El Gobierno de Benjamin Netanyahu, que alega que el Líbano no ha cumplido "plenamente" sus compromisos, llamó, además, a miles de libaneses desplazados a no regresar a las aldeas cercanas a la frontera.
Israel anunció que el proceso de retirada de sus tropas continuará más allá de los 60 días.
El pasado noviembre, Israel acordó una tregua para frenar los combates contra el grupo chií Hezbolá en Líbano. El alto el fuego de 60 días entró en vigor el 27 de noviembre y tuvo lugar luego de más de un año de combates que dejaron más de 3.800 muertos y 1,2 millones de desplazados en Líbano.
Dentro del acuerdo, se estipuló la retirada paulatina de las tropas israelíes en un plazo de 60 días, periodo que se cumple este domingo 26 de enero. Además, los militantes de Hezbolá debían retirarse al norte del río Litani y el Ejército libanés patrullar la zona de contención en el sur del Líbano junto con las fuerzas de paz de la ONU.
No obstante, el Gobierno de Israel confirmó este viernes que no culminará su retiro del sur del Líbano el domingo 26 de enero, cuando se cumple el plazo de 60 días. Israel asegura que la extensión de su permanencia se debe a un incumplimiento de las fuerzas libanesas sobre su total despliegue en la zona.
Ese señalamiento se refiere a una de las condiciones del acuerdo, que establece que el Ejército libanés debe desplegarse completamente en el sur del país e imponer la retirada de Hezbolá más allá del río Litani, a unos 30 kilómetros de la frontera con Israel.
El anuncio del primer ministro Benjamin Netanyahu se produce en un contexto de crecientes tensiones: en los últimos días, el Ejército israelí se ha infiltrado en varias localidades fronterizas de las regiones de Marjayoun y Bint Jbeil, llevando a cabo redadas con ametralladoras pesadas y destruyendo viviendas y edificios municipales con bulldozers.
El anuncio de Netanyahu se produce en un contexto de crecientes tensiones.
Foto: REUTER
Antes de la tregua y en medio de una gran ofensiva, Israel había consumado una incursión terrestre en el sur de Líbano el 1 de octubre. Ese día, el Ejército israelí anunció que sus tropas habían iniciado incursiones "limitadas" contra objetivos de Hezbolá en el área fronteriza.
¿Se retirará Israel?
El reciente patrón de incursiones y destrucción, lejos de ser un hecho aislado, apunta a la intención de Israel de consolidar su presencia militar en el sur del Líbano, al menos por otro mes.
En respuesta, Hezbolá advirtió que, de no respetarse el acuerdo de alto el fuego, retomará las acciones militares contra Israel a partir del domingo, centrándose en la región del monte Dov, en el sur de Líbano. En un comunicado reciente, el grupo chií proiraní fue categórico:
“Cualquier violación de la soberanía libanesa debe ser respondida”.
El grupo subrayó que no aceptará incumplimientos ni “pretextos falaces” para justificar la presencia israelí en territorio libanés.
Las preguntas que surgen ahora es: ¿tiene Hezbolá capacidad para retomar operaciones contra el Ejército israelí? y ¿hasta qué punto Israel retirará completamente sus tropas tras el plazo acordado?
Esta situación agrava la crisis humanitaria.
Foto: REUTER
El carácter no estatal de la formación proiraní y su hermetismo dificultan obtener estadísticas precisas sobre su capacidad operativa.
Desde la perspectiva de Israel, la decisión de mantener tropas en el sur del Líbano se basa en la supuesta incapacidad del Ejército libanés para garantizar la seguridad en esa zona.
David Mencer, portavoz del Gobierno israelí, declaró que “es poco probable que se produzca una retirada completa” y que cualquier acción de Hezbolá será respondida con firmeza. Además, la permanencia de las fuerzas israelíes está coordinada con la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, lo que añade una dimensión geopolítica más amplia al conflicto.
Fin de la tregua
Mientras tanto, en el Líbano, la incertidumbre y la extensión de la presencia israelí supone una presión adicional sobre el país y sus ciudadanos. Más de 150.000 personas siguen desplazadas, muchas de ellas sin hogar al cual regresar debido a la destrucción causada por las incursiones israelíes.
Lara Mahmud, oriunda de Dahira, es uno de esos casos. Ella y su familia llevan 15 meses refugiados en una escuela convertida en un centro de acogida en Tiro, en el sur de Líbano.
“Desde que empezó la guerra estamos aquí. Nunca hemos podido volver. No sabemos si nuestra casa sigue en pie. No tenemos mucha esperanza”, relata Lara con tristeza.
Esta situación agrava la crisis humanitaria.
Foto: REUTER
Sobre los desplazados, este sábado el Ejército israelí llamó a que no regresen a las aldeas cercanas a la frontera hasta nuevo aviso.
Esta situación no solo agrava la crisis humanitaria, sino que también intensifica las tensiones internas en el Líbano.
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