Crisis salarial, protestas policiales, paros estatales y cortes de ruta: qué está pasando en Misiones
La tensión se intensifica a medida que las fuerzas de seguridad y otros sectores estatales elevan sus demandas. Mientras tanto, el Gobierno provincial intenta negociar.
En un contexto de creciente tensión, la provincia de Misiones se ve afectada por una serie de protestas protagonizadas por empleados estatales que demandan mejoras salariales. En las últimas 24 horas estas manifestaciones alcanzaron una magnitud que no fue vista en años, con el protagonismo de policías retirados y en actividad entre los manifestantes.
El lunes por la tarde, el ministro de Gobierno, Marcelo Pérez, anunció a través de su cuenta de X un aumento para el personal policial (correspondiente a mayo). Según Pérez, el sueldo de un suboficial mayor que en enero recibía $510.941,10 pasará a $853.748; el de un comisario mayor que percibía $553.103,5 en enero, ahora cobrará $965.782,94. Sin embargo, los policías están demandando al menos un aumento del 100 %.
“Acá se viene algo muy grave, todos los sectores están reclamando y nosotros no somos la excepción. Es una vergüenza lo que nos vinieron a ofrecer, ni siquiera se asemeja a lo que necesita un policía para pasar la línea de pobreza”, dijo el vocero de los policías, Ramón Amarilla, quien también hizo hincapié en la posibilidad de una huelga policial debido a la falta de respuesta a sus demandas.
Crece la tensión en Misiones.
“No somos piqueteros, somos profesionales que nos preparamos para hacer el trabajo policial y penitenciario. Pero con estos sueldos de hambre es imposible trabajar, ya estamos jugados y cómo la gente va agarrando más bronca, vamos a tener más acompañamiento, acá tenemos más de 15.000 personas acompañando”, argumentó Amarilla frente a la prensa.
Por su parte, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich convocó con urgencia a un "comité de crisis" en Buenos Aires, que involucra a representantes del Gobierno nacional, provincial y a las distintas fuerzas federales, como Gendarmería, Prefectura y Policía Federal.
Según explicó el periodista Martin Boerr, radicado en Misiones, el Gobierno provincial solicitó el rol de las Fuerzas Federales y conformó el comité, lo que otorgó a Pérez la potestad de manejar las Fuerzas Federales, incluyendo la Policía Federal, Gendarmería y Prefectura. Durante la reunión del comité se decidió dialogar en lugar de desalojar por la fuerza. Sin embargo, se generó un enfrentamiento entre las Fuerzas Federales y la Policía de Misiones, lo que llevó a la retirada de las federales para evitar una crisis mayor.
Cronología de un conflicto que crece
La protesta actual tiene raíces profundas en la crisis económica nacional y los problemas financieros de las provincias. El antecedente del conflicto policial de 2012, que resultó en una recomposición salarial, marca el tono de las actuales manifestaciones. La administración de Hugo Passalacqua, actual gobernador, busca evitar un escenario similar.
Misiones es una provincia que ha mantenido un equilibrio fiscal, lo que implica que debió realizar ajustes en diversos aspectos, como en las jubilaciones y otros gastos. El Gobierno se ha visto en la necesidad de implementar un ajuste moderado en los salarios de los empleados estatales, que son aproximadamente 50.000 considerando todas las áreas.
Desde 2016, aproximadamente, y coincidiendo con la gestión del Gobierno de Macri, Misiones ha seguido una política de ajuste gradual, que implica no adecuar los salarios de acuerdo con la inflación.
Docentes, policías y médicos piden por una recomposición salarial en Misiones.
Con el cambio de gestión la devaluación y el aumento descontrolado de los precios, así como las restricciones en las transferencias a las provincias, han llevado a que Misiones pase de tener un equilibrio fiscal a enfrentar un déficit.
“La Policía de Misiones tiene un historial de haberse autoacuartelado y con protestas duras en el año 2012, que fue muy larga, y otra en el 2020. La de ahora no es un autoacuartelamiento propiamente dicho, pero es una protesta de policías retirados y activos que van de civiles y tratan de cubrirse por temor a represalias, porque no pueden realmente hacer estas protestas", explica Boerr.
En paralelo, se observó un recorte significativo en la obra pública, en otras partidas y en las transferencias discrecionales. La coparticipación experimentó una caída histórica con una disminución del 30 % en marzo y del 20 % en abril, lo que representa el principal ingreso de la provincia, de alrededor del 60 %. Además, la recaudación propia de Misiones disminuyó aproximadamente un 20%.
Una protesta multisectorial
Las protestas no se limitan al sector policial, sino que también han involucrado a docentes y personal de salud, reflejando un descontento generalizado en diversos sectores estatales.
Al respecto, Boerr señala: "El Gobierno de Misiones, básicamente, ofreció aumentos salariales que solo han sido aceptados por los gremios más cercanos al oficialismo. Por eso hasta ahora no han sido efectivas. Ahora las posibilidades son o rascar más en el fondo de la olla, hacer una reasignación de partidas, recortar sobre todo partidas que están vinculadas a la construcción, por ejemplo Y la otra es pedir una asistencia a la Nación, algo que por ahora se ve como algo poco probable".
Este artículo fue originalmente publicado en RED/ACCIÓN y se republica bajo el programa Periodismo Humano.
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