Canadá anunció recargos de energía a EE.UU. y Trump respondió duplicando aranceles al acero
El gobierno de la provincia de Ontario impuso sobrecostos del 25% en la electricidad exportada al país vecino. El presidente norteamericano respondió elevando al 50% la tarifa a metales.
Washington duplica los aranceles al acero y aluminio canadiense al 50%, mientras Ontario impone un recargo del 25% a la electricidad exportada a EE.UU. Foto: REUTERS / Daniel Becerril.
La relación comercial entre Estados Unidos y Canadá atraviesa uno de sus momentos más tensos en décadas. El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció este martes que duplicará los aranceles a las importaciones de acero y aluminio de Canadá, elevándolos del 25% al 50%. Esta medida es una respuesta directa al recargo del 25% que la provincia canadiense de Ontario impuso a la electricidad exportada a tres estados norteamericanos.
Trump justificó la medida, por medio de una publicación en la red social Truth Social, como una estrategia para proteger la industria nacional. "A partir de que Ontario está colocando un arancel de 25% a la electricidad que llega a Estados Unidos, he dado instrucciones a mi secretario de Comercio para que agregue un arancel adicional de 25 por ciento, para llegar a 50 por ciento, a todo el acero y el aluminio que entra a Estados Unidos desde Canadá, una de las naciones con los aranceles más altos en todo el mundo". E insistió con la precisión de que "esta medida entrará en vigor mañana por la mañana, 12 de marzo".
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sostiene una orden ejecutiva sobre el aumento de aranceles, flanqueado por el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, en la Oficina Oval de la Casa Blanca. Foto: REUTERS.
Esta decisión afecta a Canadá, principal proveedor de acero y aluminio de Estados Unidos, pero por el mismo motivo podría elevar significativamente los costos de estos metales a las empresas norteamericanas. En 2024, Canadá exportó productos de acero y hierro por un valor de 13.000 millones de dólares a Estados Unidos, mientras que las exportaciones a Canadá en este sector alcanzaron los 11.000 millones de dólares. La dependencia de EE.UU. en el aluminio canadiense es aún más notable, importando tres veces más de lo que exporta.
La medida de Ontario
La medida tomada por el presidente estadounidense es una represalia a la decisión comercial tomada por la provincia de Ontario, que implementó un recargo del 25% en las exportaciones de electricidad hacia tres estados de los Estados Unidos.
El primer ministro de Ontario, Doug Ford, defendió la medida como una respuesta necesaria a las políticas comerciales de Trump. "Los aranceles del presidente son un desastre para la economía de los Estados Unidos. Están volviendo más costosa la vida para las familias y empresas estadounidenses", indicó Ford en declaraciones a la prensa.
El primer ministro de Ontario, Doug Ford, con un sombrero que dice "Canadá no está en venta", en una conferencia de prensa. Foto: REUTERS / Blair Gable.
"Hasta que la amenaza de aranceles haya desaparecido para siempre -insistió Ford- Ontario no retrocederá y utilizará todas las herramientas disponibles y hará lo que sea necesario para proteger a Ontario”, afirmó Ford durante una conferencia de prensa en Toronto.
Esta medida afecta a aproximadamente 1,5 millones de hogares y negocios de los estados implicados: Michigan, Minnesota y Nueva York, quienes podrían ver incrementos de hasta 100 dólares mensuales en sus facturas eléctricas. En contraposición, generaría ingresos diarios en Ontario de hasta 400.000 dólares canadienses (alrededor de 277.238 dólares).
Medidas previas y perspectivas futuras
La escalada actual es el punto culminante de una serie de tensiones comerciales entre ambos países. A principios de marzo, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anunció aranceles del 25% sobre importaciones estadounidenses por un valor de 30.000 millones de dólares canadienses, en respuesta a los aranceles impuestos por Trump.
Además, Trump ha amenazado con imponer aranceles adicionales del 50% a las importaciones de automóviles desde Canadá si no se eliminan ciertos aranceles existentes. Estas amenazas han generado preocupación en la industria automotriz y entre los consumidores de ambos países.
Las medidas arancelarias y contramedidas han generado inestabilidad en los mercados financieros. Tanto en Estados Unidos como en Canadá, los principales índices bursátiles han registrado caídas significativas, reflejando la preocupación de los inversores sobre una posible recesión provocada por la guerra comercial. El dólar canadiense también ha sufrido una depreciación frente al dólar estadounidense.
Economistas de distintos perfiles advierten que la continuación de estas políticas podría conducir a una desaceleración económica en ambos países. Las cadenas de suministro integradas y la interdependencia económica entre Estados Unidos y Canadá hacen que las medidas proteccionistas tengan efectos adversos en diversas industrias, desde la manufactura hasta el sector energético.
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