El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, exigió "absoluto respeto" e "íntegro cumplimiento" de la sentencia del Tribunal Supremo español contra los 12 políticos y líderes independentistas condenados a penas de hasta 13 años de prisión por sedición, por el fallido intento de secesión de Cataluña de 2017.
"Esta sentencia pone fin a un proceso judicial que se ha desarrollado con plenas garantías y absoluta independencia", afirmó Sánchez al leer una declaración institucional sin preguntas desde el Palacio de La Moncloa, sede del Ejecutivo central en Madrid.
"El acatamiento de la sentencia significa su íntegro cumplimiento", añadió el presidente en funciones y líder socialista, ante las amenazas del gobierno regional catalán de "desobedecer" la resolución judicial.
Sánchez sostuvo que su Ejecutivo "se mantendrá atento" y actuará "con prudencia y proporcionalidad" para garantizar la "convivencia, la seguridad y el respeto a la legalidad democrática".
"En una democracia nadie es juzgado por sus ideas, sino por sus delitos", subrayó el presidente del gobierno, frente a las denuncias de los secesionistas, que se consideran víctimas de persecución.
El jefe del Ejecutivo defendió la "profesionalidad" de los jueces y remarcó que la sentencia del Tribunal Supremo confirma el "naufragio" del proyecto independentista en Cataluña, y pone fin a "un proceso judicial ejemplar".
"Quedan algunos días en los que vamos a asistir a los estertores de una etapa superada", añadió Sánchez, quien se declaró convencido de que ahora se abre "una etapa nueva" de convivencia en Cataluña.
En ese sentido, defendió el marco de la Constitución española "que puso fin a la dictadura franquista y que ha permitido que España sea una de las mejores democracias del mundo".