Maduro sigue en la mira: denuncian que detiene a extranjeros para usarlos como "canje" con EE.UU.
Tras la cuestionada asunción de su tercer mandato, una ONG humanitaria acusó al mandatario de Venezuela de aumentar la detención de presos políticos para luego ser utilizados como "moneda de cambio" ante el próximo gobierno norteamericano, en busca de aliviar sanciones económicas.
Tras asumir su tercer mandato en unas elecciones señaladas por fraudulentes por la comunidad internacional, Nicolás Maduro enfrenta acusaciones por el arresto de extranjeros para negociarlos con el próximo gobierno de Donald Trump. Foto: Zurimar Campos / REUTERS.
Venezuela sigue en el centro de la mirada política internacional, luego de una semana convulsionada en la que Nicolás Maduro juró su tercer mandato en el poder hasta 2031, pese a las denuncias de fraude electoral y la persecución a dirigentes opositores.
A la cabeza de un exiliado Edmundo González Urrutia, la oposición ha presentado actas que avalarían el cambio de gobierno en Caracas. Sin embargo, el control represivo con el respaldo militar sigue estando en favor del chavismo, impidiendo las condiciones para el cambio de mando.
Marcha del personal militar de Venezuela, el día de la toma de posesión de Nicolás Maduro para un tercer mandato de seis años, en una academia militar en Caracas. Foto: REUTERS / Leonardo Fernández Viloria.
El régimen bolivariano sostiene una línea de férreo control en las calles, haciendo uso de la violencia para contener las protestas. La última semana, a modo de ejemplo, hubo dos denuncias de secuestro resonantes: primero del yerno de González Urrutia y, luego, de la líder opositora María Corina Machado, en el marco de una masiva movilización.
En medio de este panorama, la ONG de derechos humanos "Foro Penal" denunció durante este fin de semana que Venezuela mantiene a 1.697 personas como presos políticos, lo que daría la cifra más alta desde la década de 2000.
Entre los detenidos, denuncia la organización humanitaria, se encuentran numerosos extranjeros, particularmente estadounidenses o con doble nacionalidad. Los analistas sostienen que Nicolás Maduro podría estar utilizando a estos prisioneros para resguardar al Palacio de Miraflores de nuevas sanciones económicas en el nuevo mandato de Donald Trump en la Casa Blanca.
"Moneda de cambio"
Desde julio, tras las sospechadas elecciones en las que Maduro se autoproclamó ganador, la policía política ha detenido a cerca de 50 extranjeros y personas con doble nacionalidad de más de doce países, según Foro Penal.
"Son peones para ser intercambiados", afirmó Gonzalo Himiob, fundador de la ONG, aludiendo a que Maduro lo que en realidad pretende es la eliminación de las sanciones estadounidenses y el posterior reconocimiento internacional.
Opositores venezolanos fueron vistos ser cargados en un camión de las fuerzas de seguridad durante una protesta antes de la toma de posesión del presidente Nicolás Maduro para su tercer mandato, el pasado 9 de enero de 2025. Foto: REUTERS / Stringer.
Entre los detenidos, Foro Penal reporta nueve personas con ciudadanía estadounidense encarceladas bajo cargos de conspiración para asesinar a Maduro. David Estrella, Wilbert Castañeda y Aaron Barrett Logan, son tres casos de ciudadanos norteamericanos que han sido detenidos y cuyas familias no han tenido noticias de ellos durante los últimos meses.
Los tres casos mencionados fueron detenidos acusados por el gobierno venezolano de conspirar para asesinar a Maduro. Estrella, de 64 años, desapareció tras ingresar a Venezuela desde Colombia en septiembre; Castañeda, ex SEAL de la Marina de 37 años, detenido en agosto cuando visitaba a su novia en Venezuela; Barrett Logan, experto en ciberseguridad de 34 años.
Un partidario de la oposición venezolana se perfila sobre una bandera de Venezuela durante una protesta antes de la toma de posesión de Nicolás Maduro para su tercer mandato presidencial. Foto: REUTERS / Pablo Sanhueza.
Las acusaciones del régimen bolivariano contra estos detenidos se asemejan a las propinadas sobre el gendarme argentino Nahuel Gallo, detenido semanas atrás, luego de cruzar un paso fronterizo de Colombia a Venezuela, cuando viajaba a visitar a su pareja e hijos. Maduro aseguró que el objetivo del cabo argentino era "asesinar a la vicepresidenta Delcy Rodríguez".
Antecedentes próximos
En el pasado, la política estadounidense consistía en no negociar con los captores, pero esto dejaba a los detenidos con pocas esperanzas de ser rescatados. Los críticos apuntaron a que esta posición contribuyó por ejemplo a la muerte de personas como James Foley, periodista asesinado por ISIS en Siria en 2014. Desde entonces, Estados Unidos se ha mostrado más dispuesto a negociar.
Maduro abraza a Saab, tras ser liberado por EE.UU., en el Palacio de Miraflores, el 20 de diciembre de 2023. Foto: Archivo / REUTERS / Leonardo Fernández Viloria.
El caso más resonante de una situación de intercambio de detenidos entre Venezuela y Estados Unidos se dio en 2023. En aquella oportunidad, la administración de Joe Biden dispuso la liberación de Alex Saab, empresario radicado en Miami sindicado como testaferro de Maduro, a cambio de al menos diez estadounidenses presos en Caracas.
Siguiendo esta línea, Tom Shannon, exfuncionario del Departamento de Estado, que ha actuado en el último año como mediador informal para mejorar la relación entre Washington y Caracas, expresó su parecer sobre este tipo de procedimientos en una entrevista con The New York Times.
Imagen como "prueba de vida" del oficial de Gendarmería de Argentina Nahuel Gallo, detenido en Venezuela, acusado por el gobierno de Maduro.
Según Shannon, Maduro había sido alentado por los recientes acuerdos de rehenes que Estados Unidos aplicó con Rusia e Irán, sumado a la renovada presión internacional sobre su figura económica y las nuevas sanciones que podría aplicar la administración republicana en cabeza de Trump.
De todas formas, el exfuncionario norteamericano defendió las negociaciones como necesarias para proteger a los ciudadanos estadounidenses. “Es muy difícil simplemente descartar a la gente y decir ‘qué mala suerte’”, declaró Shannon, enfatizando la importancia de proteger a sus ciudadanos en el extranjero.
Incertidumbre sobre Trump
El opositor autoproclamado presidente electo en Venezuela, Edmundo González Urrutia, estuvo recientemente en Washington. Allí, logró tener una foto con el saliente Joe Biden, pero no pudo lograr un contacto directo con Trump.
Trump destacó que Urrutia y Machado están "luchando por la libertad" de Venezuela y remarcó que tienen que "permanecer a salvo". Foto: Archivo / REUTERS / Jorge Silva.
Esta postura alimentó versiones de cierto alivio en la presión del próximo gobierno norteamericano sobre Caracas. Según un artículo publicado en The Wall Street Journal, importantes lobbistas de la industria petrolera estadounidense habrían urgido a Trump para que abandone su política anterior (2017-2021) sobre Maduro.
Sin embargo, luego de la denuncia de secuestro a la mano derecha de Urrutia, Corina Machado, Trump salió a respaldar en sus redes sociales a la líder opositora y reconoció a González Urrutia como presidente electo.
"La gran comunidad venezolana-estadounidense en los Estados Unidos apoya enfáticamente una Venezuela libre y yo los apoyo firmemente. ¡Estos luchadores por la libertad no deben ser heridos y deben permanecer seguros y con vida!", señaló Trump, que asumirá la presidencia el próximo 20 de enero.
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