Las autoridades cubanas prohibieron la celebración de una marcha opositora prevista para el 15 de noviembre por considerar que sus promotores tienen la intención de impulsar un cambio de régimen y porque algunos tienen vínculos con Washington, según un comunicados oficial emitido el martes (12.10.2021).
"Los promotores y sus proyecciones públicas, así como los vínculos de algunos con organizaciones subversivas o agencias financiadas por el gobierno estadounidense tienen la intención manifiesta de promover un cambio de sistema político en Cuba", señala la carta de respuesta de las autoridades publicada en el portal de noticias oficial Cubadebate.
"No se reconoce legitimidad en las razones que se esgrimen para la marcha", argumenta el texto, suscrito por los consejos municipales de las localidades donde se emitió la petición, entregado como respuesta a los solicitantes. Y argumenta que, según la Constitución de 2019, el "sistema socialista" que impera en el país desde hace más de seis décadas es "irrevocable".
"Siempre van a decir que se le ocurrió a alguien en Washington"
Miembros de la plataforma virtual ciudadana Archipiélago solicitaron a las delegaciones provinciales autorización para llevar a cabo una "Marcha pacífica por el cambio" el 20 de noviembre, aunque más tarde la adelantaron al 15 debido a que el Gobierno convocó un desfile militar en la fecha inicialmente prevista. El líder de la plataforma, Yunior García, lamentó las acusaciones sobre financiamiento de Estados Unidos. "Siempre cualquier cosa que el cubano haga, van a decir que se le ocurrió a alguien en Washington , es como si no pensáramos, no tenemos cerebro los cubanos".
En La Habana, los organizadores preveían la participación de unas 5.000 personas en un recorrido que comenzaría en la avenida del Malecón y finalizaría frente al Capitolio Nacional. "Cualquier cubano sensato quiere cambio para bien, cualquier cubano sensato quiere que en Cuba haya más democracia, que haya más progreso, que haya más libertad, en todos los sentidos", añadió García, cuya plataforma se va a reunir "para decidir el camino a seguir".
En Cuba, los derechos de huelga y manifestación no se contemplan fuera de las instituciones estatales, por lo que, de haberse autorizado, la marcha del 15 de noviembre habría sentado un precedente histórico.