Las autoridades australianas investigan "activamente" si China intentó infiltrar a uno de sus agente en el Parlamento de Camberra, tal como lo denunció este domingo por la noche en una investigación periodística.
Las autoridades australianas investigan "activamente" si China intentó infiltrar a uno de sus agente en el Parlamento de Camberra, tal como lo denunció este domingo por la noche en una investigación periodística.
Grupos de la inteligencia china ofrecieron unos 679.000 dólares estadounidenses (616.275 euros) a "Nick" Zhao, para que se presentara como candidato del Partido Liberal por un escaño de Melbourne, según un reportaje del programa "60 minutes" del Canal 9 de Australia.
Este vendedor de coches de lujo apareció muerto en marzo pasado en un hotel por causas que no fueron aclaradas tras ponerse en contacto hace un año con la Organización Australiana de Seguridad e Inteligencia (ASIO), cuyo director general, Mike Burgess, reaccionó asegurando en un comunicado que la agencia se toma "en serio" la denuncia.
"ASIO tenía conocimiento previo de los asuntos que han sido divulgados y los ha estado investigando activamente. Las actividades hostiles de inteligencia extranjera siguen suponiendo una amenaza real para nuestro país y su seguridad", añadió Burgess sin mencionar específicamente a China.
En la citada entrevista que recoge la agencia de noticias EFE, el presidente del Comité de Inteligencia y Seguridad del Parlamento australiano, el liberal Andrew Hastie, dijo que conocía desde hace meses la existencia de Zhao y mostró su preocupación por el "intento auspiciado por un estado para intentar infiltrarse en el Parlamento".
La denuncia ocurrió un día después de que los diarios del mismo Grupo Nine publicaran que un desertor chino implicado en acciones en Australia, Hong Kong y Taiwán revelara a ASIO cómo Beijing financia y lleva a cabo actividades de interferencia política en estos lugares.
El viernes, el anterior jefe del ASIO, Duncan Lewis, denunció que el gobierno chino busca "apoderarse" del sistema político australiano a través de sus "insidiosas" operaciones de espionaje e interferencia.
En los dos últimos años, al menos dos diputados australianos, la conservadora Gladys Liu, y el laborista Sam Dastyari, fueron relacionados con el Partido Comunista Chino o con empresarios vinculados a Beijing.
ASIO alerta desde el año pasado del aumento de los espías y las interferencias extranjeras a "una escala sin precedentes" en Australia pero hasta la fecha nunca acusó directamente a China.
Con información de Télam