La bajante del río complica la carga de cereales en localidades entrerrianas sobre el Paraná

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El río Paraná continúa con su tendencia bajante y alturas por debajo de los límites de aguas bajas en varias ciudades de Entre Ríos, donde comenzaron a alcanzar niveles muy similares a los registrados en 1944 por Instituto Nacional del Agua (INA), el año que más descendió en la historia.

Frente a esta situación que complica en la logística de transporte por la Hidrovía Paraná-Paraguay, la encargada de Relaciones Institucionales de la Cooperativa Agropecuaria La Paz (CALP), Ileana Fonseca, contó cómo están trabajando en el Puerto La Paz y Puerto Buey (Santa Elena), ambos con una realidad muy distinta con respecto a los embarques.

“La Cooperativa Agropecuaria de La Paz trabaja con dos puertos, uno ubicado en nuestra ciudad y el otro es el Puerto Buey, de la localidad de Santa Elena. En ambos puertos principalmente se cargan soja, trigo, sorgo y maíz, dependiendo del negocio que se haga y dependiendo también de la campaña en la que estemos”, detalló Fonseca.

“En lo que respecta a Puerto Buey, este año sólo cargamos tres barcazas, siendo que el año pasado cargamos 22 barcazas. En 2020, desde Santa Elena salieron 36 mil toneladas, este año salieron 6.300 toneladas nada más y la perspectiva no es buena, ya que la bajante del río y el sedimento que se acumula allí no nos permite embarcar”, indicó.

Explicó también que el Puerto de Santa Elena tiene una profundidad desde el lecho hasta la parte más baja de dos metros y medio y la parte más profunda de 3,4 metros, a eso se le suma la poca altura del río y el sedimento, que complica la entrada de barcazas.

En La Paz

“En La Paz la realidad es distinta que en la localidad vecina, el Puerto de la ciudad el año pasado cargó 56 barcazas con un total de 122 mil toneladas y este año en lo que vamos de enero a junio vamos cargando 45 barcazas, con un total de 105 mil toneladas”, afirmó Fonseca.

Además, destacó que “el Puerto de La Paz puede cargar permanentemente porque es un puerto que geográficamente está ubicado en un lugar donde no se generan sedimentos, por lo que no se dificulta la navegación”.

En este sentido agregó que “la profundidad mínima en pie de muelle es de 5,4 metros y la máxima es de 8,7 metros dependiendo el punto que se tome por referencia y a eso se le debe sumar la altura del río, que por más bajo que esté no genera inconvenientes y cuenta naturalmente con una profundidad que nos ha permitido cargar sin problemas”, aclaró la representante de la Cooperativa.

La CALP tiene un acuerdo con la firma Hidrovía S.A. que es la que hace el balizamiento en todo el río Paraná y ellos hacen los estudios batimétricos para la CALP. Las batimetrías son estudios que se hacen a pie del muelle y determinan la profundidad que hay desde el pelo de agua hasta el lecho del río. “Somos unos privilegiados, en lo que es a lo largo del recorrido del río Paraná, en los puertos argentinos barcaceros o más grandes, somos de los pocos que estamos pudiendo cargar por la profundidad natural del río, a pesar de esta bajante histórica”, afirmó Fonseca.

Con información de Diario La Paz.