La diplomacia papal hacia la guerra en Ucrania sufrió esta semana un traspié que sigue trayendo consecuencias. El gobierno de Volodimir Zelensky convocó al embajador del Vaticano para quejarse de los comentarios del papa Francisco sobre la muerte de la nacionalista rusa Daria Dugina.
“El corazón ucraniano está desgarrado por las palabras del Papa”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, al explicar por qué citaron al nuncio (el embajador) del Vaticano a la Cancillería ucraniana. “Fue injusto”, agregó, en referencia a las palabras de Francisco en su audiencia general del miércoles.
“Ucrania está profundamente desilusionada por las palabras del pontífice, que comparan injustamente al agresor y la víctima. Al mismo tiempo, por la decisión del papa Francisco de mencionar, en el contexto de la guerra ruso-ucraniana, la muerte de una ciudadana rusa en territorio de Rusia, con la que Ucrania no tiene nada que ver”, dijo Kuleba al nuncio en Kiev, monseñor Visvaldas Kulbokas, informó la embajada ucraniana ante la Santa Sede.
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La Cancillería ucraniana incluso invocó la atención del nuncio apostólico sobre el hecho de que, “desde el comienzo de la invasión a vasta escala de la Federación Rusa a Ucrania, el pontífice no tomó nunca particular atención a las víctimas específicas de la guerra, entre ellas 376 niños ucranianos muertos a manos de los ocupantes rusos”.
“El ministerio ucraniano de Asuntos Exteriores expresó la esperanza de que en un futuro la Santa Sede evite declaraciones injustas que causan desilusión en la sociedad ucraniana”, refirió la embajada.
El miércoles, el día de la independencia de Ucrania y cuando se cumplieron seis meses de la invasión, Francisco se refirió al asesinato de Daria Dugina, una comentarista nacionalista de la televisión rusa e hija del ideólogo ruso Alexander Dugin, cercano a Vladimir Putin. El Papa incluyó a la “pobre chica” asesinada con un coche bomba en Moscú, así como a los huérfanos de Ucrania y Rusia, entre los “inocentes” que han sido víctimas de la “locura de la guerra”.
Rusia ha acusado a la inteligencia ucraniana del ataque, lo que Ucrania niega.
El primero en reaccionar a esas palabras fue el embajador de Ucrania en el Vaticano, Andrii Yurash, el mismo miércoles. En un tuit, dijo que las palabras del Papa eran “decepcionantes”. “¿Cómo es posible mencionar a uno de los ideólogos del imperialismo [ruso] como víctima inocente? Fue asesinada por los rusos”, dijo.
Francisco ha criticado la guerra en Ucrania, pero ha intentado mantener una puerta abierta al diálogo con Moscú, absteniéndose de condenar a Rusia, al presidente Vladimir Putin o al líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa, el patriarca Kirill, por su nombre. Su enfoque no ha caído bien en Kiev, pero se ciñe a la tradición diplomática del Vaticano de no tomar partido en un conflicto.
Cabe señalar que Francisco había confirmado el mes pasado que se reuniría con Kirill en la reunión de Kazajistán, en lo que habría sido el segundo encuentro de la historia entre un papa y un patriarca ruso. El primero fue en 2016 y el segundo estaba previsto para junio, pero se pospuso por las consecuencias diplomáticas de la guerra.