El papa Francisco recibió este martes buenas noticias sobre su estado de salud, ya que los médicos del hospital Gemelli de Roma, Italia, mejoraron su pronóstico y confirmaron que ya no está en peligro inminente tras la neumonía bilateral que lo ha mantenido internado desde el 14 de febrero.
Parte médico del martes
Continúa la mejoría del papa Francisco tras salir del "estado de gravedad"
La Oficina de Prensa de la Santa Sede comunicó que seguirá internado en Roma.
Papa Francisco. Crédito: Vaticano/Simone Risoluti 9:59
Se aclaró además que el pontífice seguirá hospitalizado algunos días más para continuar con el tratamiento médico y evitar recaídas, especialmente debido a su fragilidad y edad avanzada.
El Vaticano informó que Francisco, de 88 años, pasó una noche tranquila y se despertó alrededor de las 8 de la mañana, lo que refleja una rutina más relajada en comparación con su horario habitual en el Vaticano, donde comienza su día a las 4:30.
Qué decía el última parte
"Las condiciones clínicas del Santo Padre siguen siendo estables. Las mejoras registradas en los días anteriores se han consolidado aún más, como confirman los análisis de sangre, la objetividad clínica y la buena respuesta a la terapia farmacológica. Por estas razones, los médicos han decidido hoy disolver el pronóstico (de estado crítico). Sin embargo, dada la complejidad del cuadro clínico y el importante cuadro infeccioso presentado en el momento del ingreso, será necesario continuar la terapia médica farmacológica en régimen hospitalario durante algunos días más", informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede difundido en la tarde de este lunes 10 de marzo.
Desde su ingreso, Francisco ha recibido tratamiento intensivo que incluye oxigenoterapia de alto flujo durante el día y ventilación mecánica por las noches. Estas medidas han contribuido a estabilizar su condición y mejorar su función respiratoria. Los análisis de sangre recientes indican una respuesta positiva al tratamiento farmacológico, lo que ha llevado a los médicos a levantar el pronóstico reservado que mantenían desde su ingreso.
"Se trata, por tanto, de signos positivos en el transcurso de la enfermedad, que, no obstante, deben acogerse con cautela y prudencia, ya que la neumonía aún no ha terminado y el cuadro clínico sigue siendo complejo, aunque no existe ningún peligro inminente", concluye el boletín informativo sobre el estado clínico del Papa.
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