La República de la India comenzó este viernes 19 de abril unas maratónicas elecciones generales para elegir 543 de los 545 escaños del Lok Sabha, la cámara baja de su parlamento.
960 millones de personas eligen durante 44 días a los representantes Lok Sabha, el parlamento indio.
La República de la India comenzó este viernes 19 de abril unas maratónicas elecciones generales para elegir 543 de los 545 escaños del Lok Sabha, la cámara baja de su parlamento.
El actual primer ministro y máximo candidato, Narendra Modi, va en busca de su tercer mandato consecutivo encaminado como el líder en las encuestas y sondeos. Al frente de la Alianza Democrática Nacional, necesita la mayoría en el Lok Sabha para ganarse el derecho de que la presidenta Draupadi Murmu conforme gobierno con su espacio.
Por la estructura política del país de Asia del Sur, el rol del primer ministro es clave y puntualmente un eventual tercer mandato de Modi podría determinar el futuro del país.
Durante 44 días y hasta el 1 de junio, unas 960 millones de personas están habilitadas para elegir sus representantes en el marco de la democracia más grande del mundo. China lejos de plantear un sistema electoral transparente ante la hegemonía del Partido Comunista, sería el único capaz de alcanzar la cantidad de votantes que supera a la de Estados Unidos, Rusia y la Unión Europea juntos.
No obstante, el sentido de democracia y el futuro de la misma están en jaque ante el sinfín de acusaciones que recaen sobre el oficialismo y una lista de casos concretos que socavan a la India como ejemplo.
Desde su independencia de Reino Unido y la confección de su constitución en 1949, India es un estado laico, a pesar de contar con un 78% de hinduístas.
Esta base poblacional representa una seguridad electoral y una fortificación a futuro de la identidad nacional, algo que Narendra Modi y el Partido Popular Indio (conservador hindú) apuntaron en los últimos meses.
El islam ya se convirtió en un problema para los europeos ante el crecimiento de una sociedad homogénea. El oficialismo indio quiere evitar un avance cultural de los musulmanes que representan sólo el 15%, pero convierten al país en el de mayor cantidad de personas que profesan esta religión con más de 200 millones.
La más reciente de las medidas concretas fue la implementación de una ley aprobada en 2019 que ofrece un proceso acelerado de acceso a la ciudadanía para inmigrantes procedentes de Afganistán, Bangladesh y Pakistán, pero con la condición de que pertenezcan a minorías religiosas.
¿Por qué se cuela en la agenda de las elecciones el culto? Porque si el oficialismo obtiene 400 o más escaños podrá modificar sin miramientos la Constitución y convertir al país en una república hinduísta, creciendo en el peso que obtendría en su cultivo.
Un elemento simbólico que se presentó en esta línea fue la propaganda en plena cumbre del G20 del nombre “Bharat” denominación ancestral que posee la India y que apela a motivos religiosos.
Otro episodio controversial durante este 2024 fue la inauguración de un templo al dios Ram en la ciudad de Ayodhya, donde hace tres décadas se destruyó una mezquita. “El 22 de enero de 2024 no es solo una fecha en el calendario, sino que anuncia el advenimiento de una nueva era”, declaró Modi al encabezar el acto.
El “interés” de Modi con el islam se remonta a su época como ministro Jefe del estado de Guyarat (2001-2014), donde casi un millón de musulmanes murieron a raíz de episodios de violencia como respuesta étnico-religiosa al incendio de un tren en el que murieron 59 hindúes.
La muerte también atravesó los días previos a los comicios. Si bien no fue contra un grupo estrictamente religioso, pero sí que atenta a sus ideales: los maoístas. Sólo esta semana murieron 29 rebeldes tras un tiroteo contra las fuerzas de seguridad en el estado central de Chhattisgarh.
Modi, el “emperador de los corazones hindúes”, cuenta con un alto índice de aprobación, pero principalmente con un brutal aparato propagandístico.
En las últimas semanas, ante la imposibilidad de asistir a todos los mítines de su partido, el gobierno montó proyectores y repartió figuras a escala humana del primer ministro para que la población se fotografiara. A esto se le suma la aparición constante de su rostro en cartillas oficiales como las de vacunación contra el dengue.
La contracara es la situación actual de la Alianza Nacional para el Desarrollo Inclusivo de la India (INDIA), la principal fuerza opositora que se presenta bajo el lema de “defender la democracia” y a la cual se le han congelado los fondos.
Miembros destacados de la oposición, entre ellos el ministro principal de Delhi, Arvind Kejriwal, han sido detenidos o investigados por organismos estatales en el último año. Desde INDIA denuncia que hay “persecución política”.
Congelar los fondos y exigir el pago de 218 millones de dólares en impuestos es determinante al tratarse de un proceso electoral más costoso que el de Estado Unidos.
En lo que respecta a medios de comunicación, los dos principales monopolios pertenecen a grupos cercanos al gobierno de Modi. Uno de ellos es Gautam Adani, el indio más rico y el cuarto hombre más rico del mundo según Forbes.
Los medios digitales también entran en la discusión. El Tribunal Supremo de la India comenzó un juicio contra Google acusándola de monopólica al cobrar porcentajes mayores que la competencia a empresas desarrolladas de aplicaciones.
X de Elon Musk protagonizó otro de los controversiales episodios que involucran a la oposición. Un comunicado oficial indicó que la “Comisión Electoral de la India (ECI) ha emitido órdenes de eliminación que exigen que X actúe en publicaciones que contengan discursos políticos compartidos por políticos electos, partidos políticos y candidatos a cargos públicos”
Manifestando el desacuerdo con dichas acciones y reivindicando sus reclamos por “la libertad de expresión”, la administración del ex Twitter borró igualmente el contenido.
Tamil Nadu’s K Padmarajan de 65 años, nacido en Mettur, en el estado de Tamil Nadu, perdió un total de 238 elecciones desde 1988 y nunca logró ganar o acercarse al triunfo en ninguna de ellas.
Se presentó a 6 elecciones presidenciales , 6 vicepresidenciales , 32 Lok Sabha , 50 Rajya Sabha, 73 elecciones parlamentarias y también es candidato este 2024 para un escaño en la cámara baja.
El mecánico y autodenominado homeópata es “el más fracasado” de la historia india, pero igualmente es considerado el “Rey de las elecciones” por su pasión por la democracia.
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