Los frentes de Rusia no se han limitado a Ucrania en su búsqueda de “ingreso” a Europa. Discusiones, en algunos periodos a nivel bélico, como las de Georgia, se han mantenido durante décadas a pesar de que su injerencia no sea directa para el resto de potencias.
Dentro del caso georgiano, la situación más dramática es la Abjasia, un país de reconocimiento limitado e independiente “de facto” con idas y vueltas desde 1992, cuando se consumó la salida de Georgia como República Socialista Soviética.
Se trata de una porción de sólo 8661 km², pero con salida directa al mar Negro, ocupando la mitad de la costa georgiana en el oeste. Este aspecto, como también su atractiva geografía, lo convierten en un territorio de interés para para Moscú.
Los censos de los últimos 10 años muestran a los abjasios con un 50% de la población de Abjasia ante un 19% de georgianos, panorama que era opuesto al momento de la caída de la URSS.
Por un lado, la tensión entre grupos étnicos, que en los noventa derivó en la migración de casi 200 mil georgianos, es determinante para fortalecer el espíritu independentista y suprimir en consecuencia la influencia regional de Georgia, país tentado a ingresar a la Unión Europea (UE).
La llegada de Tiflis a Europa significaría un acercamiento directo de Occidente a Eurasia, descartando la controversial relación de Turquía en la OTAN. El fortalecimiento georgiano en dicha dirección limitaría la influencia rusa en la ruta comercial-militar de la región que conecta el mar Caspio con el mar Negro y que perdió el acceso directo al Mediterráneo tras el derrocamiento de Bashar al-Assad en Siria.
Fuerzas de Georgia movilizadas en 2008 durante la corta guerra ante Rusia. Crédito: Vladimir Popov/Reuters
Por otro lado, el control del panorama dentro de Abjasia le brinda estabilidad en la región, estado requerido para acuerdos claves como el que sostiene con Azerbaiyán ante el cierre de la vía europea en materia de recursos energéticos. La necesidad de evitar conflictos en el corto plazo van de la mano de las elecciones anticipadas que celebrarán los abjasios.
Elecciones presidenciales en Abjasia
Este domingo 15 de febrero, se definirá parte del futuro de los 240.700 abjasios en las elecciones presidenciales anticipadas ante la renuncia de su líder Aslan Bzhaniam.
La salida de Bzhaniam responde a una pequeña crisis iniciada a finales de 2024, cuando el Parlamento avanzó con un proyecto que reafirmaba un nuevo acuerdo comercial con Rusia, lo que provocó unas inusuales manifestaciones que incluso derivaron en la toma de establecimientos públicos.
El saludo de Aslan Bzhaniam, ex mandatario de Abjasia, recibiendo a Vladimir Putin, presidente de Rusia, en 2023.
"Para mantener la estabilidad y el orden constitucional en el país, dimito del cargo de Presidente de la República de Abjasia", dijo Bzhaniam en una carta publicada en Telegram.
El gobierno logró llegar a un plano intermedio, presionado no sólo por su pueblo y miembros de la oposición, sino también por las sanciones establecidas por el Kremlin a mediados del año pasado, luego de no cumplir con una serie de puntos. Los rusos se han convertido en una pieza clave de su financiación en el plano social, formato neocolonial que tiene como objetivo alejar cada vez más la posibilidad de reunificar con Georgia.
Sobre eventuales intereses del Kremlin por debilitar internamente a Georgia, en parte también a través del oficialista partido Sueño Georgiano, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajarova, se encargó de desmentir: "Las acusaciones son absolutamente infundadas y las rechazamos rotundamente. Quisiera recordar a quienes hacen tales declaraciones que no tenemos relaciones diplomáticas con Georgia. Rusia desarrolla principalmente vínculos comerciales, económicos y humanitarios con este país, con cuyo pueblo nos une una historia común, una cultura, estrechos vínculos y contactos entre personas".
Lo que sí resaltó Zajarova es que en la región, Abjasia es uno de sus "aliados y socios más cercanos" e instó a la población a elegir a un jefe de Estado que pueda garantizar una convivencia "seguridad, estable y basa en el progreso" para la zona. "Partimos de la base de que cuentan con una buena relación con Rusia, que sigue siendo garante de su soberanía e independencia", agregó.
Este punto no es menor, el cese de las hostilidades entre ambos bandos han llegado en parte por la intervención de Rusia. El mandatario saliente lo celebró en su despedida: “El uso de la fuerza es una medida extrema, no tiene marcha atrás. Cuando llega a derramarse sangre, no hay manera de enmendarlo. Ahora, en cambio, ha sido posible revertir la situación".
Rumbo a la primera vuelta de este domingo, donde para evitar el ballotage, el ganador deberá imponerse con más del 50% de los votos, el interino y principal candidato a presidente, Badra Gunba, visitó Rusia.
Los territorios de Abjasia y Osetia del Sur, porciones separatistas de Georgia con frontera compartida con Rusia.
“Necesitamos revisar los detalles de este acuerdo y continuar implementando los proyectos de inversiones necesarios para el desarrollo de nuestro Estado”, indicó Gunba tras reunirse junto a vice primer ministro ruso, Aleksandr Novak.
“Estoy absolutamente de acuerdo con usted. Sobre todo porque Abjasia es un país muy prometedor desde el punto de vista de las inversiones potenciales”, sostuvo Novak en relación a los comentarios de Gunba.
El funcionario ruso afirmó a su vez que “el acuerdo de inversiones no será implementado en su formulación anterior” y remarcó que el nuevo acuerdo “tomará en cuenta los intereses de ambas partes”.
Gunba deberá enfrentar este 15 de febrero a otros cuatro candidatos: Adgur Ardzinba , líder del opositor Movimiento Popular Abjasio; Oleg Bartsits, ex jefe de la misión comercial de Abjasia en Rusia; Robert Arshba, ex presidente de la Cámara de Cuentas de Abjasia; y Adgur Khurkhumal, presidente del Banco de Desarrollo del Mar Negro.
Reconocimiento limitado
Sin ser miembro de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Abjasia, al igual que Osetia del Sur, otra región separatista de Georgi, cuentan con reconocimiento limitado de algunas naciones que sí pertenecen a dicha organización.
Imagen ilustrativa. Bandera de Osetia del Sur.
Es el caso de la propia Rusa, de Venezuela, de Nicaragua y de la pequeña isla de Nauru, ubicada en la Micronesia e independiente de Reino Unido desde 1968. Vanuatu, Tuvalu y Siria fueron naciones que en su momento supieron reconocer a Abjasia como un estado plenamente independiente.
A los que dan el sí, se suman otros estados de reconocimiento limitado como Transnistria, la extinta República de Nagorno Karabaj, República Árabe Saharaui Democrática, República Popular de Donetsk y República Popular de Lugansk.
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