Este martes por la mañana se emitió un alentador parte médico respecto a la salud del papa Francisco desde el hospital Gemelli de Roma, Italia.
Se detalló que no hay nuevas crisis respiratorias, el flujo de oxígeno se ha reducido ligeramente y los exámenes han mejorado.
Este martes por la mañana se emitió un alentador parte médico respecto a la salud del papa Francisco desde el hospital Gemelli de Roma, Italia.
Sobre la forma en la que ha dormido, comentario habitual del reporte, se informó que “el Papa ha descansado bien, toda la noche”.
La información conocida en detalle este lunes en la tarde también comunicaba que no hay nuevas crisis respiratorias, el flujo de oxígeno se ha reducido ligeramente y los exámenes han mejorado. “La ligera insuficiencia renal no es motivo de preocupación”, aclaran.
El boletín médico de este 24 de febrero indicaba: “Las condiciones clínicas del Santo Padre en su estado crítico muestran una ligera mejoría. Tampoco hoy se han producido episodios de crisis asmática respiratoria; algunas pruebas de laboratorio han mejorado. El seguimiento de la insuficiencia renal leve no es motivo de preocupación”.
El texto agregaba que: “La oxigenoterapia continúa, aunque con un flujo y un porcentaje de oxígeno ligeramente reducidos. Los médicos, en vista de la complejidad del cuadro clínico, son prudentes y aún no dan a conocer el pronóstico. Por la mañana recibió la Eucaristía, y por la tarde reanudó su trabajo. Por la noche, llamó al párroco de Gaza para expresarle su cercanía paterna”.
“El Papa Francisco agradece a todo el pueblo de Dios que se ha reunido para rezar por su salud en estos días”, cierra el documento oficial de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
El pontífice argentino, de 88 años, fue hospitalizado el 14 de febrero tras presentar dificultades respiratorias y un cuadro de bronquitis que luego se agravó. El sábado, su estado se deterioró por un ataque asmático prolongado y problemas hematológicos, lo que obligó a suministrarle oxígeno a alto flujo y una transfusión de sangre.
Sin embargo, el lunes el Vaticano confirmó que no sufrió nuevos episodios respiratorios y que el tratamiento con antibióticos está funcionando.
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