Si se me permite la frase, como dicen comúnmente, Estados Unidos ha puesto "toda la carne al asador". Al menos es la imagen que parece haberse popularizado estos días a nivel mundial con los planteos surgidos luego de las palabras del presidente estadounidense Donald Trump, expresando que dentro del programa de la ruta americana está incluida la normalización de las relaciones de Arabia Saudita con Estados Unidos e Israel.
Los países árabes de la región están sorprendidos, dubitativos y hasta escandalizados, pero saben que Estados Unidos es la potencia dominante con exclusividad en el Medio Oriente y hoy en día persigue sus metas hacia el nuevo orden mundial como una verdadera topadora desenfrenada.
Por estas horas se sigue hablando del traslado temporario (que puede durar años) de gran cantidad de la población de Gaza a terceros países, un proceso que es rechazado por todo el mundo árabe, aunque considero que por el momento no hay otra solución.
La destrucción, la carencia de servicios básicos y la contaminación bélica en la Franja de Gaza hacen esta acción imprescindible para la sobrevivencia de la población gazatí. Según mi perspectiva el control futuro de Gaza, en base a los hechos pasados y recientes no puede otorgase exclusivamente a la Autoridad Palestina y -por supuesto- mucho menos al Hamás.
La antigua Organización de Liberación de Palestina (la OLP liderada hasta su muerte por Yasser Arafat) se transformó con el paso del tiempo en la denominada Autoridad Palestina, pero no cambió en esencia lo que fue.
La OLP cambió de nombre, sí, pero entre sus proclamas de fundación aún persigue "la eliminación del Estado de Israel", es decir los mismos fundamentos que Hamás.
Aclaro, quizás fuerzas multinacionales con la participación de los Emiratos Árabes Unidos serían un aporte viable, pero debo recalcar algo: el paradigma de un arreglo pacífico con algún tipo de concesiones murió. Quizás me equivoque, pero no veo hoy otra salida. Y, como se dice, el futuro es hoy y hay que "arremangarse" para forjarlo.
La normalización con Arabia Saudita le representaría a Estados Unidos la friolera cifra de U$S 600.000.000.000 en inversiones. Sí, leyeron bien: seiscientos mil millones de dólares americanos, una cantidad que pasaría a cumplir el eslogan de campaña de Donal Trump: "Hacer América grande otra vez", llamado en inglés MAGA: "Make América Great Again".
Imaginar que este flujo de dinero fertilizará la endeudada economía americana y por supuesto fortalecerá el nivel de vida del sueño americano. Si resultara este proyecto sin palos en la rueda, el bloque occidental se vería enriquecido y estabilizado con el aporte de todo Medio Oriente, garantizándose el suministro de las materias primas de gas y petróleo por décadas parece ir cristalizando.
En el frente interno, ha culminado otra etapa de intercambio de secuestrados por terroristas del Hamás, por lo que quedan 79 rehenes israelíes en Gaza, pero no se sabe cuántos de ellos vivos.
Lo mencionado más arriba sobre los proyectos a futuro sobre Gaza implica factores que pueden, por un lado, dificultar el avance del intercambio y, por otro, siembra optimismo entre los partidos más reaccionarios del espectro político. Según mi parecer, el aluvión de acontecimientos y las propuestas que surgen desde el poder excluyente de Estados Unidos está cambiando el Medio Oriente, sin vuelta atrás.
Estos planes surgidos del esquema empresarial del nuevo gobierno de Estados Unidos se han visto favorecidos y acelerados luego de la guerra desatada tras el ataque del 7 de octubre de 2023, en donde Israel ha logrado desmantelar el aparato del Hamás, el Hezbolá y ha incursionado para contener y estabilizar el nuevo poder en Siria.
Se necesitan propuestas innovadoras con gran sentido común ("con los pies en la tierra" como se dice), como el expresado por los americanos para comenzar a ver la luz al final del túnel.
Otros tres rehenes
Israel recibió de Hamás, a través de los países mediadores, los nombres de tres rehenes israelíes que serán liberados de Gaza este sábado, como parte del acuerdo de alto al fuego a cambio de rehenes, indicó la oficina del primer ministro en una declaración.
Los tres rehenes, secuestrados en el ataque dirigido por Hamás contra el sur israelí el 7 de octubre de 2023, son: Ohad Ben Ami (56 años, con doble ciudadanía israelí-alemana), Eli Sharabi (52 años) y Or Levy (34 años).
De acuerdo con diversos medios israelíes, la esposa de Ben Ami también fue secuestrada el 7 de octubre, pero fue liberada luego de permanecer 54 días en cautiverio como parte de un acuerdo de liberación de rehenes anterior.
Este será el quinto intercambio de prisioneros y rehenes entre milicianos palestinos e Israel como parte de la primera etapa del acuerdo de cese al fuego. Se espera que Israel libere a 183 prisioneros palestinos durante el sábado.
(*) Santafesino radicado en Israel desde 2002.
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