A una semana de la represión que tuvo como hecho saliente la imagen de un carabinero (policía) empujando al vació a un joven de 16 años desde un puente sobre el río Mapocho, y a 16 días del plebiscito para la reforma de la Constitución que se gestó a partir del estallido social de octubre pasado, esta no fue una manifestación más.
A diferencia de viernes anteriores, la jornada de revuelta en la capital chilena pasó en minutos de disturbios, gases lacrimógenos y chorros de agua, a banderas, música y bailes cuando algunos manifestantes tomaron la rotonda, convertida desde el pasado 18 de octubre en epicentro de las protestas contra la desigualdad y el gobierno del conservador Sebastián Piñera, reportó la agencia de noticias AFP.
Los manifestantes sacaron a los uniformados de la plaza a pedradas, pero más tarde la policía finalmente disolvió la movilización. Hacía meses que los manifestantes no alcanzaban la zona central de la simbólica rotonda, custodiada fuertemente por policías y carros blindados desde que en marzo llegó la pandemia del coronavirus y se paralizó la revuelta social. "Siempre va a ser la plaza del pueblo y queremos subir y vamos a subir porque tenemos que hacernos notar arriba, ahí es donde cuenta", dijo a la AFP un manifestante que se identificó como Arturo Gutiérrez, de 27 años.
Tenés que leerChile: un carabinero habría empujado al chico que cayó del puente en la manifestaciónLas protestas que comenzaron el pasado octubre de 2019, dejaron una treintena de muertos y miles de heridos y detenidos. La movilización cumplirá en 10 días su primer aniversario, una semana antes de que se celebre el plebiscito en el que los chilenos decidirán si quieren redactar una nueva Constitución que entierre la heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), blanco de los manifestantes que la consideran origen de la desigualdad en el país.