El primer ministro británico, Boris Johnson, volvió a resistir este lunes presiones para imponer más restricciones ante el sostenido aumento de casos de Covid-19 y el incremento de la circulación de la variante Ómicron, a días de los festejos de Navidad y Año Nuevo. Después de discutir con sus ministros los últimos datos sobre el avance del coronavirus en Reino Unido, Johnson dijo que no se aplicarán restricciones inmediatas, aunque admitió que "los argumentos de cualquier manera están muy, muy finamente equilibrados".
"Tendremos que reservarnos la posibilidad de tomar más medidas para proteger al público", explicó Johnson. En el marco de un alarmante aumento de los casos de coronavirus en días recientes, el Reino Unido informó que se detectaron 91.743 nuevos contagios en las últimas veinticuatro horas, apenas por debajo del récord de más de 93.000 de hace tres días.
El Ministerio de Salud británico precisó que unos 8.000 de los nuevos casos correspondieron a Ómicron, una mutación muy transmisible. Otras 44 personas murieron por Covid, agregó el Ministerio, con lo que el país, uno de los más afectados del mundo, acumula más de 147.000 decesos por la enfermedad.
Autoridades han advertido que Ómicron será la variante predominante en el Reino Unido, por sobre la Delta, en pocas semanas, y que los casos provocados por ella se están duplicados aproximadamente cada dos días.
Ante esta situación, el gobierno está considerando distintas alternativas para paliar el aumento de casos: desde un pedido para que las personas limiten las reuniones de Navidad y Año Nuevo hasta el distanciamiento social obligatorio y los toques de queda para bares y restaurantes.
A principios de mes, el gobierno de Johnson restableció la obligatoriedad de usar tapabocas en locales y ordenó a las personas que muestren un comprobante de vacunación o una prueba negativa de coronavirus antes de ingresar a clubes nocturnos y otros lugares concurridos.
Además, el gobierno del Reino Unido espera que las dosis de refuerzo de los fármacos anticovid ofrezcan más protección contra las cepas en circulación Delta y Ómicron, y se puso el objetivo de ofrecer a todos los que tengan 18 años o más una inyección adicional para fines de diciembre.
Sumando presión sobre el gobierno para ajustar las restricciones, el principal sindicato de enfermeras de Gran Bretaña alertó que el agotamiento y el aumento de los casos entre el personal sanitario los está llevando al límite, aumentando la presión por mayores medidas restrictivas.
"En muchos lugares ya están bajo un inmenso estrés y presión, por lo que están empezando a enfermarse ellos mismos con Covid, pero también agotamiento mental y físico", dijo la directora inglesa del sindicato Royal College of Nursing, Patricia Marquis.
"Entonces, el personal está mirando hacia adelante y pensando: Dios mío... ¿Y ahora qué viene? Otros países de Europa, así como Estados Unidos, también se enfrentan a dilemas similares en pleno avance de la variante Ómicron, que según los científicos se propaga más fácilmente que otras", redondeó Marquis.