El Litoral | Télam
En una misiva remitida a cada uno de ellos, Francisco explicó que el objetivo de visitar a las víctimas es que aprendan "de primera mano el sufrimiento que han soportado".
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El papa Francisco convocó, entre el 21 y el 24 de febrero, a los presidentes de las Conferencias Episcopales del mundo a participar de una cumbre sin precedentes, en la que tratarán los casos de abusos sexuales en el seno de la Iglesia, y les pidió que antes visitaran "personalmente" a las víctimas.
En una misiva remitida a cada uno de ellos, Francisco explicó que el objetivo de visitar a las víctimas es que aprendan "de primera mano el sufrimiento que han soportado".
Para el Papa, esos encuentros personales son una "forma concreta" de reafirmar que los supervivientes de abuso clerical son "prioridad en la mente de todos" durante el encuentro de febrero.
Francisco pretende implantar un protocolo de actuación común en las áreas geográficas episcopales, para que "no vuelva a reproducirse el silencio cómplice" de las más altas esferas de la jerarquía católica en torno a esos casos, reportó Europa Press.
Durante 2018, informes como el de la Corte Suprema de Pensilvania, Estados Unidos, que reveló que más de 300 sacerdotes abusaron de niños durante las últimas siete décadas "con la mirada connivente del Vaticano", o el de la Iglesia católica alemana, que documentó 3.677 casos de abusos sexuales a niños entre 1946 y 2014, aceleraron esa decisión papal.
Además, Jorge Bergoglio se enfrentó durante 2018 a otra polémica relacionada con el escándalo de los abusos durante su visita a Chile, cuando defendió al obispo Juan Barros, acusado por un grupo de víctimas de encubrir los abusos sexuales del sacerdote Fernando Karadima.
A los pocos días, el Papa se dio cuenta de su error y lo rectificó: recibió a tres de las víctimas de Karadima en el Vaticano y abrió una investigación que cristalizó en la renuncia en bloque de la Conferencia Episcopal del país andino.
Hasta el momento, aceptó la dimisión de cinco de ellos.
El Pontífice también hizo de la lucha contra la pederastia una de las claves de su viaje a Irlanda, donde asistió en agosto al Encuentro Mundial de las Familias.
Además, a finales de este año el Vaticano oficializó la salida del círculo de consejeros que asesoran al Papa (el C-9 vaticano) de los cardenales Francisco Javier Errazuriz y George Pell.
El primero está implicado en el encubrimiento de las denuncias de las víctimas de Karadima; el segundo fue recientemente condenado por un tribunal australiano por abusos sexuales a dos menores.