenta una nota publicada en el ‘83 donde se explicaban los fundamentos de lo que sería una nueva mudanza.
“Se hacía impostergable, además, un plan de reequipamiento acorde con los notables avances tecnológicos de las artes gráficas que, dejando atrás el sistema de composición en caliente y la impresión por contacto directo, hablan pasado a la fotocomposición electrónica y a las rotativas offset de alta definición, además de incorporar novedades de importancia en la fotomecánica y la discriminación de colores”, explicaba el mecionado artículo.
La redacción de calle 25 de Mayo.
Y seguía el texto: “Así las cosas y al finalizar la década (N del R: hace mención a los ‘70), El Litoral afrontó la total renovación de sus talleres, emprendiendo la compra de la más moderna maquinaria para las diferentes etapas del procesamiento, incluso la realización de fotocromos y la impresión color. Estas expectativas aconsejaron un replanteo de la ubicación del diario y de los edificios donde se alojaba”.
En ese sentido, El Litoral reflejó: “De este modo, razones demográficas, edilicias, económicas y técnicas, impulsaron el traslado de los talleres, en primer término y, en segundo lugar, de las restantes secciones del diario. En tal entendimiento se dispuso la compra de un inmueble fuera del radio de los bulevares, con salida a dos calles y con una superficie que permitiese el desarrollo de un proyecto funcional en una sola planta, previo estudio de áreas, cantidad de personal, líneas de producción, caminos críticos, etc”.
El histórico edificio ubicado a metros de bulevar.
Nuevas tecnologías, nuevos desafíos
Casi tres décadas después, con significativos cambios tecnológicos, sociales, económicos y culturales de por medio, El Litoral se embarcó en un nuevo desafío: congeniar las nuevas tecnologías con un medio que encaminaba a los 100 años.
Desde mediados de los ‘90, la firma comenzó el camino de la diversificación y el diario de papel no era el único producto que se le ofrecía a los santafesinos. Un canal de cable (Cable y Diario, hoy CyD Litoral) y la novedosa página web (uno de los primeros portales digitales de noticias del país) daban sus pasos iniciales. Con el papel como estandarte, Internet y la TV avanzaron en sus propios caminos con producciones propias, exclusivas de cada soporte.
La aparición de Artes Gráficas del Litoral, en sociedad con el Grupo Clarín, le quitó al edificio de calle 25 de Mayo la impresión. Inaugurada al promediar 2009 y situada en Sauce Viejo, la planta presenta una oferta productiva que combina moderna tecnología, velocidad de respuesta, calidad y servicio para que la comunicación impresa llegue en tiempo y forma a todos los clientes. La impresora en el centro geográfico de la ciudad de Santa Fe se fue apagando de a poco, para darle lugar a las flamantes máquinas instaladas en el Parque Industrial.
Ese, tal vez, haya sido el primer paso hacia el próximo edificio. No ya pensando en impresión sino en la producción neta de contenido para múltiples plataformas. Entonces, con el correr de los años surgió la posibilidad de mudarse a un lugar céntrico, que se adapte a las nuevas exigencias del medio.
La casa actual de El Litoral, ubicada en calle Belgrano 2500, entre Irigoyen Freyre y Eva Perón, se transformó en un edificio de transición donde se cocinaron los últimos cambios tecnológicos y edilicios para dar el salto definitivo en materia de innovación y confort hacia la zona portuaria.
La redacción de calle Belgrano.
Antes de ese trampolín, el diario cumplió 100 años. Todo un hito para la prensa del interior del país. Un medio centenario que sigue pisando fuerte en la región centro. De ello dan cuenta tanto la preponderancia periodística y editorial en la agenda pública como los números de audiencias en el sitio web y sus redes sociales.
Volviendo al edificio de calle Belgrano, en estas instalaciones se dio intra y extra muros un mensaje claro: un medio “legacy” con más de un siglo en sus espaldas apuesta constantemente a la innovación y acompaña de cerca los cambios vinculados al sector.
Fue así que surgió la necesidad de contar con un nuevo edificio, preparado 100% para la producción de contenidos multimedia y multiplataforma. Papel, web, TV y redes sociales. Cada soporte tendrá su lugar. Precisamente, el nuevo emplazamiento se ubicó en el corazón de la zona más exclusiva de la capital santafesina; el puerto.