Elon Musk, director ejecutivo de Starlink, anunció este sábado que seguirá financiando la red de internet que desplegó este año en Ucrania. De esta manera, dio marcha atrás a sus mensajes del viernes en los que había instado al Pentágono a hacerse cargo de los gastos aportando decenas de millones cada mes.
“No importa. Aunque Starlink todavía esté perdiendo dinero y otras compañías estén recibiendo miles de millones de dólares de los contribuyentes, seguiremos financiando al gobierno de Ucrania de forma gratuita”, escribió en Twitter.
Musk provee conexión por satélite de Starlink desde el inicio de la guerra en Ucrania para tratar de aliviar las interrupciones en el servicio de internet que eran cada vez más frecuentes por los bombardeos.
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Este despliegue ya le ha costado a SpaceX 80 millones de dólares, cifra que podría aumentar a 100 millones hacia finales de año. Es por ello que este viernes el Pentágono confirmó que estaban en conversaciones al respecto.
A pesar de que la subsecretaria de Prensa del Departamento de Defensa, Sabrina Singh, había afirmado que “entienden la fragilidad” del sistema de comunicaciones de Ucrania y que están evaluando “opciones” para garantizar que siga funcionando para las fuerzas ucranianas, las conversaciones no habrían sido exitosas para el lado del empresario.
El anuncio de Musk se dio en medio de las rispideces generadas tras sus mensajes del 3 de octubre en los que había dado su postura sobre la manera de lograr la paz entre Ucrania y Rusia. Inclusive, este martes, Ian Bremmer, fundador de la consultora de riesgo político Eurasia, denunció al empresario de haber mantenido una conversación con Putin previo a publicar sus tuits.
En ellos, el hombre más rico del mundo había planteado que se llevaran nuevamente a cabo los referendums de anexión de las cuatro regiones bajo supervisión de las Naciones Unidas. En base a esos nuevos resultados, Rusia se retiraría -si así lo demostrara la voluntad popular-.
Por otro lado, reafirmaba la anexión de Crimea y la consideraba parte formal de Rusia “como ha sido desde 1783, hasta el error de Khruschchev”. No obstante, remarcaba que el suministro de agua a la península debía estar asegurado.
Por último, establecía la neutralidad de Ucrania -es decir, que no se convierta en miembro de la OTAN-.
Seguido de sus propuestas, Musk adjunto una encuesta para conocer si sus seguidores estaban a favor de sus ideas. A pesar de que fue el voto negativo el ganador entre sus más de 100 millones de seguidores, el empresario dijo que “es muy posible que este sea el resultado final. Es solo una cuestión de cuántos morirán antes de eso”. Por último, hizo referencia a una escalada nuclear del conflicto y explicó que “es posible, aunque poco probable”.
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Las críticas a sus propuestas no tardaron en llegar, entre ellas, las de funcionarios y diplomáticos ucranianos. El embajador del país en Alemania, Andrik Melnyk, respondió con insultos y garantizando que el “único resultado” será que ningún ucraniano volvería a comprar un auto de su marca Tesla.
El canciller, Dmytro Kuleba, también se sumó a las críticas y escribió: “Aquellos que proponen que Ucrania renuncie a su gente y su tierra, presumiblemente para no herir el ego herido de Putin o para salvar a Ucrania del sufrimiento, deben dejar de usar la palabra “paz” como un eufemismo para ‘permitir que los rusos asesinen y violen a miles de ucranianos inocentes más, y se apropien de más tierra’”.
Horas más tarde, el empresario salió a aclarar su postura y explicó: “Sigo apoyando a Ucrania, pero estoy convencido que una escalada masiva de la guerra causará gran daño a Ucrania y posiblemente al mundo”.